De Becaria a la Puta Directora...
CAPITULO 1
Como este es un grupo anónimo me quiero atrever a escribir mi historia. Alteré los nombres para evitar revivir el dolor de las personas que compartieron esta historia conmigo. Una historia que duele y que estoy segura habrá mas de una que se identifique de ambas partes. Yo nunca tuve la intención de lastimar a nadie, no quise ser la casa chica, yo una niña decente JAMÁS creí ser la puta de nadie... con pena y dolor escribiré mi historia. Sin miedo a ser juzgada y si lo hacen no me importa este dolor ya cicatrizo hace muchos ayeres.
La historia empieza cuando entre a uno de esos grandes corporativos, con mi bolsa y mi libreta en una mano...y mis ilusiones y metas en el corazón. Era evidente el nerviosismo que sentía pues sentía que me temblaban las piernas y que no podía del frío en el cuerpo. Era mi primer día. El primer día después de toda una vida de preparación. Acababa de terminar la universidad y sentía que el mundo me quedaba chico... "Hola vengo con Paula de recursos humanos, soy Fernanda y es mi primer día soy la nueva becaria". "Llegas temprano y Paula aun no está, si gustas puedes esperarla ahi sentada" me contesto la un poco antipática recepcionista. Espere 20 minutos cuando porfín llego Paula de RH. "Ven vamos a tu lugar y a que conozcas a todo el equipo". Llegamos al piso 6 y el corazón me latía fuertísimo. Cálmate pensaba es solo un trabajo. Al menos eso creía en ese momento. Pero no sabía que cruzando esa puerta conocería a la persona que más he amado y que más me ha destrozado la vida.
Uno a uno me presentaron a todo el equipo, a mi jefe ya lo conocía de las entrevistas y aunque era bastante chavito para ser Gerente parecía una persona muy sería y muy inteligente. De pronto apareció "Ella", le calculaba unos 38 o quizás 40; la única de todas que me saludo forzada y con una barrida de pies a cabeza. Con mucho esfuerzo articulo un "Hola". Ella era la más guapa del grupo, estaba alta, era flaca pero para mi gusto no tenía buen cuerpo. Para mi le faltaban chichis y pompas...pero era la típica que tenía respuesta rápida para todo. Le gustaba ser la que destacaba en las juntas y la que quería siempre tener la razón. Trataba a los becarios y asistentes como tontos, con su " A ver, ¿no me estás entendiendo? ¿como quieres que te lo explique?" su tono de voz burlon y sus caras largas, no hicieron click conmigo desde el inicio. Pero poco sabría lo que me esperaría de ella...
Y así siguiendo el día de juntas, bienvenidas y presentaciones fue que de pronto escuche su voz. Nunca en toda mi vida, se me pararía el corazón al ver a una persona. "Moises ya tendrás el reporte que te pedí?" (Moises era mi jefe). Yo estaba de espaldas a esta voz fuerte y un poco ronca. Voltié enseguida para ver a este hombre que me cambiaría la vida por siempre. Era alto, fuerte, de pelo chino color castaño, barba como de un día sin rasurar y unos ojos azules que embrutecen. Pero lo más impresionante era la sonrisa perfecta y su carisma. Olía delicioso y yo creo que mi cara de niña idiotizada se hizo notar al instante. "Mira Pablo te presento a la nueva becaria, acaba de entrar hoy" Yo con cara de idiota me pare al instante y solo me salió estirar la mano y decirle "Hola mucho gusto"..."El gusto es mío Licenciada, y espero grandes cosas de tí, bienvenida al equipo" "Aha" ¿Es enserio? ¿Es lo único que pudiste contestar? me regañaban los demonios de mi cabeza al repasar la escena una y otra vez. Agachada y con cara de niña tonta me quede un buen rato hasta que pude respirar de nuevo. Era el hombre más guapo que había visto en mi vida y además era el Director de Marketing, y mi primera impresión había sido fatídica.
La vibración de mi celular me saco de la nube en la que me quede...y me regreso a mi realidad. Tenia cuatro llamadas de Phillip! y un mensaje "Guapa como vas? Muero de ganas de que me cuentes!!! Llevo pensando en ti todo el día. MARCAME Te amo!
Phillip era mi novio, lo conocí en una materia de integración y nos volvimos inseparables. Llevábamos 3 años de andar. Era más grande que yo y llevaba dos años trabajando en una consultoría. Me había dado mil tips para mi primera entrevista y entrar aquí fue mucho gracias a todo su coaching. Nunca imaginaría que al yo entrar aquí también le destrozaría la vida
CAPITULO 2
Esa noche cene con Phillip, quería que le platicará todo. Yo estaba ahí pero mi mente estaba pensando en la imagen de Pablo (realmente había causado una gran impresión en mi) y es que yo viniendo de una escuela de solo mujeres, y siendo la más grande de los primos. Tuve mi primer contacto con hombres en plan "dating" hasta que entre a la Universidad. Digo en prepa salíamos con los amigos del hermano de mi mejor amiga. Pero para mi todos mis "amigos hombres" se habían convertido en mis novios. Aunque fueran de manita sudada y de 6 meses nada más.
Mi primer novio formal con el que superé traumas y miedos sexuales fue Phillip. El venía de una familia inglesa y era el más chico de todos sus hermanos. Eran de mente europea (muy abierta) Phillip era muy alto, nunca perdonaba sus idas al gimnasio y tenía un estilo que volvía loca a todas mis amigas. Todavía me acuerdo la envidia de todas cuando en la cafetería de la universidad se acerco a platicar primero conmigo. Llevábamos meses viéndolo pasar y babeando, pero finalmente fui la suertuda que se lo quedo. Hoy quisiera regresar el tiempo...y pedirle que no se me acercará. Les juro que jamás pensé que lo podría lastimar tanto...
Los días siguientes en el corporativo fueron muy intensos, Moises mi jefe me tenía mucha paciencia y me fue explicando cada uno de los procesos. Poco a poco fui conociendo mejor a todo el equipo y logre hacer mi primera amiga. Al menos así ya no tenía que sentarme sola en la cafetería.
Blanca, mi nueva amiga. Tenía más o menos mi edad; yo en ese momento tenía 25 y ella 27. Pero ya llevaba dos años en la compañía y había logrado que la promovieran a Asistente de Marca. Ella me contaba los chismes de toda la oficina. Especialmente de la Gerente odiosa a la cuál ni ella ni yo soportábamos. Me contó que ella ya llevaba muchos años en la empresa y que estaba soltera. Que en todo este tiempo solo le habían conocido un galán pero que no le gustaba hablar del tema. Me contó que solía quedarse hasta muy tarde en la oficina y que de un año para acá se había vuelto aún más amargada. Ojalá hubiera sabido a tiempo su historia, me hubiera ahorrado la mía...
Era Viernes, mi primera semana se había pasado volando. Desde el Lunes no había vuelto a ver a Pablo. No voy a negar que la idea de verlo me ponía nerviosa. Yo creo que tanto lo pensé que provoque la energía de la atracción y sin pensarlo...escuche. "Hola Licenciada! ¿Como va todo?" Estaba con Blanca en la fila de la cafetería y de pronto ahí estaba. El cuero de hombre con su olor delicioso y su sonrisa perfecta. Y yo tratando de controlar mis nervios, sentía que se me subía el color, me daba calor y se me salía el corazón de la velocidad que agarro. "Bii een" conteste en lenguaje tartamudesco. "Señorita Blanca, todo bien contigo?" si perfecto, de hecho hay algo de la marca que queríamos consultarte tendrás tiempo al rato?...y siguió hablando...y yo ahí roja idiotizada, con mis pepinos en la mano y queriendo decir algo interesante. "Que sana Licenciada! ahora entiendo ese cuerpo tuyo" se río y se fue"...En mi cabeza las ratas empezaron a toda velocidad a bombardear con ideas. ¿Me dijo que con ese cuerpo mío? Osea que ¿se había fijado en mi? No entendía yo nada! ¿Sería así de directo con todas? Blanca se quedo callada pero note en ella una reacción extraña al comentario. Yo quería preguntarle más, pero no quería ser tan obvia. Además detalle importante. Pablo era un hombre casado. Y yo una niña decente de buena familia y valores bien puestos, o al menos así lo creía...
El fin de semana paso y me urgía que fuera Lunes. Y así las semanas y poco a poco llevaba ya 3 meses en la compañía. Obvio hubieron encuentros con Pablo, juntas generales con el equipo y verlo hablar o simplemente verlo me inspiraba muchísimo. Yo poco a poco fui venciendo mis miedos y logre exponer ideas y fui participando más. Moises mi jefe era muy práctico pero muy celoso de su trabajo. Me delegaba lo suficiente como para que yo participara pero que el quedara siempre bien o como que el tuvo la idea.
La Gerente "NEFASTA" siguió barriendome, haciéndome comentarios burlones y sobre todo desaprobando cada una de las ideas con las que yo participaba.
Pero un día y en una junta Pablo me defendió argumentando que debería de tener ideas mas creativas como yo. Y creo que desde ese día despertamos a la verdadera "PERRA" que vivía en ella.
Saliendo de esa junta coincidimos en el baño y me dijo "Osea tu crees que por tener una cara bonita, ya la hiciste en esta compañía? Ja ja! no me hagas reír, ni creas que no me he dado cuenta de como te ve Pablo...pero aquí niñitas pendejitas como tu no duran"... se salió aventando la puerta.
Yo me quede helada, ¿Porque me odiaba tanto? ¿Yo que le hice? pensé en mil y un cosas que contestarle y no pude más que aguantarme el nudo que se me hizo en la garganta y salir.
Pero algo de lo que me dijo se quedó retumbando en mi cabeza..."Ni creas que no me he dado cuenta de como te ve Pablo". Nuevamente mis ratas corrían a mil en mi cabeza. ¿Me ve Pablo? ¿Como me ve Pablo? ¿Se habrá dado cuenta de como lo veo yo?¿Será eso lo que le molesta tanto a este pinche vieja?...pero las respuestas apenas las iba a empezar a descifrar yo.
CAPITULO 3 Y 4
Siguieron los meses, y yo seguía enfocada en hacer mi chamba y aprender lo más que podía. Mi papá era un hombre sumamente trabajador y había inculcado en mi hambre de crecer y llegar lejos. Siempre me decía que aunque vendiera quesadillas lo hiciera con tantas ganas que tuviera filas largas esperando.
En mi area eramos como 25 personas pero estábamos divididos por bandos. Estaban los del grupo de "Julia" (si! la insufrible gerente perra esa tenia nombre) No había querido ni mencionarla y es que para mi y para Blanca nos era mucho más fácil decirle "La Lactante" por aquello de lo mamona y chillona.
En fin, en su grupo estaban otras Gerentes de las diferentes categorías de la empresa y también se llevaba con algunos Directores de otras áreas. Honestamente en su grupo había pura sangre pesada. Y en cambio en el bando que yo estaba, éramos los mortales. Y digo mortales porque esa vieja y sus amiguitos se sentían paridas por un ser supremo.
Su actitud "bully" hacía mi había continuado y yo trataba de evadirlos lo más posible.
Pero un día la vimos salir de la oficina de Pablo, limpiándose las lagrimas de los ojos y notablemente alterada. Ella no vio que Blanca y yo la habíamos visto. Pero me intrigaba muchísimo saber lo que había pasado. Aunque me ardiera aceptarlo era una mujer sumamente inteligente y dudaba que la hubieran corrido.
Blanca la chismosa numero uno de la oficina me dijo que según sabía ella y Pablo tenían una historia del pasado. Según esto los dos habían entrado al mismo tiempo de becarios y habían tenido su romance pero Pablo se había casado con otra y hasta ahí sabia Blanca de la historia. Yo más que nunca estaba intrigada y Blanca cacho perfecto el interés que yo había puesto en conocer los detalles... "Amiga no me digas que te gusta Pablo? ósea si te recuerdo que esta casado y que tu tienes novio. Y el es director y tu becaria" Obviamente yo negue absolutamente la respuesta. Y llevaba meses negando la atracción que sentía.
Pero para mi era evidente o quizás era lo que yo quería creer. Pero de que había una fuerte atracción o energía o como le quieran llamar entre los dos la había. Yo no podía evitar verlo y caer en esa personalidad enigmática. Era ambicioso, chistoso, exigente y muy muy inteligente. Sabía perfectamente como motivar al equipo y también como presionarnos. Pero también tenía un lado muy obscuro que me habría tardado en conocer.
El fin de semana Phillip había organizado que saliéramos a cenar. Los de su oficina le habían recomendado un restaurante buenísimo en la Roma y moría por llevarme. Según el desde que yo había entrado a trabajar me sentía más distante y tenía mucha ilusión de nuestra cena ese Viernes. Yo también tenía muchas ganas de salir y decidí que iba a arreglarme espectacular. Los fines de semana cuando estaba con Phillip pensaba mucho menos en Pablo. Phillip y yo teníamos una relación increíble, podíamos platicar horas y casi nunca nos habíamos peleado. No tenía una sola queja suya. Y he de confesar que eso a ratos me aburría. No que yo quisiera que me tratara mal. Al contrario era guapo y siempre había tenido viejas que morían por el. Pero nuestra relación era un tanto monotona desde que ambos trabajabamos. O siendo muy honesta quizás era lo sensación que había despertado en mi conocer a Pablo. Nunca en la vida había yo sentido ese hueco/mariposa/nervio/ilusión/excitación por nadie y todo eso era lo que estar cerca de Pablo me provocaba.
Pero esa noche decidí hacer todo mi mejor esfuerzo y bloquearlo. Quería luchar por mi relación con Phillip, y teniendo en la mente siempre presente que Pablo le pertenecía a alguien más.
Como había mencionado esa noche puse particular interés en arreglarme guapa. Mayo era un clima delicioso en el DF y decidí ponerme un vestido negro off shoulder pegadito, mis tacones negros, el pelo agarrado en una trenza semi suelta. Maquillaje con Smokey eyes y el resultado creo yo que salió bien. A ver modestía a parte me consideró una persona agradecida, porque la vida me favoreció con un buen físico y con una complexión delegada o como dicen mis amigas metabolismo envidiable. Mis clases de YOGA me mantenían viéndome bien y mi estatura de 1,68 creo que era la que mas ayudaba a que me viera bien con lo que me pusiera.
Llegamos al restaurante y estaba bastante lleno, Phillip había hecho reservación y teníamos mesa en la terraza. El lugar tenía una decoración increible y había muy buen ambiente. Que bueno que me arregle pensaba, porque así me veo menos mocosa. El lugar se veía caro y por lo mismo no había mucho chavito alrededor. Yo le dije a Phillip que si no quería irse a otro lado mas casual...a lo que contesto "Y perderme de cenar aquí con esta guapura nunca" Phillip estaba feliz porque sus jefes se lo habían recomendado y tenía mucha ilusión. No es tonto y se que en el fondo notaba que yo estaba con la mente en otro lado. No creo que se imaginara que pensando en otro hombre. Pero notaba que yo estaba rara y esa cena la organizo como un date especial para los dos.
Ibamos a media cena cuando a un par de mesas se integraba otra pareja, ¡Dios mío era Pablo! Hace unos meses que no sabía ni que existía y ahora me lo vengo a topar aquí!... ¡Que no me vea! pensaba. ¿O que si me vea? ¡Claro! vengo guapa...(mis demonios mentales otra vez estaban atacando). Decidí no decirle nada a Phillip mientras trataba de voltearme lo más posible para que no me viera. Faltaba solo el postre y nos podríamos ir. Quería irme porque no lo quería ver con sus amigos y porque no quería que me viera ahí con Phillip. ¡Por Dios Fernanda! ¿como puedes pensar así? es tu novio y el tu director y viene con su esposa (me regañaban mis demonios internos). Me intrigaba muchísimo verla a ella, pero no quería voltear y que me cacharan viéndolos.
"¿Todo bien Amor? te pusiste sería" me dijo Phillip. "Estoy cansada y me dio frío"..."Ten te presto mi saco" "Nooo gracias!!" la verdad es que ya estoy bien seguro fue por el helado...¿nos vamos?" yo solo quería salir de ahí y me sentía pésimo con el pobre de Phillip.
"¿Comó pero es super temprano, no quieres echarte unos drinks?"insistía el. Y justo estaba por contestar cuando escuche "¡Licenciada que sorpresa encontrarte por aquí!"...Chin ya me vio!... "Hola Pablo si que sorpresa, vienes mucho aquí?" pregunte nerviosamente. "pues fíjate que si ya he venido un par de veces, a mis cuates y a mi nos gusta mucho y se come bien"... "si muy rico" contestaba yo, cuando se para Phillip de la silla y se presenta. "Hola yo soy Phillip el NOVIO de Fernanda"... Y ahí mis Demonios estallaron...¡¡¡NOVIO!!!! ¿Dijo novio?! ¿porque dijo Novio? pudo haver dicho ¡Phillip! lo pudo haber dicho en bajito, pero ¡NO! tenia que especificar. "Mucho gusto Pablo, sigan disfrutando" y se fue. "Ah pues el es Pablo el Director de Marketing del que te había contado"..."Y ya por favor Amor, nos podemos ir?" le suplique. "Claro pido la cuenta y nos vamos". "¿Se ve chavo no? me preguntaba Phillip ¿Quién? conteste. "Ay por Dios Fernanda, pues de quién hablamos? "Ah si supongo" contestaba yo. "A ver Fernanda te cae mal o que? Digo porque a mi me pareció un buen tipo. No cualquier Director se para a saludar a su Becaria créeme."
"Ay pues no se, seguro iba la baño y me vio" contestaba yo haciéndome lo más pendeja posible ante el tema. "Pues igual pudo haberse hecho el que no te vio, a mi me pareció buena onda de su parte venirte a saludar" insistía Phillip sin saber que hablaba de la persona a quién más llegaría a odiar.
"Bueno y ¿tu puedes ver a su esposa? es que no quiero voltear" Aprovechaba que ya teníamos el tema para que el me dijera como era la esposa. "Pues junto a el hay un forro de vieja" me dijo Phillip. "Bueno bueno nos vamos?"volví a insistir.
Todo el coche venia yo callada. No podía dejar de pensar en lo que Phillip me dijo "No cualquiera se para a saludar a su becaria" ni tampoco podía quitarme de la cabeza a su ¡"forro de vieja"! Una parte mía sentía CELOS! Si celos! Pero como yo con novio, siendo la becaria, podía sentir celos de la esposa de un Director!" me sentía enferma con la idea de que por más que lo evitara yo ya estaba total y absolutamente enamorada de Pablo...
CAPITULO 5
Llegamos a mi casa..."Estuviste muy callada todo el camino" afirmó Phillip. "Si amor" conteste, "estoy cansada, pero muchas gracias me encanto el lugar" No termine de darle un beso cuando ya tenía a Phillip encima de mi... Bajando mi off shoulder y subiendo mi falda... "Amor!!" le dije en voz fuerte..."Qué pasa Fer?" "No se, nos pueden ver?" le dije para tratar de evitar lo que sabía que quería. "Quien?" Contestaba Phillip en un tono molesto. "Lo hemos hecho aquí mil veces" ..."Yo se pero y si llega mi hermano?" "Ay Fernanda es Viernes y es la 1 de la mañana, tu hermano nunca llega antes de las 3!" Decía Phillip insistiendo con las manos ya desabrochando mi vestido. Decidí acceder, aunque siendo honesta tuve que fingir que disfrutaba ya que mi mente estaba lejos sin poder sacarme a Pablo de la cabeza.
El fin de semana se me fue volando, tuve planes caseros con Phillip y mis amigas. Y más de una me preguntaron si todo estaba bien conmigo, pues me sentían rara. Yo moría por contarles lo que estaba pasando en mi cabeza, mientras seguía haciendo un esfuerzo enorme por dejar de lado mis pensamientos hacia Pablo. Nadie entendería que yo estuviera sintiéndome así, teniendo a un novio como Phillip. Al cual no solo mis amigas amaban si no también mis papás.
Lunes en la mañana desperté ilusionada, con nervios de una niña que va a su primer día de clases. Una parte mía no quería ver a Pablo. Después de todo si yo dejara de verlo, probablemente se me olvidaría o al menos eso quería creer. Pero la única realidad es que una gran parte mía, si no es que toda, moría por verlo.
Eran las 9:50 a.m. y ni las luces de Moisés mi jefe. Era rarísimo pues no me había comentado que no estaría el Lunes; además de que siempre desde que yo entre; no dejo de ser el primero en llegar a la oficina. Saqué mi celular y no tenía ni una sola llamada suya. Solo lo había visto faltar 3 días cuando nació su hijita la más chiquita hacia ya un mes.
Dieron las 10:30 a.m. cuando recibimos una terrible noticia. Pablo convocó a una junta urgente para comentarnos que Moi había tenido un terrible accidente en la carretera de Chamapa y estaba muy grave en el Hospital. La piel se me puso de gallina. Moi era un muy buen tipo, tenía 38 años. Llevaba 9 años de casado y tenía 3 hijos. Siempre cuidaba su trabajo al máximo y no se merecía estar luchando por su vida.
Rápidamente empezaron las preguntas y el cuchicheo...y yo seguía en estado de shock.
Salimos de la junta y MariTere (la asistente de Pablo) me dijo que Pablo necesitaba verme urgente en su oficina.
Sobra decir que en ese momento y tras la noticia de mi jefe, mi cuerpo temblaba incontrolable.
"Licenciada siéntate por favor, necesito pedirte un favor. Necesito que te pongas las pilas, y que cubras el puesto de Moisés en lo que regresa o en lo que decidimos qué hay que hacer. Nadie mejor que tú conoce los proyectos de la marca y el status de las cosas. Confió plenamente en que podrás llevarlo a cabo. Estamos?"
No lo podía yo creer! Pablo confiaba en mi capacidad para cubrir un puesto gerencial. Yo obviamente solo movía la cabeza diciendo que si cayendo rendida ante esos enormes ojos azules y ante esa sonrisa embrutecedora. "Claro Pablo cuenta con que haré todo lo posible para no defraudarlos".
Acto siguiente me estoy parando cuando me toma de la mano y con una voz muy seria me dice "por cierto Fernanda, no pude quitarme de la cabeza tu vestido negro ni como te veías el Viernes" "Vaya hombre suertudo ese ... como se llama tu noviecito? "Phillip" conteste "ah claro el que tiene nombre de peluquero" dijo con una risita cínica. Cabe mencionar que todo este tiempo no me estaba soltando la mano. Y yo ahí echa una gelatina ni la intentaba quitar. Sentía como si corriera un shock de energía por todo mi cuerpo. Sentía mariposas, un hueco en el
Estomago y ganas de quedarme ahí mucho tiempo. "Y que si estás muy enamorada licenciada? Ya te vas a querer casar o que?" Me preguntaba sin quitarme la mirada fija y agarrandome aún la mano. Yo no sabia que contestar. Parte mía quería decirle que claro que no. Parte mía quería decirle que porque le interesaba saber. Y parte mía quería decirle que por supuesto que si! Porque hasta antes de entrar a trabajar; yo me imaginaba felizmente casada con Phillip.
Estaba por decir la primera palabra cuando se escucha que tocan-abren la puerta. Y digo tocan abren porque no terminan de tocar cuando ya están abriendo. Pero fueron los segundos suficientes para yo quitar la mano. Y gracias a Dios lo hice porque era Julia. "Ay Interrumpo?" Dijo con su vocecita sarcástica.
"Bueno yo los dejo" dije rápidamente mientras salía casi corriendo de ahí"
"Confió en ti Licenciada" alcanzó a decir Pablo mientras yo estaba prácticamente ya fuera de ahí y de esa situación tan incomoda y a la vez tan excitante para mí...
Y fue así como de la noche a la mañana pase de Becaria a Gerente de Marca. Pero el resto del
Equipo no lo tomaría nada bien...
El fin de semana se me fue volando, tuve planes caseros con Phillip y mis amigas. Y más de una me preguntaron si todo estaba bien conmigo, pues me sentían rara. Yo moría por contarles lo que estaba pasando en mi cabeza, mientras seguía haciendo un esfuerzo enorme por dejar de lado mis pensamientos hacia Pablo. Nadie entendería que yo estuviera sintiéndome así, teniendo a un novio como Phillip. Al cual no solo mis amigas amaban si no también mis papás.
Lunes en la mañana desperté ilusionada, con nervios de una niña que va a su primer día de clases. Una parte mía no quería ver a Pablo. Después de todo si yo dejara de verlo, probablemente se me olvidaría o al menos eso quería creer. Pero la única realidad es que una gran parte mía, si no es que toda, moría por verlo.
Eran las 9:50 a.m. y ni las luces de Moisés mi jefe. Era rarísimo pues no me había comentado que no estaría el Lunes; además de que siempre desde que yo entre; no dejo de ser el primero en llegar a la oficina. Saqué mi celular y no tenía ni una sola llamada suya. Solo lo había visto faltar 3 días cuando nació su hijita la más chiquita hacia ya un mes.
Dieron las 10:30 a.m. cuando recibimos una terrible noticia. Pablo convocó a una junta urgente para comentarnos que Moi había tenido un terrible accidente en la carretera de Chamapa y estaba muy grave en el Hospital. La piel se me puso de gallina. Moi era un muy buen tipo, tenía 38 años. Llevaba 9 años de casado y tenía 3 hijos. Siempre cuidaba su trabajo al máximo y no se merecía estar luchando por su vida.
Rápidamente empezaron las preguntas y el cuchicheo...y yo seguía en estado de shock.
Salimos de la junta y MariTere (la asistente de Pablo) me dijo que Pablo necesitaba verme urgente en su oficina.
Sobra decir que en ese momento y tras la noticia de mi jefe, mi cuerpo temblaba incontrolable.
"Licenciada siéntate por favor, necesito pedirte un favor. Necesito que te pongas las pilas, y que cubras el puesto de Moisés en lo que regresa o en lo que decidimos qué hay que hacer. Nadie mejor que tú conoce los proyectos de la marca y el status de las cosas. Confió plenamente en que podrás llevarlo a cabo. Estamos?"
No lo podía yo creer! Pablo confiaba en mi capacidad para cubrir un puesto gerencial. Yo obviamente solo movía la cabeza diciendo que si cayendo rendida ante esos enormes ojos azules y ante esa sonrisa embrutecedora. "Claro Pablo cuenta con que haré todo lo posible para no defraudarlos".
Acto siguiente me estoy parando cuando me toma de la mano y con una voz muy seria me dice "por cierto Fernanda, no pude quitarme de la cabeza tu vestido negro ni como te veías el Viernes" "Vaya hombre suertudo ese ... como se llama tu noviecito? "Phillip" conteste "ah claro el que tiene nombre de peluquero" dijo con una risita cínica. Cabe mencionar que todo este tiempo no me estaba soltando la mano. Y yo ahí echa una gelatina ni la intentaba quitar. Sentía como si corriera un shock de energía por todo mi cuerpo. Sentía mariposas, un hueco en el
Estomago y ganas de quedarme ahí mucho tiempo. "Y que si estás muy enamorada licenciada? Ya te vas a querer casar o que?" Me preguntaba sin quitarme la mirada fija y agarrandome aún la mano. Yo no sabia que contestar. Parte mía quería decirle que claro que no. Parte mía quería decirle que porque le interesaba saber. Y parte mía quería decirle que por supuesto que si! Porque hasta antes de entrar a trabajar; yo me imaginaba felizmente casada con Phillip.
Estaba por decir la primera palabra cuando se escucha que tocan-abren la puerta. Y digo tocan abren porque no terminan de tocar cuando ya están abriendo. Pero fueron los segundos suficientes para yo quitar la mano. Y gracias a Dios lo hice porque era Julia. "Ay Interrumpo?" Dijo con su vocecita sarcástica.
"Bueno yo los dejo" dije rápidamente mientras salía casi corriendo de ahí"
"Confió en ti Licenciada" alcanzó a decir Pablo mientras yo estaba prácticamente ya fuera de ahí y de esa situación tan incomoda y a la vez tan excitante para mí...
Y fue así como de la noche a la mañana pase de Becaria a Gerente de Marca. Pero el resto del
Equipo no lo tomaría nada bien...
CAPITULO 6
No fue nada fácil terminar la primera semana tras mi nombramiento de "acting manager". Y mucho menos con la sombra ardida de Julia.
Supe que ella había ido a ver a Pablo para pedirle que pusiera en el puesto de Moisés a una de sus amigas. Las amigas eran igual de arpías que ella y simplemente el hecho de que me pusieran a mi, la Becaria, en lugar de a una de ellas; hizo que me sentenciaran para siempre.
Cada junta, cada comentario, cada opinión que yo tuviera. Venía seguido de una crítica de Julia y sus secuaces. Obviamente yo con el tiempo además de Blanca, me había hecho muy amiga de uno de los muy picudos de finanzas. Jorge era un tipazo. Era brillante para los números y se había apiadado de mi echándome la mano con la parte numérica. Yo también era bastante abusadona con los números y el Excel. Pero juntos éramos duo dinamita. Yo preparaba la información perfecta antes de las juntas y aunque no fue fácil logre callar bastantes bocas. Especialmente logre callar varias veces a Julia.
Pablo había tenido que salir de viaje para ver una de las plantas que tenía la empresa en provincia.
Así que nuestra comunicación empezó a ser por correo.
Creo que por correo y sin dar la cara es mucho más fácil decir las cosas.
Y así fue como iniciamos nuestro coqueteo.
Al inicio era más cauteloso. Cerraba sus mensajes con un comentario como por ejemplo, "licenciada me siento orgulloso de ti"... o un "no dejas de sorprenderme".
Y pasando las dos semanas de su viaje ya eran mensajes que de plano me ponían roja y a la vez me dejaban sonriendo como niña boba. Como por ejemplo "licenciada no se que me hiciste pero no puedo dejar de pensar en ti", "me traes loco", "no se porque pero te extraño"...
Y el ultimo "muero por verte".
Cabe mencionar y porque como les dije en un inicio. No busco que me entiendan, ni busco disculpas. No busco tampoco su lastima. Y entiendo que estén pensando lo peor de mi.
Y pues si. Yo no pare los mensajes. Yo no le puse un alto a Pablo. Yo sabía y sentía que la atracción de los dos era más fuerte que lo que yo había sentido nunca. Yo trataba de pensar la forma de darle un cortón. Pero en el fondo no quería hacerlo. Pensaba en Phillip y me sentía la peor persona del mundo. A el le decía que no podía verlo porque tenía mucho trabajo. Lo cual era cierto. Pero en si no quería verlo porque no sabía cómo poder verlo a los ojos, sin decirle lo que estaba sucediendo.
Sin embargo los fines de semana lo tenía que ver. El seguía diciéndome que me sentía rara. Me decía que había cambiado mucho desde que entré a trabajar. Seguía llegando con mil y un detalles. Seguía buscando a toda costa tener relaciones conmigo. ¡Y claro, era normal! Hacia lo que cualquier novio enamorado hacia. Pero yo había dejado de amarlo. Sentía un enorme cariño por el. Sentía adorarlo de mil y un formas. Sentía muchísima gratitud por todo lo que me había enseñado del mundo. Sentía admiración por lo mucho que había crecido en su trabajo. Lo veía y se me hacía muy guapo. Pero ya no sentía amor. Ya no sentía atracción. Ya no quería estar con el. Pero me daba pavor lastimarlo. No se lo merecía. Era todo lo que una mujer podría buscar en un hombre.
Y en el fondo, y ahí viene la peor parte. No quería dejarlo por la incertidumbre de lo que tendría con Pablo.
Yo no sabía si Pablo realmente sentía amor por mi. O si yo sería una calentura más. Aunque yo lo último que quería era pensar en su estado. Tenía muy claro que el era un hombre casado. Tenía claro y porque había visto fotos en su oficina que además tenía hijos.
También tenia claro que entre los dos había algo. Había pasado ya varios meses intentando cambiar eso que sentía pero no podía, era mucho más fuerte que yo.
Y la parte débil y egoísta quería ver hasta dónde podría llegar lo que sentíamos.
Y mi parte cruel e insegura, no quería dejar a Phillip. Sabía perfectamente que era el
Hombre ideal para ser el mejor esposo, papá de mis futuros hijos. Y porque no estaba decidida a perderlo por una ilusión que yo tenía con Pablo.
Así que seguí. Fingiendo y engañando de pensamiento a mi Phillip. Hoy daría todo por haberlo dejado ir antes... y evitarle lo que viviría conmigo después.
A los mensajes de Pablo yo contestaba un tímido "gracias" un "jajaja" y ante su último mensaje un "yo también"...
Era la noche de Domingo y al día siguiente nos volveríamos a ver. Habían pasado dos semanas de coqueteo por correo.
Yo no sabía que nos diríamos. Como nos lo diríamos. Detrás de una pantalla era yo muy valiente. Pero en persona de solo pensarlo. Sentía que no podría respirar.
Llegue más temprano de lo normal ese Lunes. No había podido pegar el ojo en toda la noche. Así que decidí ir a mi clase de Yoga de 6:30 am y a las 8 estaba yo ahí lista en la oficina.
Nadie había llegado y al prender mi computadora ya tenía yo un correo... era de Pablo.
"Cómenos juntos hoy?, working lunch en mi oficina? Tengo muchos pendientes que revisar contigo."
Yo no era tonta. Y revisar pendientes era una forma de obligarme a aceptar y la mejor forma de disimularlo con el resto del equipo en la oficina.
Y así sucedió la primera "cita" con Pablo.
CAPITULO 7
La primer parte del día se paso lenta. Yo no dejaba de ver el reloj cada dos minutos. A la 1:45 P.M. estaría sentada en la oficina de Pablo para "revisar unos asuntos". Cada vez me ponía más y más nerviosa. Pero decidí enfocarme en sacar los reportes de ventas y tener todo listo. Capaz que Pablo si quería revisar pendientes y yo no podía permitir llegar sin la información completa.
"Hola Mari Tere", tengo junta con Pablo. "Si pásale mi niña ya ahorita viene, tuvo junta con Sergio" "La comida no tarda en llegar".(Sergio era el director general). Pase a su oficina y mi corazón estaba a dos mil por hora. Sentía que de tan rápido que iba, se me iba a salir. De pronto ahi estaba yo volteando a todas partes y descubrí una foto que no había visto antes. La foto de Pablo, su esposa y sus dos hijos. Que bárbaro, ella de verdad se veía una mujer muy guapa. Y los niños estaban preciosos. En esa foto se veían como la familia perfecta de la portada de una revista.
En ese momento la voz fuerte de Pablo me hizo brincar. "¿Entonces que Licenciada, si me extrañaste?". Y al voltear lo vi y lo vi más guapo que nunca lo había visto. Sus ojos azules, su pelo relamido pero con algunos chinos ya despeinados. Se que lo he dicho mil veces, pero de verdad era el hombre más guapo del mundo.
Yo me quede helada; después de ver la foto, no sabía que era lo políticamente correcto a contestar y di una media sonrisa y me senté en la silla de su mesa de juntas.
"mmhh bueno, pues empecemos por lo más importante" dijo Pablo. "Me llamaron de RH para decirme que Moises sigue igual. No saben todavía cuanto tiempo seguirá en coma inducido, y aunque los doctores están muy positivos. Sergio y RH me solicitaron buscar su remplazo a la brevedad". "¿Pero ha pasado poco tiempo no?" le dije sorprendida por la decisión. "Pues si, de cierta forma si" contestaba Pablo. "Pero cuando despierte no sabremos en que condiciones despierte. Y no podemos detenernos porque la operación y el día a día en esta compañía, debe continuar. Yo estoy muy sorprendido de tu desempeño, realmente orgulloso y seguro de que tu cubres perfectamente con el perfil. Por lo que pedí a RH te incluya en la terna de candidatos. Y créeme licenciada voy a estar abogando por ti para que oficialmente quedes tu como la Gerente de la Marca".
Me sentí un poco frustrada, pero a la vez era el proceso lógico. No podía ser de otra manera. Después de todo sería mucha la suerte de quedarme de Gerente de la noche a la mañana. Y me iba a preparar muchísimo para las entrevistas y ahora más que nunca quería callarle la boca a Julia y sus amigas.
La comida ya había llegado. Pusimos las cosas sobre la mesa y se sentó justo junto a mi.
"Bueno, suficiente de hablar de trabajo". Dijo Pablo mientras se preparaba su ensalada. "Como te dije en mis correos. No se que me pasa pero no puedo dejar de pensar en ti. Y algo me dice que tu te sientes igual. Estoy en lo correcto?" pregunto viéndome fijamente con sus ojos azules.
"Eeeeehhh bueno yo..." ¡Yo no sabía que contestar! ¿Que se contesta a un hombre casado que te fascina? ¿Que se hace cuando tus sentimientos son más fuertes que tu razón?
"Yo pues, no se que decir." "Yo..." y en ese momento volví a voltear a ver la foto de su familia y solo pude contestar. "Yo pienso que... eres un hombre increíble, te admiro mucho y siento algo que no puedo explicar. Pero también se que estás casado y tienes una familia? dije preguntando de manera intrigante al respecto.
"Si lo se Licenciada, tengo 10 años de casado. Isabel mi esposa fue mi novia desde Prepa. Cortamos un rato; cuando yo entre a trabajar aquí. Y después nos volvimos a ver y a los 9 meses nació mi primer hijo" contesto en un tono serio. "Sus papás y los míos, decidieron que lo mejor sería que nos casáramos. Yo era en ese entonces Asistente de Marca y a mis 29 años tenia que ser capaz de mantener una familia. Pero nunca había sentido lo que siento cuando estoy cerca de ti" me dijo agarrándome fuerte la mano.
"¿Y tu? ¿Que hay con tu noviecito? ¿Estás muy enamorada?"
Preguntaba aún agarrado de mi mano. Sobra decir que mi mano estaba empapada en sudor. Me daba pena, pero en ese momento eso ya era lo de menos. "No estoy segura. Siempre creí que algún día me casaría con el. Es un tipazo y me adora". contesté "Y que no hay de adorar" interrumpió Pablo acariciando mi cara y jalándome para quedar cerca de su cara que se inclinaba como para darme un beso. Cuando en ese segundo. En ese preciso segundo tocaron la puerta. Con una notable molestía Pablo dijo en un tono de voz alto "Pasen" y me soltó la mano.
"Perdón Jefe" dijo MariTere "Pero Sergio necesita que vaya urgente a su oficina". "Gracias dile que ya voy" contesto Pablo. Y MariTere volvió a cerrar la puerta.
"Te parece que terminemos esta plática alrato?" dijo viéndome fijamente con una sonrisa traviesa. "¿Te puedes quedar un poco más tarde?" Yo había quedado de llegar temprano para ayudar con unos asuntos a mi papá. Y decidí que no estaba lista para afrontar lo que estaba sucediendo. "No, la verdad hoy no puedo quedarme". desconcertado y desacostumbrado a que no le den por su lado, me dijo "Bueno pues será otro día". mientras se despedía de mi y se iba.
Al día siguiente no lo vi para nada, no hubo mensajes. Me copió en algunos correos. Pero personales nada. ¿Se habrá enojado? cuestionaban los demonios de mi cabeza.
El Miércoles estuvimos en una junta. Cruzamos un par de miradas y nada más. Ese día me llego un correo de Recursos Humanos invitándome a participar en la terna por el puesto de Moises. Venían varias entrevistas, un panel y la última entrevista era con Pablo.
Estaban programadas para mañana Jueves y la entrevista con Pablo el Viernes.
"Con que estás en la terna para el puesto de Moises?" dijo Julia con su vocecita sarcástica. "Ni lo sueñes, a ti para ese puesto te falta mucho. Así que disfruta de tus últimos días como la suplente porque pronto tendrás jefecita" se rió y se fue.
Hijole en ese momento tenía ganas de decirle tantas cosas, pero mejor dejaría que mis entrevistas hablaran por si solas...
CAPITULO 8
El Jueves tuve el panel de entrevistas. Un panel es cuando hay varias personas integradas por diversas áreas de la empresa interesadas en revisar el desempeño de los candidatos. Los candidatos al puesto resuelven un caso real de la empresa y el panel esta ahí viendo como se desenvuelven los candidatos y como resuelven el problema. Mi panel estuvo integrado por la encargada de RH, mi amigo de finanzas Jorge (gracias a Dios porque así tendría a alguien de mi lado) y por desgracia Julia. La cuál obviamente iba a aprovechar cualquier mínimo error para criticarme. Y quién apoyaría a su amiga que estaba en la terna por el puesto. Adicional estaba un director de ventas que era imparcial pues no nos conocía bien.
El caso a resolver estuvo fácil para mi porque había sido un caso real de la marca y que yo había ayudado a Moises a resolver. Aún así hice mejoras a las propuestas y finalmente me sentí muy bien y muy segura de como lo resolví y como lo presente.
De ahi vendrían entrevistas "one on one" con los ejecutivos del panel. Es correcto tendría que entrar a una entrevista con Julia y eso me aterraba.
La terna estaba conformada por la amiga de Julia, quién llevaba siendo asistente de marca senior ya un buen rato, y no había logrado crecer. De ahí estaba un cuate que venia de otra empresa y yo. La becaria que llevaba ya casi 9 meses en la marca. Pero creo que humildad aparte yo soy quien había preparado y contestado mejor el caso.
Hable con RH, con Jorge (George como le digo yo) que fue más una plática de amigos y quién me dio tips para como llevar mi entrevista con Julia. Pues el sabía perfecto como era y lo mucho que me odiaba. El decía que me odiaba porque siempre estuvo acostumbrada a ser la niña bonita de la empresa. Y ahora la más bonita era yo. "Lo dices porque me quieres" le dije a George. Quién siempre iba a mi lugar a llevarme algo rico de comer, me ayudaba con mis gráficas y con mis números. Me daba tips y era junto con Blanca un gran apoyo en la empresa para mi. George en algún momento me había tirado la onda; pero desde que supo que tenía novio se mantuvo al margen como un buen amigo. Diciéndome que mi novio era un suertudo, y que si en algún momento cambiaba de opinión el estaría ahí para mi. La neta George no era mi tipo, era una chavo super trabajador. Era muy lindo y detallista. Era un cuate que se había superado mucho y que estaba llegando muy lejos. Tenia unos ojos almendrados muy bonitos y unas cejas pobladas tipo arabesco. Era muy varonil pero no era nada mi tipo.
De pronto tocaba mi turno con Julia. "Hola Julia, ya estoy lista" dije mientras abría la puerta hacia el cubiculo donde estaba.
"pasa y siéntate" me dijo con su tonito exigente con el que daba ordenes por todas partes. "Te gusta Pablo?" empezó con la primer pregunta. "Perdón?" dije con asombro ante la pregunta que me estaba haciendo. "Si no te hagas la tonta, te gusta Pablo?" repitió. "Mira Julia no se a que quieres llegar con esta pregunta, pero yo estoy aquí por trabajo". dije en un tono ya ofensivo.
"No creas que no he notado sus miraditas" contestaba burlonamente Julia. "A ver Pablo es muy guapo. Pero no tienes idea con quién te metes. Luego no me digas que no te lo advertí".
"Pero a ver empecemos con tu entrevista. Aunque te repito que yo creo que te falta mucho para ser gerente". y se dispuso a leer las preguntas de la hoja que RH les había dado.
Una a una fui contestando mientras ella hacia sus anotaciones. Y al paso de 25 minutos estaba fuera. Hija de puta pensaba mientras salía de ahí.
Con el director de ventas me fue muy bien, estuvimos platicando casi una hora. Y sentí que yo sería su candidata.
Mañana tendría mi entrevista one on one con Pablo. Y se me hundía la panza de imaginarme otra vez frente a el solos en su oficina. Si ya Julia había notado las miradas, ¿será que éramos demasiado obvios?
Esa noche no dormi nada. Me fui a mi yoga y llegue temprano.
La entrevista sería a la 13:00 hrs. Y como los Viernes salimos temprano no sabía si me quedaría más tiempo con Pablo y termináramos la plática del Lunes. Y mis demonios empezaban la batalla mental. Si me da un beso, ¿me quitaría?, ¿lo empujaría? no se como reaccionar pensaban mis demonios mentales. Mis padres siempre me han inculcado buenos valores. No puedo ni debo meterme con un hombre casado. Pero mi parte egoísta, mi parte insensible, mi instinto sexual, animal o como lo quieran llamar ( seguramente quién juzga, dirán que mi instinto de puta) quería darle un beso. Sin importarme nada ni nadie.
Eran las 13:00 hrs y mi corazón otra vez se aceleraba. Iba camino a la oficina de Pablo cuando me llego un mensaje de Phillip que decía. "Suerte Guapa, confió en ti". Ufff no podría quitarme de la cabeza eso último. Confío en ti. El confiaba en mi y aunque me lo decía por la entrevista que le dije que tendría. Yo se que el en todos los sentidos confiaba en mi. Pero yo no. Yo no confiaba en mi. Yo no sabía de lo que sería capaz de hacer con Pablo, ni hasta donde estaría dispuesta a llegar.
"Pasale mi niña, Pablo ya te está esperando" me dijo MariTere. Y así con un casi empujón me cerró la puerta.
Pablo estaba concentrado en su computadora.
"Hola Pablo, buenas tardes ya estoy lista" dije mordiéndome la boca de nervios. "Hola Fer, siéntate por favor. Mando un correo y estoy contigo." contestaba en un tono que yo sentí frío.
Inmediatamente los demonios empezarón a atacarme. ¿Ya no te dijo Licenciada? Esta serio, ¿Se enojo por algo? ¿Quizás ya no te ve igual? y de pronto...
"Estoy revisando los reportes y veo que te fue muy bien en tus entrevistas y en el panel. No esperaba menos de tí. Pero ahora te falta el examen final, y ese será conmigo...estas lista?" y viéndome con una cara de travesura que me empezó literal a hacer sudar.
"Eehhh claro, pregúntame lo que quieras" dije nerviosa. "¿Lo que quiera?" dijo sonriendo pícaramente. "Sii, lo que quieras" afirme segura.
Me hizo varias preguntas de la marca, mi visión. Como veía yo los retos de la marca y como creía yo que los resolveríamos en los próximos 2 años.
Finalmente y sonriendo me hizo la siguiente pregunta.
"Te gusto?"....Enserioooo me decía yo a mi misma. ¡No podía creer que esa fuera una de sus preguntas! Este hombre no se iba con rodeos.
"Si y no" conteste más nerviosa que nunca. "La verdad me encantas Pablo, pero estás casado y yo no soy el tipo de niña que se mete con una familia" ¡Wow! Se lo dije y que orgullosa estaba de mi.
"Mira Fer, yo te entiendo. Pero las cosas en mi casa no están bien. Yo se que no tengo cara para pedirte nada, pero te juro que por más que trato no puedo evitar tenerte en mi mente todo el tiempo.
Yo tampoco se que hacer con esto que siento, y necesito saber si tu estás dispuesta a descifrarlo conmigo" dijo en un tono serio.
"Te puedes quedar más tarde hoy, por favor? solo hasta que se hayan ido todos" me decía con una mirada intensa.
"Ehhh no se, supongo que si". conteste aún nerviosa.
"Por cierto, considera el puesto tuyo" dijo Pablo mientras me levantaba para salir. "Te espero en el estacionamiento mi coche esta en el -1, hoy tenemos que festejar".
"Si" conteste mientras salía... Y ahí en ese momento de maldita debilidad me condene para siempre...
CAPITULO 9
Dieron las 3:30 pm. En la oficina los Viernes se salía temprano, y es raro quién siguiera ahí después de las 3.
A mi me sudaba todo, sentía un hueco enorme en la panza y un nervio de no saber lo que sucedería después.
Le mande un mensaje a Phillip, avisándole que había quedado de salir con unas amigas de la oficina y que le marcaría más tarde o que quizás no lo vería hoy. Le mandé mensaje porque sabía que si le marcaba me iba a hacer tantas preguntas que me iba a cachar que le estaba mintiendo.
Mas o menos a las 3:10 P.M. había pasado Julia por mi lugar. Le había sorprendido verme y vi que había ido directo hacía la oficina de Pablo. Después de eso no la volví a ver. Pero note que había puesto una cara cuando vio la hora y vio que yo seguía por ahí. No creo que sospeche que me estaba quedando por irme con Pablo. Y me hice la que estaba revisando unos papeles.
A las 3:45 PM me llego un mail de Pablo "¿Licenciada nos vamos? te espero en el estacionamiento -1. Mi coche es un BMW blanco. Te espero ahí ya voy a ir bajando." "OK" conteste.
Rapidisimo cerre la laptop y recogí mis cosas. Me asegure de que ya no hubiera nadie y me fui al baño. Me ví en el espejo y parte mía sintió muchísima culpabilidad. Como yo después de tener a un novio como Phillip, me iba a ir a quién sabe donde con un hombre casado. ¿Que pensarían de mi mis papás, Phillip, mis amigas? nuevamente mis demonios internos me estaban acribillando. Si mis demonios internos pudieran hablar me estarían gritando zorra; y en ese momento así me sentía. Pero decidí callar mi mente, inhibir los sentimientos de culpabilidad. Me cepille los dientes, me peine un poco, me puse brillo en la boca, un poco de perfume y salí.
5, 4, 3, 2, 1, PB... -1.
Sentí que me iba a dar un infarto de lo acelerado que traía el corazón. Sentía nervio, adrenalina, emoción, angustia y todo junto.
Estaba en el estacionamiento y ya no quedaba nadie más que un BMW blanco.
Camine hacia el coche y Pablo se bajo rápido para abrirme la puerta. "Lista" me preguntaba. "Aha" dije en voz nerviosa. "¿Oye pero no quieres que te siga? es que traigo mi coche y no se si te queda de paso regresarme." pregunte aún más nerviosa. "Por supuesto, yo te regreso" contesto seguro.
"Te voy a llevar a un lugar buenísimo" y arrancó.
Todo el camino yo iba un poco sería, me sentía super rara. Yo ahí sola en el coche de Pablo... de mi Director, del hombre casado, yo de 25 y Pablo de 40...Pero cuando volteaba y le veía esos ojos azules y esa sonrisa, me quedaba idiotizada y solo sonreía como una niña chiquita con juguete nuevo.
Pablo puso musica y el iba feliz cantando. No podía entender como iba tan fresco por la vida.
( Y es que claro hoy lo entiendo; el un hombre casado saliendo con una becaria de su oficina, sería el héroe para muchos. Y yo becaria saliendo con mi jefe casado, soy y seré la puta. Pero de ese tema ya hablaremos después).
Llegamos a una de las esquinas mas transitadas de todo Polanco. La oficina de Phillip estaba por ahí, me moriría si me viera comiendo con mi Director y sin las "amigas" con las que le dije que vendría. "Seguro que quieres comer aquí?" pregunte a Pablo. "Si porque no?" contesto fresco como si estuviera saliendo con su mejor amigo. "Es que hay mucha gente no?, y si nos encontramos a alguien?" preguntaba apanicada.
"Pues mira yo vivo por el Sur de la ciudad, y no acostumbro salir por aquí los Viernes. Yo siempre he pensado que entre más se esconde uno, más fácil lo cachan. Además, yo no pretendo hacer nada que tu no quieras. Si te quieres ir, nos vamos" me decía viéndome con esa cara irresistible.
Bueno pues a la fregada! pensé y decidí quedarnos ahí.
El pidió una botella de vino, entradas para compartir y nos pusimos a platicar horas. La verdad es que como buena recién salida de la universidad; con mis amigas no acostumbraba a ir a lugares muy caros. Solo con mis papás y de un tiempo para acá con Phillip cuando el quería sorprenderme. Y después de 1 botella de vino entre los dos, yo ya sentía que se me resbalaba el mundo y empece a desinhibirme. Al grado de contarle chistes, experiencias, y un sin fin de historias. El también se veía muy feliz y muro relajado. Riéndose y de vez en cuando, agarrandome la mano como sin querer queriendo. "Salud por la nueva Gerente" me decía viéndome con una cara de orgullo.
Nos dieron las 8 PM. Y me dí cuenta porque me entró una llamada de Phillip, y a los 5 minutos una de mi mamá. Obvio se perfecto que mi mamá me marco en cuanto supo que yo no estaba con Phillip. Y que al no contestarle Phillip seguramente habló a mi casa,
Y es que eso era en gran parte lo que me tenía un poco harta de mi relación con Phillip. El niño perfecto, la adoración de mi mamá. El otro hijo de mi papá. Y claro, como no se los iba a ganar. Si siempre que salíamos me regresaba a la hora que tenía que llegar. Siempre me sobre protegía y mis papás se habían olvidado de lo que era preocuparse por mi desde hace 3 años que habíamos empezado a andar.
En cambio con Pablo, de imaginar la cara que pondrían mis papás. Me iban a matar. Y en parte creo que la atracción hacía lo prohibido también fue parte de lo que me empezó a gustar.
Me pare al baño para hablarle a mi mamá y para contestar los 8 mensajes que tenía de Phillip.
"Amor como vas?", "Amor que plan?", "Amor donde andas?" "Fernanda Márcame", "??????" "Tu mamá ya me habló que no sabe nada de ti", "Te desconozco", "Contéstame carajo"...
Obviamente en los mensajes de Phillip vi que ya estaba furioso conmigo. Y yo no tenía ganas ni de marcarle. Así que llame a mi mamá y le dije que estaba con unas amigas de la oficina y que de ahí me iría a casa de una de ellas. Obviamente mi mamá preocupada por mi me dijo que porque no estaba con Phillip, que si todo estaba bien. Que ya había marcado 5 veces a mi casa. Y le dije que me había quedado sin pila y que ahorita le iba a marcar.
"Hola Amor, como estas? perdoname por favor!!! pero es que estamos festejando a una de mis amigas de la oficina y mi celular se quedó sin pila. No te marco porque hay muchísimo ruido. La verdad se me fueron las horas. Ya le avise a mi mamá. Te amo y te marco mañana. Por fa no te enojes, mañana te lo compenso"
Ese fue el mensaje que le mandé... y desde ese día empezaron las miles de mentiras hacía Phillip y hacia mis papás.
"Todo bien?" pregunto Pablo "Si claro, tu?" todo perfecto contestó. Mientras pedía un whisky y para mi un vodka. Y entre más platicas y risas nos dieron las 11! "Quieres ir a otro lado?" preguntaba con su cara de niño travieso. "Mhhh pues para empezar por mi coche" dije en mis 3 sentidos que me quedaban de los 5. "La verdad no se si voy a poder manejar"... le decía un poco preocupada. Y es que siendo sincera llevaba años de ser la niña perfecta. La que nunca se emborrachaba, la que sacaba buenas calificaciones, la que cumplía con todo lo que mis papás esperaban de mi. Esta versión mía nunca la había conocido. Pablo provocaba en mi sentimientos de libertad y vale madrisimo que nunca en la vida había vivido. Y que con el me daban ganas de vivirlos.
Llegamos al corporativo a las 11:30, y Pablo bajo hasta el -3 donde estaba mi coche. Había sacado 2 botellas de agua de su coche y unos chicles. En el estacionamiento todo estaba super apagado. "Segura que estás bien para manejar?" me decía Pablo. "Si claro" contestaba yo aunque debo confesar me sentía ligeramente mareada. Me despedí del el y me dio un abrazo fuerte.
Y justo cuando estaba por subirme a mi coche. Me tomó del brazo me jaló hacia el...y zas! Me planto el beso más pinche perfecto que nadie me había dado nunca. No puedo ni explicarles lo que sentí con ese beso. Fue de lo más intenso sin caer en lo vulgar. Ni mucha lengua, ni poca lengua. Ni mucha baba, ni poca baba. Ni muy fuerte, ni muy suave... fue perfecto!
Sentí que me podía haber quedado ahí horas... de los mejores momentos de toda mi vida.
Todo tan perfecto hasta que....Se escucha como prenden un coche y con un aceleron se va en un segundo. En lo que nos quitamos del beso no pudimos ver ni quién había sido.
Lo que era un hecho, es que alguien nos había visto...
CAPITULO 10
CAPITULO 11
CAPITULO 12
CAPITULO 13
CAPITULO 14
Perdón perdón...se que me tarde mucho esta vez. Pero les repito, no es fácil y me tardó un poco. Sobre todo porque como ya todas los habrán pensado, no debí aceptar el anillo de Phillip.
Y es que no tuve la fuerza ni el valor para decirle que no. No frente a todos nuestros amigos. No pude hacerlo frente a esa ilusión con la que había preparado todo.
Y esa noche me dormí llorando. No podía parar de llorar ante la frustración de no seguir enamorada de Phillip. Yo lo había amado, había querido pasar con el toda mi vida. Pero ahora en mi cabeza solo tenía a Pablo. Pero Pablo era prohibido y sabía que haría todo de mi parte para sacarlo de mi vida. Y para tratar con todas mis fuerzas de re enamorarme de Phillip.
De pronto recibí un mensaje... "Muero por verte, te extraño" era de Pablo. Y mi corazón se aceleraba a mil. No conteste.
El Sábado entro mi mamá corriendo a mi cuarto. "A ver ese anillo" y mi papá tras ella. Para ellos Phillip era como un hijo más y mi mamá estaba claramente más emocionada que yo.
Tal fue la emoción que invitó a toda mi familia para festejar nuestro compromiso y mi cumpleaños. Mis 26 años. Phillip estaba feliz y mi familia también. Mis primas, tios, abuelos amaban a Phillip. La historia era perfecta. Viviríamos felices para siempre. Pero mi cara y mi emoción era de tristeza. La gente me preguntaba si yo estaba bien. Claramente no. Claramente estaba forzando a mi corazón a dejar ir al único hombre que me había hecho vibrar. Al único con el que yo temblaba con solo verlo. Y ahora me casaría con Phillip, y yo lo único que sentía era un enorme vació.
Fingía con todas mis fuerzas estar feliz. Pero definitivamente no lo estaba.
Cuando se fueron todos menos Phillip. Me llevo hacía el estudio y se lanzó a los besos. Me empezó a quitar la blusa. Y yo solo podía pensar en la noche que había pasado con Pablo. Cerré mis ojos y me imaginaba a Pablo. Todo el tiempo me acorde de Pablo. Y creo que al menos para Phillip funcionó pues me dijo "Wow Fer, estuvo increíble". ¡Que horror! ¡Que estoy haciendo! ¡Esto está muy mal! Phillip no se merece esto. Y cada vez me sentía más pinche y más puta. No puedo seguir ocultando esto a Phillip. Pero jamás me lo perdonaría. No podía ni empezar a imaginar lo que me podrían decir mis papás. Mi familia, la de Phillip...y me quede callada.
"Bueno pues por fín las 12" Feliz cumpleaños Futura Señora de Miller!!!" mientras me abrazaba fuertísimo.
El Domingo no quería ni salir de mi cuarto. Pero era mi cumpleaños y los bombardeos de mensajes y llamadas empezaron.
Pero de pronto entró mi mamá sorprendida a mi cuarto y me dijo "Fernanda, ¿Quién es Pablo? "Queeee Porqueee" pregunte nerviosa.
"¿Porque acaba de llegar un arreglo enorme de rosas y el que entrega dijo que venía de parte de un tal Pablo, quién es?" preguntaba mi mamá sumamente intrigada.
"Ahhh pues es el Jefe de mi área en la oficina, seguro lo mandaron de parte de todos." contesté asombrada de haberme podido sacar esa respuesta de la manga. Mientras corrí a ver el arreglo de flores. Que bárbaro estaba enorme. Habrían por lo menos 4 docenas ahí metidas.
"Ah pues que detalle de tu oficina, pero con todo lo que trabajas es lo mínimo que podrían hacer." me dijo mi mamá y se fue.
¡No lo puedo creer! ¡Es un descarado! pensaba. Pero ahí estaba yo con una sonrisa de oreja a oreja que no podía evitar.
"Muchas Felicidades Bonita, te mandé un detallito. Pero mañana nos escapamos otra vez y te festejo como se debe". De leerlo mi cuerpo temblaba. Otra noche con Pablo sería lo mejor que me podría pasar. Pero NO. Yo ya estaba firme con mi decisión y ahora estaba comprometida.
Decidí no contestarle nada.
Más tarde fuí a comer con mis papás, Phillip y mi hermano. Para seguir festejando. Todavía recuerdo soplar la vela de mi pastel y poniendo mi anillo (mi nuevo anillo de compromiso) deseaba con todas mis fuerzas...Olvidar a Pablo.
Eran las 9 de la noche del Domingo, cuando sonó mi celular. Era Pablo. Mi corazón se aceleró muchísimo. Pero decidí no contestar.
Toda la noche sentía un hueco terrible en la panza. No quería que fuera Lunes. No quería verlo. No quería saber nada de el. Voy a renunciar pensaba. Pero tampoco quería dejar el trabajo así. Después de todo ya me habían dado la gerencia y más que nunca tenía que demostrar que podía con el puesto.
El Lunes llegue a la junta y me dedique a ver mi computadora. Evadía a toda costa verlo. Trate de no voltear a verlo. Pero de pronto fue inevitable. Entró Mari Tere cargando un pastel. Y a coro me empezaron a cantar las mañanitas. Algunos más forzados que otros, como por ejemplo Julia.
Pero ahí estaba Pablo junto a mi "Felicidades Licenciada" me abrazo frente a todos. Su olor. Maldita sea su olor me mataba. Pero me quite rápido di las gracias a todos los que se pararon a abrazarme. Obvio Julia no lo hizo.
En ese momento terminamos la junta y me regresé a mi lugar.
Llevaba 2 minutos ahí sentada cuando sonó el teléfono. Era MariTere. "Hola mi niña Pablo quiere verte en su oficina ¿vienes?"
Me lleva la fregada. Pablo quería verme y eso solo significaba que tendría que decirle.
Con el corazón a mil llegue a su oficina. Toque la puerta y me abrió rápidamente. Tras de mi cerró la puerta y noté que le puso seguro.
Apenas estaba pasando cuando me jaló del brazo y me dio un beso. "Que haces Pablo" me quite inmediatamente. "Estamos en la oficina". dije preocupada "Yo se, pero me urgía verte. Ya no aguantaba un día más sin tí" me dijo mientras se me acercaba.
"Además te mandé un regalito a tu casa, te gusto?" me dijo con sus ojos azules y su sonrisa traviesa.
"No Pablo, no esta bien que me hayas mandado flores a mi casa. Porque tu estás casado y yo..." y se me empezó a quebrar la voz. "Yo tontamente creí que tu y yo" y se me salían las lágrimas. "Pero Phillip y yo... bueno el... me pidió que me casará con él y acepté" dije mientras empezaba a llorar más.
Se había quedado frio. No tenía palabras. Noté que su sonrisa se volvió una cara sería. Y pegó un puñetazo contra su escritorio.
"Que bonito te lo tenías escondidito ¿Y lo del Jueves qué? ¿Le contaste eso al peluquero? me decía mientras sus ojos también se ponían rojos. Pero más que triste lo veía enojado.
"No claro que no le conté a Phillip (reclamando que le dijera el peluquero). Y eso ya no puede volver a pasar. Como tu me dijiste vivimos el momento. Pero tu estás casado, y nada menos que con la hija del Director General. Yo no quiero seguir así Pablo" contesté limpiando las lagrimas.
"Bueno pues si eso es lo que quieres, adelante. Ya te puedes ir". me contestó sentado frente a su escritorio y ya sin voltearme a ver.
Osea el si puede estar casado y no hay problema. Pero yo decido regresar con mi novio y ¿soy de lo peor? empezaban mis demonios a atacarme.
Justo iba saliendo cuando vi que Blanca me vio. "¿Porque lloras?" se acercó a preguntarme. "Porque tenías razón, lo de Pablo ya no puede seguir. Y mira le enseñe el anillo y le conté que me casaría con Phillip".
"Verás que es lo mejor amiga. Pablo no te conviene" me dijo mientras se iba nuevamente a su lugar.
No se ni porque me atreví a contarle todo desde un inició. Sabía que su preocupación por mi era más de chisme que por interés. Pero por eso mismo quise decirle que lo mío con Pablo ya era historia. Aunque claramente nunca lo sería.
El correo empezó a bombardearme con información que solicitaba Pablo. Con reportes, status etc. De pronto tenía el trabajo del mundo. Y parecía como si mandándome trabajo fuera su forma de desquitarse conmigo.
Pero lo peor apenas empezaría...
CAPITULO 15
CAPITULO 16
CAPITULO 17
En ese momento no supimos quién nos había visto, y a Pablo parecía no importarle. Pero yo no estaba para nada tranquila.
El regreso a mi casa fue horrible. Todo el camino me la pase llorando. No sabía que sentir. Sentía miedo, culpa, asco de mi misma. Sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, muy mal.
El fin de semana tuve mi primera pelea fuerte con Phillip. Salimos a comer con mis papás, y de ahí mis papás se fueron al cine y el me pidió irnos a tomar un café.
Nunca en 3 años habíamos tenido ninguna discusión sería. Casi nunca nos habíamos peleado y solo íbamos por un café cuando tenia cosas importantes que contarme.
"Mira Fer, llevas ya casi 10 meses desde que entraste a trabajar y la verdad has cambiado mucho. A veces siento que ya no te conozco. Como ayer que te fuiste hasta tarde con tus nuevas amiguitas y que ni siquiera pudiste contestarme el celular. ¿A que hora llegaste?"...empezó la plática Phillip con una cara que no conocía. Lo veía mal, desencajado, triste y enojado a la vez. "Pueess poco mas de las 12 aprox..." conteste con cara de niña regañada. "¿Tomaste?" pregunto seco. "Un poco, si" conteste sin poderlo ver a los ojos. "¿Y con quién estuviste Fer? ¿Quienes iban? ¿Porque no me dijiste que fuera por ti? seguía el interrogatorio y el escrutinio. "Por esto Phillip, por esto!" contestaba yo alteradamente. "Porque siempre quieres controlarme, porque te siento siempre encima de mi, porque no me dejas respirar, porque a veces ya no se ni lo que quiero..." conteste bajando un poco más el tono.
La cara de Phillip era de incredulidad absoluta. "No puede ser ¡Fernanda! lo único que hago es cuidarte, protegerte, estar ahí para ti. ¡Y ahora me sales con esto!" empezó levantando la voz... y después la pregunta "¿Hay alguien más verdad?" me preguntaba con una cara de angustia. "No Phillip, no es eso"...conteste. (Mal hecho, MAL MUY MAL empezaban mis demonios mentales. Dile la verdad. Dile de Pablo. Eres una puta, no tienes escrúpulos... )Y así me atacaban los demonios de mi cabeza. No podía soportar lo que yo sentía en ese momento. Pero no quería lastimarlo. No podía decirle. No sabía ni como le diría ni a el, ni a mis papás. Y MENTÍ una vez más le mentí a la cara y negué lo que estaba sucediendo.
"¿Entonces que es Fer?"...preguntaba ya un poco más tranquilo. Como si le hubieran regresado el alma al cuerpo. Y es que la verdad yo se que Phillip me adoraba. El hacía todo por mi, dejaba todo por mi. Yo era su centro y su mundo. Y el lo había sido para mi hasta que conocí a Pablo.
"Pues no se Phill, no se que decirte. Me siento rara. El problema no eres tu. Tu eres lo máximo y habría mil mujeres ahí dispuestas a hacer lo que fuera por tener a un hombre como tu"...le decía viendo hacía el piso, porque no podía sostenerle la mirada.
"¡Me valen madres las otras viejas Fer! yo te quiero a ti, tu sabes que quisiera casarme contigo. ¡Pero no se que chingados te pasa!¿Ya no me quieres?"estaba ya notablemente desesperado.
"Si te quiero y mucho, pero siento que algo cambio en mi, siento que ya no te veo igual que antes. Quiero tiempo para pensar las cosas. Ver si te extraño. Ver como me siento sin ti. No se, quiero estar segura" conteste con lágrimas escurriendo sobre mis cachetes.
Y frio y sin poder ni hablar, levanto la mano pidió la cuenta.
"¿No me vas a decir nada?"... le preguntaba yo. Yo quería que me dijera algo. No se que quería que me dijera, pero quería que dijera algo.
Phillip no me podía ni voltear a ver. Tenia los ojos muy rojos como aguantando llorar. Nos subimos al coche. Seguía sin hablar. Puso el radio mientras seguía manejando (bastante rápido). Y me llevo a mi casa.
"No soy tonto Fernanda, aquí pasa algo más. Cuando tengas ganas de decírme la verdad yo aquí voy a estar. Yo no tengo dudas de que te amo" y en ese momento se le salen las lágrimas. Lo abrace y nos quedamos un ratito llorando, hasta que le di las gracias y me metí a mi casa.
En ese momento le debí haber dicho la verdad. Pero no tuve el valor. De haber sabido lo mucho que lo iba a lastimar después, lo habría hecho. Pero no lo hice, y hoy cargo con esa culpa y con ese Karma.
Aunque llore mucho todo el Domingo. Los mensajes de Pablo me ilusionaban. Y es que empezó a mandarme mensajes desde el Sábado en la noche.
Sábado 8:45 PM "Quiero más besos!!!"
Domingo 1:00 PM "Por primera vez, quiero que sea Lunes"
Y cuando le conteste "Yo también, te mando un beso"...me puso "El Lunes me lo cobro".
Adicional le mandé un mensaje ¿Oye y no supiste quién nos habrá visto? a lo que contesto "Tranquila con ese tema, seguro fue uno de los choferes de seguridad". Su tranquilidad me relajaba.
Era claro que nos traíamos ganas. Que yo le atraía tanto como el a mí. Pero a mi me daba coraje sentirme así porque estaba dejando ir a un hombre increíble, por alguien casado a quién yo realmente no conocía. Yo a Pablo lo admiraba. Bastaba verlo en una junta para caer rendida. Siempre inspiraba, siempre con los mejores comentarios. Pero cómo era el realmente, apenas lo empezaba a conocer. Y la gran pregunta en mi cabeza era. ¿Estará dispuesto a dejar todo por mi? y es que yo no quería que dejara a su familia. Pero quería estar más tiempo con el. Quería conocerlo más. Salir juntos. ¡Me encantaba! y yo si estaba dispuesta a ver si lo que teníamos era tan fuerte como lo que yo sentía por el.
Todo el Domingo me la pase pensando en el y en lo que había pasado el Viernes. ¿Quién nos habrá visto?.
Lunes llegue a la oficina super temprano. Teníamos una junta donde lo vería. Llegando cruzamos miradas y me sonrío. Acto siguiente me llego un mensaje "Te ves guapísima" a lo que conteste "Gracias tu también" y nos volteamos a ver y sonreímos.
Julia no estaba, había salido a una de las fábricas fuera de la ciudad.
A la hora de la comida recibí otro mensaje "Te puedes quedar más tarde hoy?"... a lo que conteste "No tan tarde como el Viernes pero si".
Todo el día estuve con la mente distraída. No me sentía yo. Me sentía rara. Phillip no me había marcado desde el Sabado en la tarde, y me sentía rara. Normalmente me marcaba 3 veces durante el día y me mandaba mails también. Pero claramente estaba respetando el tiempo que le pedí.
La tarde se me fue eterna pero finalmente eran las 7:00 PM la oficina empezaba a vaciarse y yo iba camino a la oficina de Pablo.
MariTere la secretaria ya se había ido. Toque la puerta y Pablo fue a abrirla haciéndome señas de que me callara.
El estaba en una llamada en el celular.
"Claro, todo eso me queda claro. Pero tu sabías a lo que te metías cuando hiciste lo que hiciste. Así que no me vengas ahora con estos dramas Isabel"...hablaba con ella, con su esposa.
"Bueno nos vemos hoy más tarde porque estoy tapado de chamba y no se ni a que horas voy a salir. Aha Bye"... y colgó.
Se paro y cerro la puerta con seguro. Y jalándome de la cintura hacia el me dio un beso largo intenso y la verdad delicioso.
Su olor, su pelo y todo el me encantaba.
"Ay Licenciada, ya te extrañaba. ¿Como estas?" me preguntaba mientras me seguía abrazando de la cintura.
"Bien supongo...pero no se Pablo. De verdad no se que hacer. Me siento rara. Tu estás casado y yo...bueno yo y Phillip...pues le pedí un break."...le quería contar para ver que cara me ponía. Ver que intenciones tenía el al respecto.
"Orale, ¿ya le diste cran al peluquero? pues esa es una buenísima noticia ¿no? digo supongo que ¿tu lo decidiste? ¿No le contaste de nosotros verdad?" mientras me hacía cariños en el brazo.
"NO, no le conté de ti. porque no tengo claro ni siquiera si hay un nosotros, ¿o tu si lo tienes claro?". conteste exigiendo una respuesta.
"Pues no se bonita, para mi esto también es nuevo y no se que titulo darle. Yo se que me gustas mucho y que quiero estar contigo." Contesto mientras me daba besos en el hombro y cuello, haciendo que mi respiración se acelerara.
"Pues tu a mi también me gustas mucho, pero te recuerdo a Isabel?" dije empujándolo para verlo a la cara.
"Mira que te parece que ahorita no pensamos en nada más que en ti y en mi, y en esto que esta pasando hoy"...y volvió a jalarme de la cintura dándome otro beso que me dejo sin aire.
Poco después empezó a darme besos en el hombro y cuello bajando un poco el sweater que traía y empezó a intentar bajar más hacía el escote. Y yo no hacía nada por quitarme porque me sentía total y absolutamente extasiada.
En eso tocan a la puerta. ¿Cómo? Se supone que ya no había nadie. ¿Quién podría ser?
En ese momento Pablo me volvió a hacer señas de silencio. Y me movió de tal manera que yo quedara atrás de la puerta.
¿Si? dijo mientras abría la puerta. "Disculpe señor es que estamos buscando a la señorita Fernanda Echeverria. Hay una situación con su auto y nos gustaría que bajara. Pero no la encontramos y como vimos su oficina prendida queríamos preguntarle" dijo uno de los de seguridad del corporativo.
¡Me buscaban a mi! ¿Que le habría pasado a mi coche? pensaba mientras escuche a Pablo que les dijo "Si, estaba conmigo revisando unas cosas pero fue al baño en cuanto regrese yo le aviso que baje a su coche." y cerro la puerta.
Espere unos minutos y le dije "¿Que le habrá pasado a mi coche? por favor acompáñame a ver."
Bajamos a ver mi coche y en la puerta me habían rayado "PINCHE PUTA" me solté llorando. Alguien le había hecho esto a mi coche y alguien tenia razón. Yo estaba metiéndome con un hombre casado y alguien lo sabía. ¿Pero QUIÉN?
CAPITULO 11
Llore como niña chiquita. No podía creer tanta maldad en la gente. Rayaron mi coche con una navaja. Tendría que irse al taller para quitárselo. Y lo que más me preocupa es como iba yo a salir así a la calle. Como iba yo a llegar a mi casa así. ¿Que pensarían mis papás? ¿Como iba yo a explicarles esto?
Pablo me abrazo y me dijo "no te preocupes bonita yo te llevo a tu casa y mando mañana mismo tu coche al taller". A la vez pidió a Ramón el jefe de seguridad que revisará inmediatamente las cámaras y que le diera un reporte de quién había estado por el estacionamiento ese día. Quería saber quién había hecho esto y yo también. Seguramente la misma persona que nos vio el Viernes.
Camino a mi casa me agarraba la pierna y me decía... "Tranquila es solo un rayón". "Si Pablo, pero alguien sabe! contesté gritando de desesperación. Su tranquilidad a veces me molestaba. Que a caso no tenía ni el mínimo de culpa pensaba yo. "Alguien sabe lo que tu y yo estamos haciendo, y esta mal. Tu estás casado, tienes hijos y yo no quiero esto para mí."
"Si Fer, se perfectamente lo que estamos haciendo. Pero de momento yo tampoco tengo claro lo que va a suceder mañana, ni pasado. Yo solo se que quiero estar contigo hoy y quiero que disfrutemos esto. Y vamos a ir pasando los problemas como se presenten. Yo confió en que tu tienes la madurez para enfrentar tus decisiones y para luchar por lo que quieres." me decía mientras me tomaba fuerte de la mano.
"Aqui es" le dije cuando estábamos llegando a mi casa. Entre tantas cosas ya eran las 10:00 de la noche y había sido un día largo para mi. No tenía idea de como explicarles a mis papás, que deje el coche en la oficina, la razón por la cuál llore pues tenía la cara roja y los ojos un poco hinchados. Seguro me estarían esperando y yo solo quería entrar sin explicar nada a nadie.
"Ven acá"... me dijo Pablo en cuanto me acerque para despedirme. Y nuevamente me dio un beso. Esta vez tierno y pausado. Y cuando me quite, el agarrandome la cara con sus dos manos me dijo. "Quiero que sepas que voy a estar a tu lado para enfrentar todo lo que venga. Yo te quiero y voy enserio contigo".
Siempre tenía las palabras perfectas para hacerme sentir mejor. Yo lo abrace muy fuerte y respire su olor. Me encantaba como olía. Bueno encantarme no. Me volvía loca como olía y quería quedarme así, abrazada a el todo el tiempo. Nos despedimos y entre a mi casa.
Obviamente mi papá seguía esperándome en la sala. "Mi reina ¿ya es muy tarde no?¿Estás bien? basto con verme para saber que había llorado. "Si pa, no te preocupes. Llore porque se me descompuso el coche y me sentía cansada, ya en la oficina se encargaron de llevarlo al taller. Fue un día largo en la oficina y ahora lo único que quiero es irme a dormir." le dije mientras lo abrace.
Esa noche dormi poco. Yo no sabía quién sabía de lo mío con Pablo. Y si esa persona le contaba a más personas, yo no sabría ni como explicarlo. Y decidí que tenia que contárselo a alguien. A la persona en la que yo más confiaba en la oficina. A Blanca.
Mi mamá me llevo a la oficina. La mañana pasó rápido. Yo tuve mucho trabajo y eso me ayudaba a estar distraída. Había quedado de comer con Blanca pues le dije que tenía algo muy importante que contarle.
Un poco después recibí una llamada de Recursos Humanos. Me pedían bajara con ellos y no me dijeron más. Yo estaba nerviosísima. Pensando que quizás se habrían enterado del coche. ¿Como iba yo a explicarles eso? Mis demonios mentales seguían torturando. ¿Y si te corren?¿Y si son ellos los que saben de ti y de Pablo?...y finalmente llegue.
Paula y su jefe me estaban esperando en la sala de juntas de su piso. Yo me sentía super nerviosa. "Siéntate Fernanda necesitamos hablar contigo". Mi corazón estaba nuevamente acelerado, por sus caras me suponía lo peor.
"Queremos decirte que fuiste la elegida para quedarte con el puesto de la Gerencia que tenía Moises. Sin embargo consideramos que llevas poco tiempo en la compañía. Y aunque tu desempeño hasta ahora ha sido excelente. No podemos hacerte un aumento tan grande y sentimos que la responsabilidad es muy grande para ti en estos momentos." me explicaba Paula.
Una parte mía sentía alivio pues no me comentaron nada de los sucedido con mi coche. Pero a la vez me sentía triste y confundida. Yo había sido la que mejor cumplí con los requisitos para el puesto de Moises, pero no me lo podían dar por inexperiencia. ¡Que poca madre! empezaban los demonios de mi cabeza a exclamar.
Y en eso el jefe de Paula continuó. Sin embargo, tenemos instrucciones de nivel dirección (obvio fue Pablo) de ofrecerte la posición. Asumiendo la responsabilidad de hacerlo. Pero por proceso no podemos hacerte tal aumento en tu salario. Y el diferencial tendríamos que dártelo cada tercer mes en bono.
¿Estas de acuerdo en aceptar esto así? me preguntaban con un tono un poco incrédulo viendo mi edad y sabiendo que me estaban dando un puesto gerencial a mis casi 26 años. Los cuales cumpliría el próximo mes.
"Pues si claro, yo confió en que puedo sacar la marca adelante. Confió en que puedo hacer las cosas que se requieren. Y creo que estos 10 meses de trabajar aquí he demostrado que aprendo rápido" dije segura de mi misma.
Yo estaba ¡feliz! La Gerencia era oficialmente mía.
Era la hora de la comida y corri a buscar a Blanca para ir a comer.
Quería contarle tantas cosas que esperaba que la hora y media que teníamos fuera suficiente.
"Amiguita agarrate porque no sabes todo lo que voy a contarte!" le dije cuando ya por fin estábamos sentadas en la cafetería.
"Pero tienes que prometerme que no vas a contar nada de lo que te voy a decir" le dije mientras la veía ansiosa por que le soltara toda la sopa.
No sabía ni por donde empezar. Si por la gerencia, si por lo que pasaba con Pablo. Si por lo de mi coche. Que estaba en break con Phillip.
Así que empecé por contarle que el sábado le había pedido un tiempo a Phillip. Que ya no estaba segura de lo que sentía por el y que estaba yo enamorándome de alguien de la oficina.
"No me digas que es de George!!!! me decía aplaudiendo como foca emocionada. "Noooo como crees!" le dije de inmediato.
"¡¡¡Ay ya Fernanda como eres!!!" me decía Blanca mega intrigada con el tema "Que escondido te lo tienes. No me digas que es el nuevo de finanzas. Ay a mi también se me hace guapísimo."
"No, no es el nuevo de finanzas. Y de hecho no creo que te lo imagines. La verdad no entiendo bien ni como pasaron las cosas, pero..." y le conté todo todo lo que había pasado con Pablo.
Los ojos de Blanca se iban haciendo cada vez más grandes. Y no podía casi ni hablar de lo que yo le estaba contando.
Y finalmente le conté lo del coche y por ultimo lo de la gerencia.
Y en eso, su cara se transformó. "¿A ver como? ¿me quieres decir que te dieron oficialmente la gerencia de Moises? hijole perdonarme Fer por lo que voy a decirte. La verdad me pareces una chava super inteligente, capaz y con mil y un cualidades. Pero no creo que estés lista para asumir una gerencia. Honestamente creo que habíamos otros más preparados antes que tu.
Y la verdad esto que me dices de Pablo, pues no se que decirte. Yo no creo que esto vaya a terminar bien. Y si quieres un consejo de amigas deja las cosas como están y no te metas. A mi tu novio Phillip se me hace un tipo guapísimo, líndisimo, y que no tienes necesidad de ir a meterte con Pablo que sabes que tiene esposa e hijos." me decía en un tono molesto.
"Tienes razón Blanquita, pero yo no controlo mis emociones. La verdad no se que me pasa, pero desde que lo conocí no puedo evitarlo. Me tiene embobada. Y pues el empezó, y yo no lo pude evitar." le decía yo tratando de justificar mis actos.
"Pues mira, yo solo puedo decirte que se que no es un santo. Y que si tu quieres meterte con el, es tu problema. Yo no quiero ser complice en esto. Y la verdad es que ahora entiendo lo de tu gerencia." me decía en un tono aún más molesta.
"A ver CERO" le contesté yo también ya enojada. "Si tu crees que yo me gane la gerencia por lo que te estoy diciendo, estás MAL. Yo hice las entrevistas, el pannel igual que todos. Y fui la mejor. Y lo siento por los demás y por tí. Pero yo he demostrado poder con el paquete, y por eso me la dieron." le dije ya estando super molesta.
¿A ver para que le cuentas a esta pobre vieja? empezaron a decir mis demonios mentales. Pobre ardida. Seguro se ardió y por eso está tan enojada. Además ni es tan tu amiga. Y así sucesivamente mis demonios empezaban a enojarse y a justificarnos.
"Pues mira Fer, la verdad no te conozco tanto. Yo pensé que eras diferente. Y pues veo que no pensamos igual. Suerte con lo que decidas hacer. Pero no esperes que yo te aplauda o sea complice.
Además aguas, porque si alguien ya sabe. Además esto puede llegar a oídos de Sergio. Y no se si sepas pero Pablo es su yerno".
"¿WHAAAAAAAATTTTTTT? ¿Pablo es yerno de Sergio?" dije sin tener la más minima idea de esto.
"Si Fernanda, Pablo esta casado con Isabel la única hija de Sergio. Y uno de los hijos también trabaja aquí en ventas. Así que aguas donde te estas metiendo. Y si en algo valoras tu chamba, yo que tu me regresaba con Phillip y mataba de una vez esto que dices que traes con Pablo." me dijo mientras agarraba sus cosas para irse.
Ahora si me había quedado helada. Pablo el yerno del Director General de la empresa en la que trabajaba. Creo que me quedaba claro que yo tenía que ponerle fin a este tema... y debería hacerlo cuanto antes.
Regresé a mi lugar y decidí mandar un correo a Pablo.
"Pablo, necesitamos vernos. Tengo que hablar contigo. Ya tomé una decisión y esto no puede seguir".
A los 5 minutos recibí respuesta.
"Hola Bonita, acuérdate que yo tengo tu coche. Estará listo hasta el Viernes. Así que te invito a cenar y te regreso a tu casa. Te veo a las 19:30 en mi lugar de estacionamiento. Beso"
Y nuevamente y como la pendeja más grande que soy acepté...
"Ok, nos vemos 19:30"
Avise a mi casa que llegaría tarde, que no me esperarán. Y que un compañero de la oficina me iba a regresar.
Y esa noche, fue la mejor y peor noche de toda mi vida...si de algo me arrepiento hoy fue de haber aceptado ir esa noche...
CAPITULO 12
Dieron las 19:30 y con el corazón acelerado baje al estacionamiento para encontrarme con Pablo. Me fije muy bien que no me siguiera nadie. Y al verlo corrí hacía su coche y el me abrió rápido la puerta desde adentro.
"Súbete bonita vamonos" me dijo con esa cara traviesa que solía ponerme cuando quería hacerme propuestas indecorosas.
Ya adentro de su coche me agarró la pierna y me dijo..."Hoy es tu noche, hoy vamos a festejar que te vas a comer al mundo" me dijo mientras me daba un leve apretón de pierna.
"¿A dónde vamos? pregunté. "A un lugar donde solo vamos a estar tu y yo". Y salimos del estacionamiento del corporativo.
Llegamos a un edificio que se veía medio viejo por la Colonia San Miguel Chapultepec. Abrió con un control la puerta eléctrica del edificio y nos estacionamos.
"¿Dónde estamos?" pregunte ansiosa, después de todo confiaba muchísimo en el, nada quería más que estar ahí con él a solas. Pero me moría de miedo de lo que pudiera pasar. Por mi mente empezaban mis demonios a preguntar mil cosas ¿Y si te lleva a una cama? ¿Te lo cogerías? ¿Te depilaste? ¿Que calzón traes? y es que el y yo solos en un departamento... y con esa atracción que sentíamos, las probabilidades eran miles. Yo no estaba segura de lo que quería que sucediera. Lo único que podía pensar mi conciencia es ¡Esta casado, esta casado! pero mi instinto egoísta, animal o de vil zorra; quería que pasara de todo.
En eso me tomo de la mano y me llevo hacía un elevador de esos viejitos. De esos que dan jalón fuerte para subir y cuando llegan rebotan. Apenas nos subimos y pico el botón hacía el PH del edificio que no tenia muchos pisos.
Como era viejito empezó a subir lentamente, creo que íbamos por el piso 1 cuando me jaló de la cintura y me dio un beso intenso.
Yo apenas y pude sostener la respiración cuando por fin llegamos al piso del PH. Saco unas llaves y abrió la puerta, prendió las luces y entramos por un pasillo largo. Después siguió prendiendo luces hasta llegar a una terraza. La cuál tenía una mesa puesta con dos copas y una botella de Moët Chandon. Una tabla de quesos y carnes frías, uvas y fresas con chocolate.
"¿Y eso? ¿A que hora pusiste todo esto? ¿Quién vive aquí? pregunte sorprendida por ver el departamento impecable, decorado increíble y sobre todo por ver una mesa puesta para nosotros.
"Es de mi mejor amigo. El vive 6 meses aquí y 6 en Nueva York. Así que normalmente me lo presta. Yo tengo llaves y el teléfono de la señora que viene a limpiarlo" contesto mientras servía una copa de champagne.
"¿Pero y la botella, los quesos y todo esto?" pregunté super intrigada. "Esto se lo encargue a Ramoncito" contesto fresco con el tema. "¿A Ramón el encargado de seguridad de la empresa?" pregunte de inmediato. "Sí" contesto aún más fresco y relajado "Me conoce desde que entré, hace más de 10 años y haría cualquier cosa por mí."
"¡Pero y el sabe de tu esposa!" pregunte alterada.
"Ya Fernanda, prométeme que hoy no vamos a hablar de ese tema. Hoy vamos a disfrutar el aquí y el ahora. Estamos juntos, tu eres la nueva gerente y yo aquí soy todo tuyo" mientras se me acercó a darme un beso cachondon, empezando por el cachete y siguiendo hasta la boca.
¡Todo mió! empezaban mis demonios a brincar de emoción. No podía creer que ahí y esa noche lo tenía solito para mi. Cuantas noches había yo fantaseado con el. Con la posibilidad de este momento. Pero esa idea se ensombrecía con saber que estaba casado y que no podría ser mío completamente.
Me tomo de la mano y me llevo hacía la sala. Ahí siguieron los besos, cada vez más intensos y me quito la camisa, se quito la suya. Me quito los pantalones y el quedo en bóxers también.
"¿Tomas pastillas?" me pregunto mientras estaba dándome besos en la panza y bajando un poco más.
"Ahorita no me las he tomado" conteste apenas logrando hablar. Estaba yo volada. Me sentía total y absolutamente extasiada con el. Me encantaba su olor, su cara, sus besos, su cuerpo, su pelo, su boca y sobre todo sus ojos. Me volvía loca y lo sabía perfectamente.
Yo empece a tomarme pastillas anticonceptivas hace 1 año. Con Phillip llevaba 3 años. Pero todo el primer año; como buena niña de escuela de mujeres. Educada a la antigua y donde tener relaciones fuera del matrimonio te mandaría directo al infierno. Había aguantado hasta mis 23 años virgen.
La primera vez fue en nuestro aniversario de 1 año. Phillip llevaba pidiéndomelo mucho. Y yo no sabía ni que ni como. Me habían dado una plática en la escuela, pero muy por encimita. Y mi mamá nunca había querido hablar a detalle del tema.
Phillip quién ya tenía experiencia previa, me fue guiando todo el proceso. La verdad es que la primera vez lo disfrute poco. Fue en un hotel en Cuernavaca y obviamente el uso condón. A mi me dolió terrible y no entendí porque la gente decía que eso se disfrutaba. Ni porque le daban tanta importancia al tema.
Poco a poco y conforme lo fuimos repitiendo, empece a disfrutarlo más. Pero siempre con ese sentimiento de culpa. Sin quitarme de la cabeza que ante Dios y la iglesia estaba yo pecando.
Mis papás no lo sabían y yo confiaba plenamente en Phillip.
En nuestro aniversario de 2 años me propuso tomarme pastillas para poder hacerlo con más libertad. Yo acepté y así fue como inicié con las pastillas. Me las recetó un ginecólogo y Phillip me acompaño y habíamos platicado todas las dudas juntos. Honestamente la diferencia entre hacerlo con y sin globito era abismal. Pero de unos meses para acá cuando empece yo a fantasear con las ideas de Pablo y a evadir a Phillip decidí dejarlas de tomar. Desintoxicar mi cuerpo un rato.
"Yo no traigo condón" me dijo cuestionando a ver que decidía yo hacer.
Para ser honesta con solo sus besos me bastaba y me sobraba. Pero ya entrados en el faje y sin ropa la verdad es que quería que sucediera todo.
No voy a entrar en muchos detalles porque ya he sido bastante explicita con todo. Pero fue la mejor experiencia de toda mi vida. Cabe mencionar que mi única referencia era Phillip.
Yo acepté porque contabilizando los días calculé no estar en riesgo. Pero por cualquier duda, el termino afuera.
Tomamos más champagne, brindamos por mi gerencia y por nosotros, comimos quesos y las frutas. Y cuando vi la hora casi me muero. Era la 1 de la mañana.
"¡Por favor llévame a mi casa!" le dije mientras terminaba de ponerme toda mi ropa.
Todo el camino a mi casa venimos escuchando canciones. El se veía feliz y yo también lo estaba.
Gracias a Dios cuando entre a mi casa ya estaban mis papás dormidos. Y el único al que habían puesto a esperarme era a mi hermano.
Mi hermanito seguía en la Universidad. Nos llevábamos bien, pero el siempre fue el corrido de las escuelas. El consentido de mi mamá y al que le habían facilitado todo. Nos llevábamos muy bien, pero nos llevábamos 3 años de diferencia y no le contaba yo mucho de mis cosas personales. El no tenía novia y estaba todavía en su época de antro y diversión.
"Orale ¿pues si te están explotando no?" me pregunto al verme entrar y ver la hora. "¡Fui a cenar para festejar que ya soy Gerente! le dije emocionada. Pero se tardaron con la cuenta." lo abrace, le dí un beso y me fui a dormir.
Amanecí con una sonrisa. Me sentía en las nubes. Tenía el olor de Pablo en mi cuerpo y ya me urgía volver a verlo.
Me arregle mucho para ir a la oficina. Ese día harían el anuncio de mi gerencia. Y en el fondo me empece a arreglar para Pablo.
Todo en mi día iba perfecto hasta que llegue a la oficina.
Abrí mis correos y encontré un correo de un nombre desconocido. pero el titulo me llamo la atención pues decía. "PINCHE PUTA ESTA CASADO"... abrí el correo y había una foto mía con Pablo en nuestro primer beso. La vez que habíamos regresado a mi coche en el estacionamiento. Definitivamente alguien nos vio. Y no solo nos vio. Esa persona se tomo el tiempo para sacarnos una foto. Me quedaba claro que sea quién sea nos había esperado para sacar una foto que nos comprometiera. "¿PERO QUIÉN? y ¿PARA QUE?
Corrí a la oficina de Pablo, para ver si el también lo había recibido. Pero aún no llegaba y a mi los nervios me mataban.
¿Y si lo mandó a toda la oficina? ¿Y si Sergio se entera? mis demonios estaban vueltos locos.
Y decidí ir al lugar de Blanca para preguntarle del correo.
Pero tampoco estaba.
Y cuando llegue a mi lugar estaba ahí esperándome Julia...
CAPITULO 13
Espero comprendan que no es fácil para mí relatarlo todo.
Que me tardo un poco, porque revivo la historia.
Y no es fácil.
"¿Con que te saliste con la tuya y eres la nueva gerente no?" Me recibió Julia con un tono altisonante.
"Si" conteste nerviosa. "Fui la mejor del
panel y las entrevistas" agregue.
"Pues no para mi, y no mejor que Gaby (su amiga). Pero me imagino que eres buenísima abriendo piernas." Contesto en un tono mega ardido e hiriente.
"Mira Julia no se que insinúas, pero yo no tengo que acostarme con nadie para ganarme un puesto. Si tu si lo haces, ese es tu problema. Pero a mí no me vas a ofender"... eso hubiera estado increíble contestarle. Pero la realidad de las cosas es que solo me salió decirle "Pues piensa lo que quieras, no todas somos como tú"... y agarre rápido mi libreta para bajar a una junta. "Mira mosca muerta, voy a estar vigilándote. Algo me dice que traes algo con Pablo. Porque no tengo otra forma de entender que autorizara una promoción así a una Becaria. Y de ser así no sabes en la que te metes. Digo porque me imagino que sabes que está casado con la hija de Sergio no?" Me decía mientras me bloqueaba el paso para irme.
"Ni al caso tus ideas Julia" logre quitarla y me fui corriendo a llorar al baño.
Claramente tenía razón en todo lo que me decía. Yo estaba jugando con fuego y tarde o temprano me iba a quemar. Esto tendría que terminar y eso es justo lo que iba yo a hacer.
Trate de calmarme y mientras me echaba agua en la cara pensaba que claramente Julia no fue la que nos vio, la que rayo mi coche, ni la que me envió ese correo. Pero la duda de ¿Quien" me estaba matando.
Baje a buscar a Ramón para preguntarle de mi coche. El me sonreía con cara de...yo se lo que está pasando; pero Pablo confiaba en el, y yo no iba a comentar ni una sola palabra.
"Ya mañana le traen su coche señorita, que manchados los que se lo rayaron. La puritita envidia digo yo"... me decía con sonrisita picara. "Pues se habrán equivocado de coche" conteste "¿Por cierto y en las cámaras no salió nada? Pregunte nerviosa.
"Pus fíjese que no, ya revisamos ahi con el señor Pablo pero pues no se alcanza a ver. Y en las cámaras hacia el elevador pues bajan muchas personas. Pa saber quién de todos fue pues está canijo. Además el señor Pablo me pidió mucha discreción y pus ya no supe más. A mi namas me dijo que llevará a un taller su coche y pus así le hice" me decía Ramoncito. "Pero pus uste ya ni se aflija. Yo iré, la mera verda es que creo que pos fue alguien que le trae celos. Viendo pos que está así de chula. Pero mire de aquí no sale". seguía Ramón.
"Gracias Ramón" le dije y me fui corriendo a ver si ya habría regresado Pablo.
Ya era la hora de la comida y no tenía señales de Pablo. Ni un mensaje ni nada.
Así que le mande un correo.
"Hola Pablo, tenemos que hablar"
Fui a comer con George porque Blanca llevaba evadiéndome desde que le conté.
Regresé a mi lugar y nada. Se me hacía muy raro pues no me había comentado que tuviera un viaje ni nada. ¿Lo habrán cachado? ¿Le habrá pasado algo? Los demonios desatados de mi cabeza seguían dándole vueltas a su ausencia.
Trataba de distraerme trabajando. Pero a las 5 de la tarde decidí ir a preguntarle a MariTere.
"Hola MariTere, ¿Oye sabrás algo de Pablo? quería revisar unas cosas con el."
"No mi niña hablo temprano que tenía unos asuntos familiares y pues que cualquier cosa a su celular. ¿Te urge? Pregunto MariTere.
"No, gracias" y me fui a mi lugar.
Pensaba de todo. ¿Si su esposa lo habría cachado? ¿Y si ella fue la del correo? ¿Y si el correo le llego y también a manos de Sergio? mis demonios estaban vueltos locos.
Así que decidí llamarlo. Nunca nunca le había yo marcado a su celular. Pero me urgía saber de él, y saber del mail.
Me salí a la terraza de fumadores. Estaba vacía y marque.
Empezó a dar tono... sonó 3 veces... y en eso "Bueno" contesto una mujer! ¿Sería ella? ¿Isabel?¿Y yo que le iba a decir? ¡Que pena! ¿Y si Ella ya lo sabía? y yo ahí marcando... así que colgué.
Que oso, que oso, que oso... y en ese momento me cayó el veinte. A ver Fernanda, que parte del está casado no te queda claro. Le pertenece a alguien más.
Así que sin más fui por mis cosas y decidí irme a mi casa. Eran las 18:00 y no tenía ya cabeza para seguir en la oficina. Estaba decidida a terminar lo que malamente empecé con Pablo.
Ayer había sido la mejor noche de mi vida. Pero no podría volver a suceder. Había yo sido una tonta por dejarme caer ante mis deseos lujuriosos. Y si algo tenía claro era que yo tenía que acabar con esto.
Iba camino a mi casa en taxi cuando de pronto sonó mi celular. Rápidamente buscaba el celular por toda mi bolsa.
Y sin ver quién era conteste. "Bueno" dije ansiosa. "Hola Guapa, ¿cómo estás?" Era Phillip.
Y con tanta presión y con lo estresada que estaba... "Hola Phill" le conteste y solté el llanto. "¿Amor que pasa? ¿Estás bien? yo te extraño y ya no podía más de las ganas de hablarte!" Me dijo mientras yo no podía ni contenerme. Su voz me causaba ese efecto. Sabía que Phillip era la persona que más me quería en el mundo. Y hablar con el era como hablar con mi papá.
"Estoy cerca de tu casa. ¿Te puedo pasar a ver?"
Me dijo al ver que yo no paraba de llorar.
"Si quieres" conteste mientras me limpiaba el moco tendido.
"Ahorita nos vemos guapa, porfa ya no llores". Y colgó.
De verdad no hay hombres como Phillip. Era sumamente cuidadoso, caballeroso, lindo, preocupado por mi siempre. Lindo, guapo, deportista, trabajador, un tipazo. Todo lo que una mujer pediría en un hombre. Pero no me causaba ese sentimiento eléctrico, que me causaba Pablo.
Aún así nunca fue mi intención lastimarlo. Yo de verdad hubiera preferido nunca haberlo conocido antes de lastimarlo como lo hice.
Pero si tenía ganas de verlo. Tenía ganas de volver a quererlo a el y de olvidarme que existía Pablo. Después de lo de mi coche, el correo y Julia. Quería solo ser la Fernanda de hace casi un año. La Fernanda sin Pablo.
Llegue a mi casa y ahí en la puerta estaba Phillip. Con un ramo de rosas esperándome.
Nos abrazamos horas y entramos a mi casa.
Me pregunto por mi coche y le dije que otro coche le había pegado y que la empresa lo llevo al taller. Nunca imaginé mi capacidad para mentir con tanta rapidez y tan creíble.
Le conte de mi gerencia, de lo ardida de Julia (omitiendo detalles) y el me contó de lo mal que lo estaba pasando sin mi.
Me rogó volviéramos a intentarlo. Me juro cambiaría y me daría más espacio.
Y yo lo veía y me sentía chinche. ¿Que pensaría de que ayer tuve relaciones con mi director?
Yo casi no podía verlo sin sentir una culpa enorme. Pero lo vi triste y desesperado. Y finalmente yo lo quería mucho. Y había tomado una decisión. Lo mío con Pablo se acabaría desde hoy.
Así que volvimos. Juro que de haber sabido lo que lo lastimaría después le hubiera dicho que no.
Pero finalmente en ese momento creía firmemente en que me obligaría a renunciar a Pablo y trataría con todas mis fuerzas de re enamorarme de Phillip.
Ya era Viernes y ese Domingo era mi cumpleaños.
El Viernes se me fue rápido. Tuve una mañana llena de juntas. La primer junta del
Día era de toda la compañía para revisar resultados. De Pablo ni sus luces.
Yo me senté con George y con otras becarias nuevas que habían entrado. Blanca se sentó junto a George pero del otro lado. Y no me hacía mucha platica.
Mi marca era la de mayores retos sin embargo la veían como el futuro y la que mayor potencial tendría para la compañía. Julia me había volteado a ver con una cara de ardida insoportable. Pero decidí ignorarla.
Estaba por terminar la junta cuando Sergio quien estaba presentando dijo que quería aprovechar para extender sus condolencias a su yerno y su familia política por la pérdida de su consuegro.
¡Se había muerto el papá de Pablo! Por eso no me contestaba y no me había escrito nada. Me sentía muy mal, pobrecito.
Pero finalmente y a pesar de, yo ya había tomado una decisión. Lo de Pablo y yo, ya no podría seguir.
Pero decidí enviarle un correo. En cuanto llegué a mi computadora tenía ya un correo de Pablo.
"Perdóname por no llamarte, ni contestarte antes. Mi papá falleció en la madrugada de ayer.
Me haces mucha falta en estos momentos"
¡Maldita sea! ¡Maldita, maldita, maldita sea! Yo con solo leerlo caigo rendida. Decidí contestar a su correo.
"Lo siento mucho, espero Dios te mande fortaleza y resignación a ti y a toda tu familia."
Ramón me aviso que ya estaba listo mi coche.
¡Había quedado nuevecito! Ni una huella del rayon que le habían hecho.
Llegue a mi casa y ya tenía mensajes de Phillip.
"Amor ponte guapa, te tengo una sorpresa en la noche".
Chin caray y con las ganas que yo tenía de echarme a dormir todo la tarde y noche.
Decidí meterme a la tina a relajarme. Y para mi era inevitable no pensar en Pablo. Su olor, su pelo y aquella noche tan increíblemente perfecta. Pero tenía que ser firme. Era casado y su carrera profesional y la mía estaban en riesgo.
Me arregle muchísimo tratando de olvidar lo que me había sucedido en la semana. Me puse una camisa halter verde botella y unos pantalones negros con tacones. Me deje el
Pelo suelto. Le eche tantas ganas al maquillaje, que hasta mi hermano me chiflo cuando me vio salir.
Phillip pasó por mi y se quedo boquiabierto. De verdad Fer soy un suertudo por tenerte. Eres la mujer más guapa del mundo. ¡Te amo! Y me abrazó muy fuerte. Me dijo que me tenía que poner una venda en los ojos porque era sorpresa todo.
Me puso música. Musica de cuando empezamos a andar, la canción que dijimos que nos gustaría bailar en la boda y pura música especial para los dos.
Y de pronto llegamos, me baja y me quita la Venda. Llegamos a un jardín precioso por San Angel y estaba lleno de antorchas marcando un camino hacia una mesa decorada para dos. En eso salió un trío formado por amigos nuestros. Y también los meseros eran mis amigos y amigas.
"¿Que están haciendo todos aquí?" Pregunte con risa nerviosa. "Fer, tu cumpleaños es pasado mañana. Pero yo quería darte tu regalo desde hoy." Y en eso salieron todos nuestros amigos y empezaron a cantarnos nuestra canción.
De pronto lo vi hincarse y sacar una caja roja de su bolsa.
¡No, no, no me puede estar pasando esto! Me empezaron a temblar las piernas, la boca y todo.
"Fernanda, eres el amor de mi vida. Nunca había estado tan seguro de lo que quiero. Tú me haces el hombre más feliz del mundo. Y quiero que pasemos toda la vida juntos. ¿Fer te quieres casar conmigo?" Y ahí hincado frente a mi saco un anillo precioso.
Y yo ahí parada agarrandome la cara con mis manos sin poder creer lo que sucedía. Mientras mis amigas habían sacado cámaras y nos estaban filmando y sacando fotos.
Y a coro gritaban "que diga que si" "que diga que si"... "Madres, madres, no se que decirte... yo Phillip. Yo es que no se... ósea siento que acabamos de volver. Y yo no se..." y sin que pudiera terminar de contestar. Se paró y me dio un beso.
Todas mis amigas gritaban y chiflaban. Y Phillip me puso el anillo en el dedo. Y me dijo. "Déjame hacerte la mujer más feliz toda la vida".
Yo de verdad no lo pude evitar y en medio de que eso sucedía, pensé en Pablo. No podía evitarlo. Quería a Pablo. Pero Pablo estaba casado.
Vi a Phillip con su cara de emoción, y a todas mis amigas. Y se que yo si no hubiera conocido a Pablo. Estaría feliz diciendo que si.
Y pensé que el anillo me haría más fácil la decisión de olvidar a Pablo.
Así que grite ¡Siiiii! Y lo abrace y esa noche me perdí en el alcohol. Sabiendo que muy en el fondo bebía para olvidar a Pablo... Que tonta fui al creer que podría.
Perdón perdón...se que me tarde mucho esta vez. Pero les repito, no es fácil y me tardó un poco. Sobre todo porque como ya todas los habrán pensado, no debí aceptar el anillo de Phillip.
Y es que no tuve la fuerza ni el valor para decirle que no. No frente a todos nuestros amigos. No pude hacerlo frente a esa ilusión con la que había preparado todo.
Y esa noche me dormí llorando. No podía parar de llorar ante la frustración de no seguir enamorada de Phillip. Yo lo había amado, había querido pasar con el toda mi vida. Pero ahora en mi cabeza solo tenía a Pablo. Pero Pablo era prohibido y sabía que haría todo de mi parte para sacarlo de mi vida. Y para tratar con todas mis fuerzas de re enamorarme de Phillip.
De pronto recibí un mensaje... "Muero por verte, te extraño" era de Pablo. Y mi corazón se aceleraba a mil. No conteste.
El Sábado entro mi mamá corriendo a mi cuarto. "A ver ese anillo" y mi papá tras ella. Para ellos Phillip era como un hijo más y mi mamá estaba claramente más emocionada que yo.
Tal fue la emoción que invitó a toda mi familia para festejar nuestro compromiso y mi cumpleaños. Mis 26 años. Phillip estaba feliz y mi familia también. Mis primas, tios, abuelos amaban a Phillip. La historia era perfecta. Viviríamos felices para siempre. Pero mi cara y mi emoción era de tristeza. La gente me preguntaba si yo estaba bien. Claramente no. Claramente estaba forzando a mi corazón a dejar ir al único hombre que me había hecho vibrar. Al único con el que yo temblaba con solo verlo. Y ahora me casaría con Phillip, y yo lo único que sentía era un enorme vació.
Fingía con todas mis fuerzas estar feliz. Pero definitivamente no lo estaba.
Cuando se fueron todos menos Phillip. Me llevo hacía el estudio y se lanzó a los besos. Me empezó a quitar la blusa. Y yo solo podía pensar en la noche que había pasado con Pablo. Cerré mis ojos y me imaginaba a Pablo. Todo el tiempo me acorde de Pablo. Y creo que al menos para Phillip funcionó pues me dijo "Wow Fer, estuvo increíble". ¡Que horror! ¡Que estoy haciendo! ¡Esto está muy mal! Phillip no se merece esto. Y cada vez me sentía más pinche y más puta. No puedo seguir ocultando esto a Phillip. Pero jamás me lo perdonaría. No podía ni empezar a imaginar lo que me podrían decir mis papás. Mi familia, la de Phillip...y me quede callada.
"Bueno pues por fín las 12" Feliz cumpleaños Futura Señora de Miller!!!" mientras me abrazaba fuertísimo.
El Domingo no quería ni salir de mi cuarto. Pero era mi cumpleaños y los bombardeos de mensajes y llamadas empezaron.
Pero de pronto entró mi mamá sorprendida a mi cuarto y me dijo "Fernanda, ¿Quién es Pablo? "Queeee Porqueee" pregunte nerviosa.
"¿Porque acaba de llegar un arreglo enorme de rosas y el que entrega dijo que venía de parte de un tal Pablo, quién es?" preguntaba mi mamá sumamente intrigada.
"Ahhh pues es el Jefe de mi área en la oficina, seguro lo mandaron de parte de todos." contesté asombrada de haberme podido sacar esa respuesta de la manga. Mientras corrí a ver el arreglo de flores. Que bárbaro estaba enorme. Habrían por lo menos 4 docenas ahí metidas.
"Ah pues que detalle de tu oficina, pero con todo lo que trabajas es lo mínimo que podrían hacer." me dijo mi mamá y se fue.
¡No lo puedo creer! ¡Es un descarado! pensaba. Pero ahí estaba yo con una sonrisa de oreja a oreja que no podía evitar.
"Muchas Felicidades Bonita, te mandé un detallito. Pero mañana nos escapamos otra vez y te festejo como se debe". De leerlo mi cuerpo temblaba. Otra noche con Pablo sería lo mejor que me podría pasar. Pero NO. Yo ya estaba firme con mi decisión y ahora estaba comprometida.
Decidí no contestarle nada.
Más tarde fuí a comer con mis papás, Phillip y mi hermano. Para seguir festejando. Todavía recuerdo soplar la vela de mi pastel y poniendo mi anillo (mi nuevo anillo de compromiso) deseaba con todas mis fuerzas...Olvidar a Pablo.
Eran las 9 de la noche del Domingo, cuando sonó mi celular. Era Pablo. Mi corazón se aceleró muchísimo. Pero decidí no contestar.
Toda la noche sentía un hueco terrible en la panza. No quería que fuera Lunes. No quería verlo. No quería saber nada de el. Voy a renunciar pensaba. Pero tampoco quería dejar el trabajo así. Después de todo ya me habían dado la gerencia y más que nunca tenía que demostrar que podía con el puesto.
El Lunes llegue a la junta y me dedique a ver mi computadora. Evadía a toda costa verlo. Trate de no voltear a verlo. Pero de pronto fue inevitable. Entró Mari Tere cargando un pastel. Y a coro me empezaron a cantar las mañanitas. Algunos más forzados que otros, como por ejemplo Julia.
Pero ahí estaba Pablo junto a mi "Felicidades Licenciada" me abrazo frente a todos. Su olor. Maldita sea su olor me mataba. Pero me quite rápido di las gracias a todos los que se pararon a abrazarme. Obvio Julia no lo hizo.
En ese momento terminamos la junta y me regresé a mi lugar.
Llevaba 2 minutos ahí sentada cuando sonó el teléfono. Era MariTere. "Hola mi niña Pablo quiere verte en su oficina ¿vienes?"
Me lleva la fregada. Pablo quería verme y eso solo significaba que tendría que decirle.
Con el corazón a mil llegue a su oficina. Toque la puerta y me abrió rápidamente. Tras de mi cerró la puerta y noté que le puso seguro.
Apenas estaba pasando cuando me jaló del brazo y me dio un beso. "Que haces Pablo" me quite inmediatamente. "Estamos en la oficina". dije preocupada "Yo se, pero me urgía verte. Ya no aguantaba un día más sin tí" me dijo mientras se me acercaba.
"Además te mandé un regalito a tu casa, te gusto?" me dijo con sus ojos azules y su sonrisa traviesa.
"No Pablo, no esta bien que me hayas mandado flores a mi casa. Porque tu estás casado y yo..." y se me empezó a quebrar la voz. "Yo tontamente creí que tu y yo" y se me salían las lágrimas. "Pero Phillip y yo... bueno el... me pidió que me casará con él y acepté" dije mientras empezaba a llorar más.
Se había quedado frio. No tenía palabras. Noté que su sonrisa se volvió una cara sería. Y pegó un puñetazo contra su escritorio.
"Que bonito te lo tenías escondidito ¿Y lo del Jueves qué? ¿Le contaste eso al peluquero? me decía mientras sus ojos también se ponían rojos. Pero más que triste lo veía enojado.
"No claro que no le conté a Phillip (reclamando que le dijera el peluquero). Y eso ya no puede volver a pasar. Como tu me dijiste vivimos el momento. Pero tu estás casado, y nada menos que con la hija del Director General. Yo no quiero seguir así Pablo" contesté limpiando las lagrimas.
"Bueno pues si eso es lo que quieres, adelante. Ya te puedes ir". me contestó sentado frente a su escritorio y ya sin voltearme a ver.
Osea el si puede estar casado y no hay problema. Pero yo decido regresar con mi novio y ¿soy de lo peor? empezaban mis demonios a atacarme.
Justo iba saliendo cuando vi que Blanca me vio. "¿Porque lloras?" se acercó a preguntarme. "Porque tenías razón, lo de Pablo ya no puede seguir. Y mira le enseñe el anillo y le conté que me casaría con Phillip".
"Verás que es lo mejor amiga. Pablo no te conviene" me dijo mientras se iba nuevamente a su lugar.
No se ni porque me atreví a contarle todo desde un inició. Sabía que su preocupación por mi era más de chisme que por interés. Pero por eso mismo quise decirle que lo mío con Pablo ya era historia. Aunque claramente nunca lo sería.
El correo empezó a bombardearme con información que solicitaba Pablo. Con reportes, status etc. De pronto tenía el trabajo del mundo. Y parecía como si mandándome trabajo fuera su forma de desquitarse conmigo.
Pero lo peor apenas empezaría...
CAPITULO 15
Paso la semana y recibí cualquier cantidad de correos pidiendo reportes, explicaciones, gráficas, análisis de competencia etc. Lo cual me parecía perfecto. Yo estaba trabaje y trabaje y eso mantenía mi mente ocupada. Me dolía el corazón, pero estaba segura que había tomado la mejor decisión.
Pablo solo me enviaba correos de trabajo. Su tono me parecía inclusive agresivo. Me pedía cosas en una hora. Me pedía y me pedía y yo cumplía. Me apoyaba de George mi amigo para dudas. Pero en general yo estaba logrando cumplir con lo que se me pedía.
Por la parte personal estaba intentando estar mejor con Phillip. Hablábamos a cada rato y yo intentaba ser lo más cariñosa posible. Me era difícil quitarme a Pablo de la mente. Pero me forzaba a hacerlo.
Julia había mejorado su actitud. Al parecer se había enterado de mi anillo de compromiso y sus dudas se habían despejado. Me daba gusto que al menos con lo del anillo. Había frenado sus sospechas.
Un Lunes en medio de una de las juntas que tenía con Pablo. Me expuso frente a todos. Decía que se habían caído las ventas y que no estaba llegando al número que se había comprometido a dar mi producto. Me estaba llamando la atención lo cual no había hecho nunca. "A ver Fernanda o te pones las pilas o quizás me equivoque poniéndote a ti al frente de esta marca" me decía mientras seguía atacando una y otra de mis a explicaciones. "Pinche cabron" pensaba yo mientras defendía arduamente mis puntos de vista. Y en eso pasó lo inimaginable. Julia se había metido a defenderme argumentando que lo que sucedía con mi producto era natural. Que esa caída se había presentado en toda la categoría etc etc. Wow todo me espere menos una defensa de Julia.
A decir verdad Julia estaba cambiando conmigo. No confiaba en ella. Pero al menos algo la estaba poniendo de mi parte.
Por otra parte Recursos Humanos me comunicó que Moisés (mi ex jefe) había despertado. Que la inflamación cerebral ya había disminuido y que pronto empezaría con terapias para ver qué tantos daños había recibido. Pero al parecer había mejorado mucho en estas últimas dos semanas.
De pronto llegó el aviso de que deberíamos preparar todo para la convención. ¿Convención? Pregunte a todos. Me contestaron que la convención de la empresa se llevaba acabo cada año en Puerto Vallarta. Y que era muy divertida y que era cuando más desmadre echaban todos los de Merca. "Uy Pablo en la playa" mis demonios empezaron a darse vuelo con la idea.
Cada Marca debería presentar sus grandes apuestas para el siguiente año. Y aunque faltaban 3 semanas para irnos yo ya estaba nerviosa. Número uno porque había que presentarle a más de 400 personas. Y Es que venían de toda la republica, y algunos equipos de Latino América. Dos porque iría Pablo. Y tres porque según Blanca, allá es cuando todos se portaban mal. Que mil parejitas habían salido de esa convención.
A Phillip tampoco le encanto la idea cuando le dije que iríamos a Puerto Vallarta. En el
Fondo creo que sospechaba que dentro de la empresa tenía yo algún galancillo. Pues desde que nos comprometimos diario me mandaba opciones de trabajos en otras empresas.
Las semanas previas a la convención volaron. De pronto estábamos a dos dias de irnos. Y yo estaba mega mega nerviosa.
Según Blanca un día había torneos y eventos en la playa. Y según ella solo algunas como Julia aplicaban el bikini. Que nervios. No sabía que llevarme. Pero empaque bikinis y unos pareos que me pondría para cubrirme de pies a cabeza. Que oso! Me moría de pena de pasearme frente a todos en bikini. Pero finalmente pensé que Pablo ya me conocía hasta desnuda.
Y yo a el también. Tenía un cuerpo increíble y una espalda musculosa que moría por ver. Después de todo el taco de ojo no significaba más que eso. Ver y no tocar.
Llego el gran día. Phillip insistió en llevarme al aeropuerto. Me despedí rápidamente en la entrada. Pero insistió en cargar mi maleta hasta la fila de documentación. De pronto vi de reojo que venía Pablo. Y en eso me lance y le plante un beso a Phillip larguísimo. Quería que Pablo nos viera. Y no se si nos vio, pero estoy segura de que con lo largo que lo hice forzosamente nos tuvo que haber visto.
Phillip se fue feliz y yo me fui con Blanca y Jorge a la sala de espera. Nos tocó el turno de subir y en primera clase estaba Sergio y a su lado Pablo. Cruzamos miradas, dijimos los tres "buenos días" a el y a Sergio pero el, se volteó rápido.
Después del vuelo y 30 min en camión llegamos al hotel. Me fascinaba ver la playa. Pablo
Seguro se había ido en camioneta porque no lo había vuelto a ver. A mi e tocó compartir cuarto con Blanca. Y así por lo menos no tendría que preocuparme por tener visitas.
El hotel estaba enorme y divino. Que delicia el olor a playa. Escuchar el mar y respirar aire limpio. Apenas llegaba y ya Phillip me preguntaba si habría llegado bien. Que intenso es. Pensaban mis demonios mentales.
Era Miércoles y estaríamos ahí hasta el
Sábado. En nuestros cuartos nos habían dejado un kit de bienvenida. Y un itinerario. Era la 1 pm y no teníamos que estar listas si no hasta las 4 pm.
Corrimos a cambiarnos y a bajar un rato a la alberca. El hotel era un "all inclusive" y estaba casi ocupado al cien por la empresa. Bajamos a la playa pedimos de comer ahí y nos metimos un ratito al mar. Después corrimos porque se nos hizo tarde y debíamos estar en uno de los salones del hotel.
Llegamos 15 min tarde. Y vi que Sergio estaba dando la bienvenida. Pablo noto nuestra entrada tardía y solo movió la cabeza en tono de negación. Todo lo que yo hacía ya era motivo de enojo para el.
Presentó Sergio y después tuvimos sesiones de trabajo con las diferentes zonas del
País y de Latinoamérica . Estuvimos ahí encerrados hasta las 8 pm y de ahí fuimos a cenar. El intinerario indicaba que ya había acabado el día. Y terminando de cenar George se fue un rato a jugar pokar a nuestro cuarto. Estuvimos jugando hasta las 12 am, porque mañana empezaría el día desde muy temprano.
7 am estábamos desayunando y 8 am trabajando en grupos las estrategias por marca. Al final del día yo como responsable de marca tenía que subir a presentar la estrategia.
Todo el dia solo habíamos parado una hora para comer. A Pablo no lo había visto para nada. Pero a las 5 pm me tocaba presentar. Yo era la primera y aunque también subirían los otros gerentes a mi me temblaba todo. Sobre todo la mandíbula. Tendría que controlar mis nervios si quería lucirme frente a Sergio, el cual nunca
Me había visto presentar. Se presentaba a la gente de merca, ventas, etc.
De pronto dieron las 5, era mi turno y mi corazón iba a mil. La estrategia en su mayoría era lo
Que yo había propuesto así que me lo sabía perfecto. De pronto subí y ahí estaba yo en pleno escenario y con reflectores. Que bueno porque así no lo veía yo.
Empece un poco tartamudeando un "bue buenas tardes" controla tus pinches nervios pensé. Y de pronto fluyó. Empece con cada diapositiva y cada vez sentía que lo estaba haciendo mejor. Sobre todo cuando escuchas aplausos y chiflados típicos de los de ventas que apoyaban todo lo que yo iba diciendo. Inclusive un "ah huevo" gritaron una vez. Mi presentación duro como 20 min. Después subió Julia a la que le fue fatal pues su estrategia de incrementar precios al parecer no les había gustado. Pobre le tocó gritos y chifladera pero fea. Y Es que en mi caso como era un producto nuevo y estaba vendiéndose muy bien. Excepto el
Último mes. La verdad es que era más sencillo que lo que presentaba Julia. Después siguieron los demás, pero honestamente creo y lo Reco firme con Blanca que la mejor había sido yo.
Justo estábamos saliendo de la convención cuando se me acercó Pablo con Sergio a felicitarme. Sergio me dijo "Que maravilla tener en la empresa gente tan joven y con tanto talento, espero ver grandes resultados." y Pablo junto a el solo dijo "eso es lo que siempre le digo, de hecho esta estrategia la planeamos juntos. Felicidades Licenciada" dijo Pablo y se fueron.
Que carbón que se colgó medalla cuando solo había revisado una mínima parte. Pero bueno.
Yo estaba rayada. Me había ido increíble y para mí ya el resto de la convención era puro placer.
Esa noche cenamos y el itinerario de mañana que era ya Viernes, eran los juegos en la playa.
Nuevamente echamos relajo ahora con otros de finanzas en el cuarto de George. Jugamos un juego de cartas y tomamos un poquito más de lo que debíamos. Pero yo estaba feliz y ya podía disfrutar sin remordimiento.
Al día siguiente bajamos a desayunar y de ahí a la dinámica de la playa. Habían varias en shorts pero Julia y sus boobs operadas estaban en bikini. Blanca me había animado a ponerme igual. Pues según ella con mi cuerpo, ella lo
Luciría así para todas partes.
Llegando a la dinámica estaban varios equipos. Me tocó competir contra Pablo, en el equipo de Sergio. Éramos 20 en cada equipo. Julia estaba en el equipo contrario. El juego era con globos de agua. Tenías que aventarlos a la fila del adversario y cacharlo cuando te lo aventaban. Pero al ser globos la mayoría se resbalaban.
Pablo se había puesto frente a mi. Uff traia traje de baño. Se había quitado la playera y traía lentes obscuros. Su pelo se le hacía más chino en la playa. Y bronceado se veía aún más guapo.
Cuando tocó el turno de aventarme el globo me lo aventó salvajemente y obvio se trono directo en mi panza y pecho. Obvio a el le pareció muy chistoso. Pero a mí nada y me iba a vengar. Cuando fue mi turno se lo aventé igual
A la panza y pecho pero el maldito lo cacho. Y me lo volvió a aventar y me volvió a mojar toda. Después de perder. Jugamos otros juegos. Ya en diferentes equipos. Y algunos en la alberca. Como Volleyball de agua, jalar la cuerda etc.
Después a la hora de la comida sentía miradas y era Pablo viéndome. De pronto sonó mi celular. Tenía un mensaje de Pablo. Fernanda me urge revisar un tema contigo. Te espero a las 10 pm en la suite 14. "Madreeeeees" pensaba. Y ahora como le hago. No quiero ir. No quiero decirle nada a Blanca, porque aunque me caiga bien, se que no es mi amiga.
"Lo podemos ver en el restaurante o en otro lugar?" Pregunte rezando por tener otra respuesta.
"No Fernanda. Lo que tengo que decirte es confidencial." Contestó.
Chingada Madre!!!! Y ahora que quiere... aunque debo admitir que muy en lo profundo de mi ser. Moría por ir a verlo.
Estaba dando mil vueltas a cómo decirle a Blanca que iba a ir a ver a Pablo. Pero no quería decirle pues se perfecto lo que pensaría.
Así que después de cenar. Blanca y George me dijeron de ir al bar/ antro del hotel. Yo feliz pues puse de pretexto que me dolía mucho la panza y que mejor iría mañana.
Y me espere a que Blanca se fuera, para arreglarme. Me puse un vestido Blanco strapless que llevaba. Perfume. El pelo amarrado en un chongo y salí rumbo a la suite 14...
CAPITULO 16
Toque la puerta y mi corazón latía fuertísimo. De esas veces que puedes casi escucharlo por fuera.
De pronto me abrió la puerta Pablo. Estaba con unas bermudas blancas, camisa de manga corta de lino color azul cielo abierta a 3 botones, para dejar lucir su pecho marcado. No era muy peludo pero tampoco lampiño. Traía su pelo relamido con sus chinos despeinados por atrás. Sus ojos azules se veían espectaculares con su cara bronceada. Y de pronto ahí recargado en la puerta se quedo viéndome con sus ojos azules traviesos, y me dijo "Pasa Licenciada"...
Yo entre sin decir una palabra. Su suite estaba increíble. Tenía una terraza enorme con vista al mar. Y con un jacuzzi espectacular. Vi que en la mesa de la terraza estaba una laptop y un vaso de lo que podría ser un whiskey en las rocas. Parte mía pensaba que quizás habría pedido cena o tendría algo preparado pero no.
"Siéntate Licenciada ¿quieres algo de tomar?" Me pregunto. "Mmm no se, tienes un vaso de agua" conteste. Y se que lo dije en un tono nervioso porque me contesto. "Tranquila Fer, no te voy a hacer nada. Esto es meramente de trabajo" contesto mientras me servía un vaso de agua.
"Queeeee maldita sea. Arráncame el vestido y hazme algo!!" Pensaban mis demonios mentales. Y es que seamos sinceras. Verlo ahí, en ese cuarto solos, y siendo la vez que más guapo lo había visto en mi vida. Me moría por literal comérmelo.
Pero respire y me quedé viendo el mar, mientras se sentaba junto a mi y prendía su laptop.
"Mira quiero que me ayudes con mi presentación de mañana. No he podido avanzar nada. Tú sabes que para mí es muy importante que me vaya bien mañana. Y quien mejor para ayudarme que tú." Me dijo mientras se tomaba su whiskey.
"Claro, lo que necesites" contesté, y empezamos literal a trabajar. El sentado junto a mi. Oliendo delicioso. Y pidiéndome miles de datos y gráficas. Me lo merezco pensaba mientras me sentía la más ingenua por creer que iba a otra cosa. Por dentro me hervía la sangre, queriéndome voltear a besuquearlo. Pero yo concentrada seguía trabajando.
Paso una hora y por fin terminamos. Así que me paré y le dije "bueno si ya no necesitas nada más" y en eso me jala y me planta un beso. Por dentro mis demonios brincaban de la emoción. Que rico beso, que rico el, y la verdad yo se lo conteste con una fuerza como cuando te mueres de antojo y te atragantas una dona.
Obviamente del beso me fue llevando hasta la cama y me fue bajando el vestido strapless. Besos en hombros, pechos y de pronto fuera todo vestido, mi bra strapless... y me quede en calzones, mientras yo lo desvestía a el también.
No se que me pasaba pero estando con el se me olvidaba todo. Más bien en ese momento no me acordaba y no me importaba ni su esposa, ni Phillip ni nadie. Maldito deseo solo me lo quería coger. Ahí en ese instante.
"¿Traes condon?" Pregunte con mi chongo ya alborotado. "Si"... y bueno... de la cama, pasamos al jacuzzi. Del jacuzzi a la cama y ahi sin parar por horas. Hasta que nos quedamos dormidos y abrazados.
De pronto tocaron la puerta. Me desperté un poco confundida sin saber que hora era. ¿Y si era Blanca? ¿Y si era Sergio? Y salte de un brinco y lo desperté con voz baja... "Pablo alguien está tocando". El aún más confundido se despertó y seguíamos escuchando como tocaban. "Metete al baño y por favor no salgas" me dijo mientras se ponía sus boxers para ir a abrir.
Eran las 5 de la mañana. Blanca me iba a matar. Seguro iba a sospechar lo peor de mi. Y en ese momento me empezó a entrar la culpa. Otra vez había caído con Pablo. Soy la pendeja más grande de la tierra. Traía el anillo de Phillip en la mano y me sentía la más traicionera de todas. En eso escuche una voz de mujer...
Se escuchaba rara, como voz de borracha. Sonaba como... ¡Julia! Era Julia. Chin ¿nos habrá cachado? Y en eso pegue la oreja a la puerta.
"Pablo ándaleee por favor, ssabes que yo te amooo" decía Julia con voz de borracha. Se escuchaba como tambaleaba. Pero no podía ver nada. Me agaché para ver si por abajo de la puerta veía algo... pero no.
"Julia estás en muy mal
Estado. Por favor vete a tu cuarto. No debes estar aquí" le decía Pablo mientras que por los sonidos la encaminaba a la puerta.
"Andaleeee Pablo solo una noche más" decía Julia.
¿Como!!? ¿Una noche más? Ósea que ya han habido otras. Pensaban mis demonios otra vez. Pero si soy bruta. Seguro soy una más. Seguro también se metió con Julia. Y en eso me empece a mal viajar con la idea de que yo era sin duda una más.
Por fin escuche que cerró la puerta y vino a buscarme al baño. Traía mi ropa en la mano. ¡De suerte Julia no la vio! Pensaba mientras me vestía.
"Con que también estuviste haciendo esto con Julia" pregunte un poco molesta.
"Si, pero fue hace años" me contesto Pablo. "Ella y yo entramos juntos a trabajar aquí, y los dos éramos becarios. Los dos salíamos a todas partes juntos y después de unos meses empezamos a andar. Estuvimos muy clavados, hasta que yo conocí a Isabel" me dijo mientras se acostaba otra vez en la cama. "Pero fue hace mucho y no sé porque ahorita vino así" agregó.
"Bueno Pablo yo mejor me voy. Ya casi se van a despertar todos y no quiero que nadie me vea" dije mientras me acerqué a darle un último beso.
"Gracias Licenciada, ya te extrañaba" me dijo mientras se paró a despedirme a la puerta.
En friega me fui a mi cuarto. No sabía que le iba a decir a Blanca. ¿Que podría decir que hice hasta las 6 am?
Así que entre al cuarto de puntitas. Ahí estaba Blanca dormida y roncando aún con la ropa con la que salió. Decidí que como ya eran 5:30 a.m lo mejor sería bañarme. Así que me bañe y salí vestida lista para nuestro último día de convención.
Blanca se despertó media hora después a las 6:30 a.m. Yo estaba leyendo en mi cama. ¿Porque tan tempranera? Me pregunto. ¿Como sigues? Me pregunto mientras se tallaba los ojos para despertar.
"Bien ya mejor, ¿ustedes qué tal? ¿A que hora llegaste? Pregunté. M
"¡Muy bien! ¡Muy divertido! ¡Te la súper perdiste! Me dijo sin preguntarme nada. Seguro ni se entero que yo no estaba aquí.
"Hubieras visto ayer Julia se puso un pedo! Todos estábamos cantando y bailando en la pista. Y pobre vieja porque estuvo tomando y tomando puro shot que le daban. Y bailando con el de ventas muy pegaditos" me contaba mientras se moría de risa de todas sus anécdotas de la noche.
Y de pronto recibí un mensaje en mi celular. No tenía número conocido.
"¿Tu novio sabe que le pones el cuerno? Putita"
¡Madres! Sea quien sea nos vio! Y sabe perfecto lo qué pasa entre Pablo y yo. Pero el no saber quién me estaba torturando.
Así que marque y no me contestaban. Sea quien sea sabe perfecto lo que estoy haciendo y eso es muy peligroso.
"No te escuche cuando entraste? Pregunte a Blanca mientras estaba bañándose. Sondeando a ver si me contestaba.
"Ay Fer... ni te hagas. Si bien sabes que ni estabas" Me contesto y yo shockeada sin saber que contestarle.
Me había cachado y seguro se imaginaba lo peor...
¿Será la del mensaje? Pero ¿cómo? si había estado conmigo todo este tiempo?
¿Bueno y se puede saber dónde estabas? Me pregunto y yo ahí helada sin saber que contestar...
CAPITULO 17
"Ya viste la hora" cambie de tema y nos apuramos para salir corriendo al ultimo día de convención. La primera plática del día era la de Pablo y se veía radiante. Era un líder nato. Imposible no caer rendida. Varias de las vendedoras de la compañía se sacaban fotos con el pues verdaderamente era un bombón de hombre.
Escuchamos el cierre de Sergio de la convención y luego trajeron pláticas de gente que ha superado obstáculos en la vida y platicas que inspiraban muchísimo.
Una de ellas se trataba de conseguir el éxito y la felicidad. Obviamente yo pensaba en como la felicidad que yo sentía con Pablo. La plenitud y las ganas de comerme al mundo cuando estaba con él. Alguna vez había estado feliz con Phillip. Pero claramente ya no lo era. Y tenía que terminar con el de una vez por todas. Sabía que le rompería el corazón, pero tenia que hacerlo.
Teníamos esa tarde y noche libres aunque ya me habían advertido que esa noche todos salían al antro del hotel. Incluido Sergio el Director General.
La tarde me la pase con Blanca, George y otros amigos en la alberca. Y cerca de nosotros estaba Julia. Pobre tenía una cara de cruda que no podía con ella.
De pronto recibí una llamada de Phillip estaba super alterado. "¿Con que me pones el cuerno Fernanda?, ¿me crees tan pendejo no? ya sabía yo que algo andaba raro. Pero lo quiero escuchar de tí" me decía gritando por el celular. "Cálmate Phillip, por favor no creo que sea el momento. No se de donde viene todo esto que me dices." le decía yo mientras sentía como si me hubieran tirado una cubeta de agua helada. Lo que menos quería era lastimar a Phillip. No se lo merecía. ¿Quién la habrá contado?. "Mira Fernanda ni te molestes en negarlo. Tengo la foto que se ve claramente lo PUTA que me saliste" me seguía gritando y en eso colgó.
Me temblaban las manos, las piernas y empecé a llorar. "¿Que pasa Fer?" me dijo Blanca y George vino a abrazarme.
"Nada ahorita regreso" y me fui corriendo a mi cuarto. Necesitaba hablar con Phillip y explicarle. Alguien sabía lo que estaba pasando y no sabía quién me podría estar haciendo esto. ¿Para que? y ¿Por que?.
En el fondo la palabra PUTA retumbaba en mi cabeza. Si lo era. Y me merecía todo lo que Phillip me había gritado. Sabía que si le marcaba solo iba a empeorar las cosas. Así que preferí dejarlo así y ya mañana que estuviera de vuelta en México explicarle lo que pasaba.
Se me caía la cara de verguenza. ¿Sabrán mis suegros?¿Sabrá mi familia? ¿Como voy a explicarles que ya no habrá boda? Y lloré y lloré por lo mal que había hecho todo desde el principio. Me quede dormida pues por obvias razones había dormido muy poco en la noche.
Me despertó Blanca ya eran las 8 de la noche "¿Que pasa Fer, necesitas algo? me pregunto mientras se sentó junto a mi en mi cama. Quería contarle pero después de sus reacciones no sabía si en realidad era mi amiga. Así que le dije "Nada es una tontería que me puse triste" pero todo bien.
"Bueno pues arréglate porque hoy es la ultima noche que estamos aquí y nos vamos a divertir" me dijo mientras me jalaba hacía la regadera.
Nos arreglamos y salimos hacía el restaurante. Yo tenía muy pocos ánimos de salir pero hice el mayor esfuerzo para agarrar ánimo y actitud de fiesta. Me había puesto unos shorts blancos y una camisa halter roja. Unas sandalias altas y me dejé el pelo suelto con mis chinos mojados en un tipo wet look. Según Blanca me veía muy bien. Pero yo me sentía fatal. Con nada de ánimos para nada.
Cenamos en el restaurante y a lo lejos vi a Pablo. Estaba super guapo. Con una camisa azul marina y unas bermudas beige. Mocasines color camello y con su bronceado espectacular se me caía la baba de verlo.
"Bueno ya Fer, ¿cuéntame que pasa? ¿ya me vas a decir donde estabas ayer? me pregunto Blanca viéndome fijamente a los ojos. "Te prometo que luego te cuento" le dije mientras nos parábamos al buffet de la cena.
Una vez que estábamos todos los amigos Blanca, George y mis otras amigas de la oficina nos fuimos hacía el antro.
Efectivamente estaban ya ahí Sergio, varios directores, la gente de las diferentes ciudades de la república, Pablo, Blanca y sus amigos.
De inmediato empezamos a tequilear con shots y yo me empece a relajar un poco. Después de todo, tarde o temprano tenía que cancelar mi boda con Phillip. Y aunque no era así como me habría gustado hacerlo. Tenía que afrontar las consecuencias de estar jugando con fuego.
George me sacó a bailar y yo sentía la mirada intensa de Pablo. No me dejaba de ver ni un segundo. Así que decidí picarlo un poco y me puse a bailar según yo muy divertida con George. George no había dejado de echarme flores toda la convención, pero estaba en mi friend zone y lo tenia muy claro. En eso vi como llegaba una tipa muy guapa. Una güera despampanante al antro. Con un cuerpazo lucía un vestidito negro. En eso vi que llegó directo a la mesa de Pablo y Sergio, y le dio un beso a Pablo quién de inmediato la abrazo. Era Isabel. Y yo sentí como si me hubieran clavado un cuchillo en la panza. Era lo último que me faltaba para sentirme de la chingada. "Así que decidí que era hora de irme. Obvio ni Blanca, ni George me dejaron irme y me metieron como otros 3 tequilas. La música se puso muy buena y nuevamente estábamos en la pista, Yo poco a poco sentía los efectos del alcohol y entre Blanca y yo nos pusimos a hacer coreografías en la pista, Poco a poco llegaron algunos de ventas quiénes nos chiflaban y aplaudían. En eso llegó un cuate que en mi vida había visto y se puso a bailar conmigo. No era nada feo y se veía más o menos de mi edad. "¿Llevas mucho en la compañía?" me preguntó. "Ya un año" conteste y podía notar que mi voz reflejaba el tequila extra que me había tomado. "Pues mucho gusto, yo soy Javier y soy hijo de Sergio. Siempre nos trae al último día de la convención y nos quedamos una semana más por acá. Yo acabo de regresar a México porque me fui a hacer mi maestría. Y estoy pensando si entrar a trabajar a la empresa o si mejor me voy a otra. Eso de trabajar bajo las ordenes de mi papá, no me encanta. Pero viendo que hay niñas tan guapas como tú, podría cambiar de opinión." me decía mientras me agarraba la mano para bailar al ritmo de "Mi dulce niña nanana, tu me fascinas nanana"...Y en eso escucho que me dicen "Cuidado, a este no lo creas nada de lo que te diga" y era Pablo quién estaba bailando justo junto a nosotros con Isabel. A quién no tuve otro remedio mas que saludarla. Efectivamente era una tipa super guapa. Y parecía más joven que Pablo. Le calculaba unos 35 años. Ella lo abrazaba y yo solo tenía ganas de desaparecer. No podía evitar pensar en la noche anterior. Ella ahí bailando con el, sin tener idea de que una noche anterior me lo estaba cogiendo.
En eso entre mis tequilas y mi remordimiento de conciencia me dieron unas ganas terribles de vomitar. Así que salí corriendo al baño. Seguramente se notó muchísimo como corrí, pues Blanca llego tras de mi. "Estas bien Fer" y yo sacando ahí el tequila, la cena y casi el desayuno. "No Blanquita, nada esta bien" le contesté mientras sale a enjuagarme la boca. "Ya me voy, si me quedó voy a terminar haciendo un oso terrible. Porfa despídeme de George y nos vemos mañana." y me despedí saliendo rápido de ahí.
Estaba ya afuera cruzando por los pasillos del hotel cuando sentí que me jalaron del brazo para voltearme. "¿Bonita estás bien?" era Pablo. "No Pablo, no estoy bien. Te odio por todo lo que me has hecho. Antes de tí, mi vida era perfecta. Y ahora no soy más que una puta más que se cruzó en tu vida." le dije mientras se me salían las lágrimas. El me abrazó y me dijo "Sabes perfecto que eso no es cierto. Perdóname por favor yo también sentí horrible cuando te vi con Phillip en el aeropuerto". me dijo mientras me acariciaba la cabeza. "Es que no solo es eso Pablo, sabes perfectamente que lo nuestro no puede ser. Adentro esta tu suegro, tu esposa, tu cuñado. Tu chamba esta en riesgo. Así que ya por favor déjame irme en paz a mi cuarto" le dije mientras me sacaba de su abrazo. "Lo tenemos que platicar Licenciada, esto no se puede quedar así" me dijo mientras me dejaba ir.
Al día siguiente tomamos el vuelo de regreso yo me seguía sintiendo mal. Cruda, triste, confundida y con muchas nauseas. Obviamente los tequilas no eran lo mío y me sentía muy mal.
Tenía miedo de ver a Phillip. Pero sabía que lo tenia que enfrentar tarde o temprano. Así que llegando a mi casa le mandé un mensaje avisándole que había llegado y que nos teníamos que ver.
Llegando a mi casa volví a vomitar. Que asco seguía sacando el tequila y la comida que me había comprado en el aeropuerto.
En eso tocaron la puerta. "Nena ya llegó Phillip" me aviso mi mamá. Quién me había traido un sal de uvas para el malestar estomacal que yo sentía.
"Hola" me dijo Phillip mientras se sentaba en la sala. "La verdad vine porque quiero que me regreses el anillo" me dijo super serio. "Aquí tienes, pero antes déjame explicarte" le dije mientras le regresaba el anillo. Su cara estaba desencajada. podía notar que había llorado. "Quiero explicarte" insistí. "¿Explicarme qué? contestó alterado. "¿Que desde que entraste cambiaste? ¿Que decidiste meterte con tu jefe para subir de puesto? ¿Que eres un puta? o ¿Que quieres explicarme"? me dijo aun más molesto. "Mira no te lo permito Phillip. Si alguien conoce mis capacidades eres tu, Una cosa es que yo si me equivoque y me enamoré de la persona incorrecta. Y otra muy diferente que yo lo hiciera por ganarme un puesto". contesté en mi defensa.
"Pues yo ya no se ni que creer, solo sé que he sido un pendejo por no darme cuenta antes." y agarró sus cosas y se fué azotando la puerta de mi casa. Y dando un arrancon de puberto con su coche.
"¿Que pasa nena? me dijo mi mamá entrando al estudio. "¿Ya se fue Phillip? ¿se pelearon? preguntaba.
"Si Má" contesté "Cancelamos la boda" dije mientras salí corriendo hacía mi cuarto.
"¿Pero que dices?" dijo mi mamá gritándome que regresará a explicarle. Pero no quise. No podía. No sabía ni como lo haría. Con que cara le dices a tus papás que le pusiste el cuerno al yerno preferido. Como explicarles que sus valores, su educación y todo lo que me habían enseñado me lo pase por el arco del triunfo.
Y en eso recibí un mensaje "Las putas se quedan solas" ¿Quién carajos me estaba siguiendo? Alguien muy cercano a mi, me estaba torturando y sabía lo que estaba yo haciendo. Un nervio corrió por todo mi cuerpo mientras corrí a asomarme por la ventana. No vi a nadie. Pero sea quién sea sabía lo que yo estaba haciendo a cada momento...
CAPITULO 18
Pase muy mala noche. Llorando y pensando en lo mal que había estado actuando todo este tiempo. Recordando cuando todo estaba bien con Phillip y con mi familia. Y muy ansiosa de saber que alguien sabía hasta mi último movimiento. No sé ni a que hora me quedé dormida. Al día siguiente desperté en la mañana muy triste y confundida. Me sentía nerviosa, estaba temblorosa y un poco asqueada.
Triste por mi situación con Phillip, no quise lastimarlo así. Me hubiera gustado terminar de otra forma. Me sentía preocupada, sabía que mi familia me haría preguntas. Y no estaba lista para hablar de lo que había sucedido. Así que me fui temprano a mi yoga y de ahí a la oficina.
Muy temprano recibí un correo de RH nos avisaban que Moisés se estaba recuperando exitosamente y que muy pronto estaría de vuelta. Yo no podía evitar pensar en lo que pasaría cuando Moises regresara. ¿Me quitarían del puesto? ¿Me dejarían a mi? Pero al final sentía gusto por Moi y por su familia. Que bueno que se había recuperado de este accidente.
La junta de los Lunes fue breve, la llevo acabo Julia porque Pablo se había quedado unos días más con su familia en Puerto Vallarta. La pura idea de saber que estaba con Isabel me provocaban celos. Pero celos tontos pues el era suyo y yo solo quería robarle algo que no me correspondía.
Obviamente cuando regrese a mi casa estaba ahí mi mamá y mi papá esperándome para hablar. Pero tristemente mi mamá no se había podido quedar tranquila y había hablado con Phillip quien solo le dijo...¿pregúntele a su hija lo que hizo? "¿Que hiciste nena? ¿Que pudo pasar para que Phillip y tú se hayan peleado? Ustedes se quieren mucho y quizás haya una solución" decía mi mamá claramente preocupada. "Antes que nada eres nuestra hija y aquí estamos para apoyarte" me dijo mi papá. Yo me puse muy nerviosa y sentí nuevamente ganas de vomitar. Así que corrí al baño y tras de mi vino mi mamá. "¿Todavía sigues mala nena? Te voy a preparar un té" dijo mi mamá" yo creo que necesitaremos llevarte al doctor" dijo mi papá mientras regrese a sentarme en la cocina con ellos. "He estado muy nerviosa Pa, y comí mariscos en la convención. Seguro uno me cayó mal" conteste. Yo estaba segura que mi malestar venía de todo lo que me había tomado y comido.
"Pero efectivamente ir al Dr. no me caería nada mal. No me estaba sintiendo nada bien" dije mientras me recargaba en el hombro de mi papá. Mi papá era el hombre más importante en mi vida. Me apoyaba, me guiaba y sobre todo siempre tenía la respuesta perfecta.
Así que me armé de valor. "Lo que sucede es que cuando entré a trabajar conocí a una persona de mi trabajo. Y pues me atrajo mucho y creo que me enamoré. Intenté seguir con Phillip como antes. Pero el amor que siento por esta persona fue más fuerte y creo que lo que siento por Phillip es solo cariño. Lo quiero mucho, pero ya no lo amo" les dije mientras seguía abrazada y recargada en el hombro de mi papá. Y me solté llorando ahí sobre mi papá como lo hacía cuando era chiquita. Abrazada a mi papá, sentía que nada ni nadie me podía vencer.
Dándome un beso en la cabeza y abrazándome fuerte mi papá me preguntó. "Y este muchacho te corresponde?"
"No estoy segura Papi. Se que le gusto pero no sé si lo suficiente" contesté aún llorando abrazada a él.
"¡Pero Fernanda!, Phillip es un gran muchacho y estaba perdidamente enamorado de ti. No podrías intentarlo de nuevo hijita" dijo mi
Mamá.
"No mamá, yo ya no siento lo mismo por Phillip y no es justo para el" le dije.
"Ay nena pues ojalá no te arrepientas, porque encontrar a otro hombre como Phillip va a estar difícil. ¿Y ese muchachito que ahora te gusta es el tal Pablo ese de las flores de tu cumpleaños? Preguntó. "Porque yo no me creí que fueran de todos los de tu oficina" agregó mi mamá, quien siempre había sido extremadamente juiciosa conmigo.
"Bueno ya dejémosla en paz creo que Fernanda ya tiene la edad suficiente para tomar sus decisiones" dijo mi papá mientras se paraba para irse a su cuarto.
Yo no había querido cenar nada. Estaba inapetente.
Al día siguiente amanecí nuevamente con el
Estomago revuelto. Desayune algo pero de inmediato sentí asco y volví a vomitar. Hoy voy a aprovechar para ir al doctor de la oficina pensé mientras volví a forzarme a desayunar algo más. Y esta vez me sentí perfecta.
Pablo no estuvo toda la semana y logre avanzar rápidamente con mis pendientes.
Trabajar mi distraía de mis problemas. Así que me enfoqué en eso.
Por el medio día me volví a sentir mal así que aproveche para bajar a ver al Doctor de la oficina. Le expliqué que había regresado de la convención con mucho malestar y que prácticamente estaba vomitando diario. Me reviso toda y me dijo "¿Hace cuánto fue tu ultima regla?" "¿Estás sexualmente activa?" Preguntaba el doctor. ¡No puede ser! Mis demonios empezaron a atacarme. Eres una pendeja y si ahora estás embarazada. No vas a saber ni de quien es. Que pensaría el
Doctor si le dijera que estoy sexualmente activa con dos y uno de ellos casado. "Pues justo debería ser por estos días. Hace como 3 días debió ser. Pero como estuve en la playa y con otro clima. Yo creo que es normal" contesté.
"Bueno pues solo para descartar, necesito que te hagas una prueba de embarazo" dijo el Doctor.
"Yo te veo bien en general y quizás podría ser algo viral. Pero no quiero medicarte hasta no saber si estás o no embarazada" añadió. Y yo me quede helada. Por mi cabeza pasó la vez que lo hice con Pablo sin protección, y la vez que lo hice con Phillip también sin protección. Mi mundo se me estaba acabando. Como pude ser tan pendeja. Como pude dejarme llevar y ahora estar ante la duda de estar embarazada y lo peor sin saber de quién.
Saliendo del doctor fui corriendo a una de las farmacias que estaba a un par de cuadras. Pedí la prueba de embarazo y corriendo a la oficina la me la fui a hacer...
Fueron los segundos más largos de toda mi vida. .. y de pronto estaba ahí viendo fijamente cómo se marco una raya y otra también. Salió "Positivo" ¡no puede ser! Soy una verdadera pendeja. ¿Cómo es posible? Y ahora la duda es ¿de quién era? ¿Cómo saberlo? ¿Cómo explicarle a quien sea que fuera el papá? ¿Como decirle a mis papás? Y me quede ahí por lo menos media hora. Sentada, helada y sintiendo como mi mundo se cerraba. Me sentía atrapada y totalmente abrumada ante la idea. Yo no podia, ni quería tener un bebé. Tengo tan solo 26 años.
Decidí marcarle a mi mejor amiga. Todo lo de Pablo me lo había callado. Bueno menos la vez que le dije a Blanca. Pero ahora necesitaba contárselo a alguien cercano a mi. A mi mejor amiga de toda la vida. Así que le marque a Ana Paula mi súper amiga desde el Kinder.
Cabe mencionar que tanto Ana Paula como mi mamá eran fans non ultra plus de Phillip. Pero ante todo éramos amigas. O al menos así lo creía yo.
Le marque a Ana Paula y quedamos de vernos. Pero en nuestra llamada Me contó que Phillip la había ido a ver el Domingo saliendo de mi casa. "Amiga esta destrozado" y no es para menos. "Me contó algo de que ¿ahora sales con tu jefe?" Me pregunto en un tono acusatorio . "Hoy te cuento todo y ya te doy mi versión" le dije y por dentro sentí un enorme nudo.
No se me hacía justo que ahora Phillip estuviera diciendo a mis amigos lo que había hecho. Y menos sin tener mi versión. Así que le envié un mensaje.
Hola Phillip, las cosas no son como tú crees. Me encantaría que me dejaras explicarte las cosas. Te agradecería que no lo contarás hasta no saber mi versión. Le escribí y casi de inmediato me contesto.
Ahora resulta que tú eres la víctima? Estás muy mal Fernanda. Y por favor ya no me escribas, ni me llames.
Debo admitir que su forma me dolió pero lo
entendía. Entendía su enojo y peor me ponía de imaginar que el pudiera ser el papá de este bebe. De este bebé que claramente no debía nacer...
Triste por mi situación con Phillip, no quise lastimarlo así. Me hubiera gustado terminar de otra forma. Me sentía preocupada, sabía que mi familia me haría preguntas. Y no estaba lista para hablar de lo que había sucedido. Así que me fui temprano a mi yoga y de ahí a la oficina.
Muy temprano recibí un correo de RH nos avisaban que Moisés se estaba recuperando exitosamente y que muy pronto estaría de vuelta. Yo no podía evitar pensar en lo que pasaría cuando Moises regresara. ¿Me quitarían del puesto? ¿Me dejarían a mi? Pero al final sentía gusto por Moi y por su familia. Que bueno que se había recuperado de este accidente.
La junta de los Lunes fue breve, la llevo acabo Julia porque Pablo se había quedado unos días más con su familia en Puerto Vallarta. La pura idea de saber que estaba con Isabel me provocaban celos. Pero celos tontos pues el era suyo y yo solo quería robarle algo que no me correspondía.
Obviamente cuando regrese a mi casa estaba ahí mi mamá y mi papá esperándome para hablar. Pero tristemente mi mamá no se había podido quedar tranquila y había hablado con Phillip quien solo le dijo...¿pregúntele a su hija lo que hizo? "¿Que hiciste nena? ¿Que pudo pasar para que Phillip y tú se hayan peleado? Ustedes se quieren mucho y quizás haya una solución" decía mi mamá claramente preocupada. "Antes que nada eres nuestra hija y aquí estamos para apoyarte" me dijo mi papá. Yo me puse muy nerviosa y sentí nuevamente ganas de vomitar. Así que corrí al baño y tras de mi vino mi mamá. "¿Todavía sigues mala nena? Te voy a preparar un té" dijo mi mamá" yo creo que necesitaremos llevarte al doctor" dijo mi papá mientras regrese a sentarme en la cocina con ellos. "He estado muy nerviosa Pa, y comí mariscos en la convención. Seguro uno me cayó mal" conteste. Yo estaba segura que mi malestar venía de todo lo que me había tomado y comido.
"Pero efectivamente ir al Dr. no me caería nada mal. No me estaba sintiendo nada bien" dije mientras me recargaba en el hombro de mi papá. Mi papá era el hombre más importante en mi vida. Me apoyaba, me guiaba y sobre todo siempre tenía la respuesta perfecta.
Así que me armé de valor. "Lo que sucede es que cuando entré a trabajar conocí a una persona de mi trabajo. Y pues me atrajo mucho y creo que me enamoré. Intenté seguir con Phillip como antes. Pero el amor que siento por esta persona fue más fuerte y creo que lo que siento por Phillip es solo cariño. Lo quiero mucho, pero ya no lo amo" les dije mientras seguía abrazada y recargada en el hombro de mi papá. Y me solté llorando ahí sobre mi papá como lo hacía cuando era chiquita. Abrazada a mi papá, sentía que nada ni nadie me podía vencer.
Dándome un beso en la cabeza y abrazándome fuerte mi papá me preguntó. "Y este muchacho te corresponde?"
"No estoy segura Papi. Se que le gusto pero no sé si lo suficiente" contesté aún llorando abrazada a él.
"¡Pero Fernanda!, Phillip es un gran muchacho y estaba perdidamente enamorado de ti. No podrías intentarlo de nuevo hijita" dijo mi
Mamá.
"No mamá, yo ya no siento lo mismo por Phillip y no es justo para el" le dije.
"Ay nena pues ojalá no te arrepientas, porque encontrar a otro hombre como Phillip va a estar difícil. ¿Y ese muchachito que ahora te gusta es el tal Pablo ese de las flores de tu cumpleaños? Preguntó. "Porque yo no me creí que fueran de todos los de tu oficina" agregó mi mamá, quien siempre había sido extremadamente juiciosa conmigo.
"Bueno ya dejémosla en paz creo que Fernanda ya tiene la edad suficiente para tomar sus decisiones" dijo mi papá mientras se paraba para irse a su cuarto.
Yo no había querido cenar nada. Estaba inapetente.
Al día siguiente amanecí nuevamente con el
Estomago revuelto. Desayune algo pero de inmediato sentí asco y volví a vomitar. Hoy voy a aprovechar para ir al doctor de la oficina pensé mientras volví a forzarme a desayunar algo más. Y esta vez me sentí perfecta.
Pablo no estuvo toda la semana y logre avanzar rápidamente con mis pendientes.
Trabajar mi distraía de mis problemas. Así que me enfoqué en eso.
Por el medio día me volví a sentir mal así que aproveche para bajar a ver al Doctor de la oficina. Le expliqué que había regresado de la convención con mucho malestar y que prácticamente estaba vomitando diario. Me reviso toda y me dijo "¿Hace cuánto fue tu ultima regla?" "¿Estás sexualmente activa?" Preguntaba el doctor. ¡No puede ser! Mis demonios empezaron a atacarme. Eres una pendeja y si ahora estás embarazada. No vas a saber ni de quien es. Que pensaría el
Doctor si le dijera que estoy sexualmente activa con dos y uno de ellos casado. "Pues justo debería ser por estos días. Hace como 3 días debió ser. Pero como estuve en la playa y con otro clima. Yo creo que es normal" contesté.
"Bueno pues solo para descartar, necesito que te hagas una prueba de embarazo" dijo el Doctor.
"Yo te veo bien en general y quizás podría ser algo viral. Pero no quiero medicarte hasta no saber si estás o no embarazada" añadió. Y yo me quede helada. Por mi cabeza pasó la vez que lo hice con Pablo sin protección, y la vez que lo hice con Phillip también sin protección. Mi mundo se me estaba acabando. Como pude ser tan pendeja. Como pude dejarme llevar y ahora estar ante la duda de estar embarazada y lo peor sin saber de quién.
Saliendo del doctor fui corriendo a una de las farmacias que estaba a un par de cuadras. Pedí la prueba de embarazo y corriendo a la oficina la me la fui a hacer...
Fueron los segundos más largos de toda mi vida. .. y de pronto estaba ahí viendo fijamente cómo se marco una raya y otra también. Salió "Positivo" ¡no puede ser! Soy una verdadera pendeja. ¿Cómo es posible? Y ahora la duda es ¿de quién era? ¿Cómo saberlo? ¿Cómo explicarle a quien sea que fuera el papá? ¿Como decirle a mis papás? Y me quede ahí por lo menos media hora. Sentada, helada y sintiendo como mi mundo se cerraba. Me sentía atrapada y totalmente abrumada ante la idea. Yo no podia, ni quería tener un bebé. Tengo tan solo 26 años.
Decidí marcarle a mi mejor amiga. Todo lo de Pablo me lo había callado. Bueno menos la vez que le dije a Blanca. Pero ahora necesitaba contárselo a alguien cercano a mi. A mi mejor amiga de toda la vida. Así que le marque a Ana Paula mi súper amiga desde el Kinder.
Cabe mencionar que tanto Ana Paula como mi mamá eran fans non ultra plus de Phillip. Pero ante todo éramos amigas. O al menos así lo creía yo.
Le marque a Ana Paula y quedamos de vernos. Pero en nuestra llamada Me contó que Phillip la había ido a ver el Domingo saliendo de mi casa. "Amiga esta destrozado" y no es para menos. "Me contó algo de que ¿ahora sales con tu jefe?" Me pregunto en un tono acusatorio . "Hoy te cuento todo y ya te doy mi versión" le dije y por dentro sentí un enorme nudo.
No se me hacía justo que ahora Phillip estuviera diciendo a mis amigos lo que había hecho. Y menos sin tener mi versión. Así que le envié un mensaje.
Hola Phillip, las cosas no son como tú crees. Me encantaría que me dejaras explicarte las cosas. Te agradecería que no lo contarás hasta no saber mi versión. Le escribí y casi de inmediato me contesto.
Ahora resulta que tú eres la víctima? Estás muy mal Fernanda. Y por favor ya no me escribas, ni me llames.
Debo admitir que su forma me dolió pero lo
entendía. Entendía su enojo y peor me ponía de imaginar que el pudiera ser el papá de este bebe. De este bebé que claramente no debía nacer...
CAPITULO 19
Saliendo de la oficina me fui a uno de los Starbucks cerca de donde trabajaba mi amiga Ana Paula. Todo el camino hacia verla llore como loca. Me sentía destrozada y sobre todo decepcionada por cada una de las decisiones que hasta ahora había tomado.
Me limpie las lágrimas, me sone fuerte y me baje del coche respirando hondo.
Ahí estaba Ana Paula. Ya había llegado al lugar antes que yo. "Amiguis ¿cómo estás? Te ves fatal" me dijo mientras me abrazaba fuertísimo. "Es que a ver osea yo también estoy super sacada de onda. Ósea yo ya súper dama de honor en tu boda. Y ahora ¿cortaron? Y según Phill que porque ¿tu te metiste con tu jefe?" Me decía con un tono y un escrutinio que yo sabía que cuando le explicara la verdad. Cien por ciento tomaría lado hacia Phillip. "A ver osea yo te juro que estoy de tu lado Fer. Solo necesito que me expliques que obvio no es cierto lo del Jefe y yo feliz te ayudo a recuperar a Phillip" continuaba.
"¿Y quien te dijo que yo quiero volver con Phillip?" le conteste parándola en seco mientras ella se puso seria y no supo ni que contestar. "A ver Ana Pau, si te pedí que nos echáramos un café. Es porque necesito a mi mejor amiga. A la que siempre pude contarle todo y la que se que no me va a juzgar. Le diga lo que le diga." Le dije viéndola sería y firmemente a los ojos. "Obvio Fer para eso estoy aquí" me contesto y se quedo callada dejándome hablar.
Le conté todo lo que había pasado desde la primera vez que vi a Pablo. Su cara, su olor, las cosas que me decía. Le conté lo del
Trabajo y como yo por mis propios méritos me lo había ganado. Le deje bien claro que con Pablo
o sin Pablo yo gane ese puesto. Pues había sido la mejor del panel. "Y es que a ver, con o sin Pablo yo se lo que se. Y yo trabaje duro para prepararme. Me considero una mujer inteligente y capaz. Y quizás tuve una oportunidad de oro, por lo que le pasó a mi jefe. Pero tú me conoces Ana Pau y sabes que puedo con eso y con más no?" Le decía justificando un poco que lo de mi chamba no fue por abrir las patas. Y aunque quizás ustedes y todos podrían creer lo contrario. Sin duda el que yo le gustará a Pablo me llevo directo al panel. Pero del panel fuí la mejor. Y mi lado analítico siempre me llevo a destacar desde la universidad. Así que no. No fue por Pablo únicamente que yo quedara con el puesto de Moisés.
"Yo se Fer, tu siempre has sido la más lista y movida de todas. Pero nunca había escuchado que a una becaria la hicieran gerente a los 9 meses de haber entrado. Ósea entiende tú también como lo ve Phillip" me decía.
"Mira Ana Pau yo se que en estos últimos años tu te has llevado muy bien con Phillip, y se que lo entiendes porque lo quieres. Pero créeme yo nunca quise lastimarlo. Las cosas con Pablo se fueron dando y yo simplemente quise ser fiel a mis sentimientos y por eso corte con el. Te acuerdas?" Le dije sabiendo que ella y Phillip me habían organizado lo de la sorpresa del anillo.
Y es que Ana Paula era así. Siempre creía saber lo que los demás necesitaban. Se metía como la humedad en la vida de todos. Ella siempre opinaba según lo que ella quería entender. Y a pesar de eso la adoraba. Era la primera amiga que tuve. Mi confidente, mi hombro. Pero este año habíamos estado muy distanciadas. Entre mi chamba y la suya. Platicábamos poco. Ella también se llevaba mucho con Phillip. Y según Phillip la quería como a una hermana. Y yo también. Pero a veces como lo de ayudarlo con lo del anillo. Me parecía que ya era más amiga de Phillip que mía.
"¿Pero entonces porque aceptaste el anillo Fer?" Me dijo en un tono acusatorio. "¿Y que querías que hiciera? ¿Que en frente de todos le dijera que no? ¿Que estaba enamorada de otro?" Le conteste alterada.
"¿Bueno pero y lo del jefe que tan serio puede ser, el está casado no?" Contesto. "¿Y porque estás tan informada eh? ¿Todo esto te lo contó Phillip? Le pregunte irritada de que ella y Phillip
Hubieran estado cuchicheando de mi vida.
Ella se puso nerviosa y no podía contestarme de inmediato. "Pues si, todo esto me lo contó Phillip. El llego a verme a mi casa el otro día y me contó que le habían mandado unos mensajes y una foto tuya dándote un beso con tu jefe. Yo le dije que seguramente no eras tú. Pero en la foto traes la chamarra que el te regalo. Y la verdad Fer no se vale. Yo creo que debiste decirle cuando todo esto estaba pasando. Llego deshecho." Me dijo haciéndose la gran defensora de Phillip.
Así que decidí no contarle más. No contarle lo
Del bebé y no contarle de lo que realmente me estaba sucediendo. Y solo justificar lo que le habían dicho a Phillip.
"Pues créeme que quise habérselo dicho antes. Pero no sabía hasta donde iban a llegar las cosas con Pablo. No ha pasado más de ese beso que viste en la foto, (mentí) pero si siento cosas por el que nunca sentí por nadie.
El efectivamente está casado. Y lo más seguro es que no suceda nada con el. Pero para mí las cosas con Phillip tampoco estaban bien. Y yo deje de amarlo. El se merece estar con una mujer que si lo ame y esa no puedo ser yo". Le dije mientras se me rodaban las lágrimas.
"Te entiendo Fer, pero no entiendo porque si hay tantos hombres en este mundo te tuviste que fijar en un hombre casado. Hasta crees que va a dejar a su esposa por ti. Ósea seguro al guey te le antojaste para un rato. Y estás dejando ir a un gran hombre por alguien que no te va a ser fiel. Aunque dejará a su esposa por ti. Que garantía tendrías de que no te lo hiciera también a ti" me dijo y sus palabras me retumbaron en la cabeza.
Tenía razón. Pablo jamás dejaría a Isabel por mi. Y yo tampoco se lo había pedido. Pero mi bebé ahora cambiaría las cosas. Y aunque no estaba segura de cual de los dos era. Pues una noche no me cuide con Pablo y a la otra no me cuide con Phillip. Tenía una fuerte corazonada de que era de Pablo.
"Puede que tengas razón. Y en ningún momento estoy pidiéndole que deje a su esposa. Simplemente me enamore y me gano ese amor ante mi cabeza. A Phillip no lo quiero más que como a un amigo. Y aunque no lo quise lastimar así. Tarde o temprano íbamos a terminar separados. El me quiso sobre proteger y controlar con mis papás, mis amigas y la realidad es que me asfixio." Le dije sabiendo que ella seguramente le iría a contar.
"Así que todo tuyo" le dije. A lo que me contesto molesta "Ay Fernanda que cosas dices" y es que yo no era tonta y mi amiga moría por mi novio. Era algo que yo sentía desde hace mucho tiempo. Como lo veía. Como lo justificaba. Como le pasaban galanes y a ninguno pelaba. Así que ahora si se la estaba poniendo fácil. Seguro lo amaba en secreto.
"De verdad Ana Pau, que mejor mujer para el
Que tu" le dije mientras me paraba para agarrar mi bolsa.
Ella se quedo callada y solo me abrazo y me dijo. "Nos hablamos ¿va?"
Y yo salí y me subí a mi coche. Solté las lágrimas y me sentí la mujer más triste de este planeta. Me sentí sola muy sola. En un año había perdido a mi novio, a mis amigas y ahora había perdido hasta mi dignidad. Me sentía la más puta de todas. Había entregado a un gran hombre a los brazos de mi mejor amiga. Para quedarme sola. Sabiendo que cuando supiera lo de mi embarazo seguramente Pablo tampoco me querría más. Seguramente mis papás me apoyarían pero la decepción que les ocasionare no la borraría nunca.
Y me quede así, sola y llorando como media hora. Hasta que por fin llegue a mi casa.
Ya era tarde y mis papás se habían ido a acostar. No tenía idea cómo iba a lograr sobre pasar el
Fin de semana disimulando mi tristeza, mis ascos y mi terrible sentimiento de culpa.
Todo el fin de semana me la pase escribiendo. Escribiendo todo lo que les he contando. Sabiendo que así desahogaba mis penas. Sin saber que un día lo compartiría con ustedes.
Y así escribiendo y descansando y disimulando lo más que pude mi malestar. Llego el Lunes. Nuevamente vería a Pablo. No sabía que le diría ni que me diría el. Pero tenía que decirle que estaba embarazada.
No estaba segura que fuera de el. Pero estaba casi segura. Quizás siendo honesta muy en el
fondo siendo yo muy ingenua. Una parte de mi corazón deseaba que fuera suyo. Deseaba que con ese pretexto dejará todo y se fuera conmigo. Obvio mi parte racional sabía que el jamás arriesgaría su trabajo y su gran vida. Por venirse conmigo. Pero mi corazón lo amaba más allá de la razón.
Y me fui a dormir soñando en la posibilidad de que el también me amara de regreso lo suficiente para dejarlo todo por mi...
Era Lunes. Esta vez amanecí con más ascos. Mi mamá empezaba a darse cuenta de que no comía bien. Y la notaba preocupada. "Mi nena, ¿sigues mala de la panza?" Me dijo esa mañana cuando de milagro tome un trago de un vaso de jugo de naranja. Mismo que saque de inmediato en el baño mi cuarto. ¡Que horror! Me veía y me sentía asquerosa. ¿Cómo iba a lograr disimularlo más tiempo?
Logre que me entrara un cuernito de jamón. Que pase a comprar. Y entre a la junta de los Lunes. Ahí estaba Pablo. Se veía guapísimo. Traía una camisa azul que hacía que sus ojos se vieran aún más azules. Su pelo chino relamido y su sonrisa perfecta. Se me iluminaba la cara al verlo.
Estábamos en plena junta cuando me llegó un mensaje de celular. "Te invito a cenar hoy. Te estuve extrañando aceptas" era de Pablo.
Obvio quería decirle que si. Pero la última vez que lo vi le dije que no quería que me molestara más.
Y era cuando no sabía que estaba embarazada.
Pero aún así me trate de hacer la interesante y le conteste.
"Creí haber sido clara contigo. No me molestes más". Lo mande y obvio al minuto me sentía arrepentida. ¿Y si ya no me ruega? ¿Y si me hace caso? Pero obviamente lo conocía cada vez más y no era un hombre al que le gustara que le dijeran no.
"Te prometo que será la última vez. Tengo algo muy importante que decirte. Tengo un día lleno de chamba. Por favor dime que aceptas"...
Y acepte...
CAPITULO 20
Toda la mañana se me fue muy lenta. Entre mis nauseas, el cansancio y mis nervios no sabía ni como controlarme. Pensaba y fantaseaba con la idea de lo que podría decirme Pablo. Que dejaría a su familia para estar conmigo. Que había hablado con Isabel y que se iban a divorciar. Que quería que me fugará con el. Y una serie de fantasías que cruzaban por mi mente.
Esperé a que dieran las 19:00 hrs. Y de pronto me asomé y vi que a lo lejos seguía prendida la luz de la oficina de Pablo. En ese momento mi corazón empezó a acelerarse. Había llegado el momento de verlo y escuchar lo que me tendría que decir.
Lo voy a dejar hablar. Y luego voy a decidir si le digo lo del bebé. Pensaba mientras caminaba hacia su oficina. No estoy segura de como iría a reaccionar si le digo que estoy embarazada. Y menos si le dijera que no estoy segura de que sea de el.
MariTere ya no estaba. Como era Lunes ya la mayoría se había ido. Todavía se veían en la oficina un par de personas más. Pero prácticamente la oficina se había quedado vacía.
Toque la puerta y mi corazón lo sentía casi en la boca. Me dio un ligero mareo y de pronto ahí estaba Pablo. Me abrió la puerta y me jaló de inmediato hacia adentro. Cerrando la puerta con seguro detrás de mi.
"Mi niña preciosa, te extrañe" me dijo mientras me jalaba de la cintura y me daba besos por el cuello.
"¡Pablo NO!" le dije mientras lo empujaba. "Te dije claramente que no quiero seguir con esto. Me estas lastimando a mi y a Isabel" le dije viéndolo firmemente a sus brillantes ojos azules.
"Es que no te logro sacar de mi cabeza. Me traes hecho un loco Fernanda. Y quiero decirte algo que estoy seguro te va a encantar escuchar. Pero que te parece si te lo cuento mientras cenamos". Me dijo mientras cerraba su computadora y agarraba su saco.
"Pero antes". Y me jaló hacía el y me dio uno de esos besos con los que me quitaba el aire. De esos besos con los que te tiembla el cuerpo. De esos besos en los que quisieras detener el tiempo y quedarte ahí pegada a el. Y esta vez no me quite.
Otra vez caí. Caí rendida ante su olor, su cuerpo, su boca y sus ojos. Caí ante los besos apasionados que me da. Y de pronto se elevaron los ánimos y me llevó hacía su mesa de juntas.
Me acosto sobre la mesa y me desabrocho los pantalones. Seguíamos en el beso. Seguíamos entregados ante el deseo enorme de comernos uno al otro. Y de pronto otra vez Pablo estaba dentro de mí. Mi mente estaba en blanco. Cuando estoy cerca de él es como si todo lo que pensará y quisiera se quedará pasmado. Y ahí y en ese momento lo único que quería era estar así con el. Su respiración agitada y la mía que se detenía ante un gemido silencioso. "¡Pablo estamos en la oficina!" le dije fuerte al oído, mientras un ataque de risa nos gano a los dos. Una risa de nervio y complicidad. Una risa casi diabólica ante sabernos cometiendo una de las peores travesuras que podríamos cometer. Que pasaría si llegará Sergio. Qué pasaría si alguien llegará en ese momento.
Y poco a poco nos incorporamos y nos vestimos de nuevo. Hacerlo en su oficina fue lo más erótico y excitante que había experimentado en mi vida. Pero esta vez había caído de nuevo. Habíamos ido muy lejos. Y estaba decepcionada por no poder controlar mi hormona ante el y sus ojos hipnotizantes.
Salimos de su oficina y como dos perros con la cola entre las patas volteamos a todos lados y corrimos al elevador. Nos fuimos directo a su coche. Arrancó el coche y sin hablar nos fuimos del corporativo. Ibamos como a unas 15 cuadras cuando me volvió un mareo y me dieron muchas nauseas. "¡Pablo por favor para el coche que necesito vomitar!" dije mientras abría la puerta y sacaba la cabeza.
"¿Que pasa bonita, te sientes bien?" me dijo mientras me sobaba la espalda.
"No Pablo no me siento bien. Y necesito decirte algo". le dije mientras me sentaba recostada en el asiento.
"Bueno ya casi llegamos. Ahorita platicamos." y arrancamos nuevamente hacía el restaurante.
Llegamos a un restaurante de comida japonesa muy conocido sobre Reforma casi periférico. Como era Lunes habían poca gente y nosotros fuimos directo a la barra.
A mi la verdad es que no se me antojaba nada. Todo me daban nauseas. Así que comí un poco de lo que Pablo pidió.
"Bueno y que es lo que me tienes que contar" empezó Pablo. "No, no. Aquí el que me tenía que contar algo eras tú. Así que por favor dime." insistí.
"¡Pues que nos vamos a Pánama!" dijo emocionado mientras se pedía un sake frío.
"¿Cómo?" pregunte mientras mis demonios mentales se daban vuelo. ¿Se va con su familia?¿Está feliz porque se va y ya no se verán más? "¿Nos vamos quiénes?" insistí nerviosa.
"¡Pues tu y yo Licenciada! Sergio quiere abrir unas oficinas allá y me pidió que me lleve a un equipo de aquí para empezar a montar las oficinas. Y a arrancar operaciones". me decía emocionado.
"Eeeehhh pero ¿y tu familia, Isabel?" pregunté de inmediato sin entender lo que me estaba diciendo.
"Ellos se quedan." me dijo sonriendo mientras le daba una mordida a su sashimi. "El plan es irnos 6 meses. Y de ahí dependiendo como va todo tomaremos decisiones. Lo platique con Isabel y ella no se quiere ir para allá. Así que bueno obviamente pensé en mi licenciada favorita". agregó.
Me quede sería. La idea de irnos solos 6 meses se escuchaba increíble. Pero el no sabía de mi bebé y me daba terror decírselo en ese momento.
"Pero ahora ya cuéntame lo que tu me quería decir" me dijo mientras me tomaba de la barba y se me acercaba hacía la boca para darme un besito rápido.
"¿Y quienes nos iríamos? pregunté evadiendo la pregunta y haciéndome para atrás.
"Pues por lo pronto tu y yo, gente de ventas, alguien de finanzas yo creo que nos iríamos de aquí unas 6 o 10 personas máximo." contestó sin poder esconder su felicidad ante la noticia.
"Y quién te dijo que yo acepto ir" le dije un tanto retando a su seguridad de que yo haría lo que el me dijera.
"Es que no es pregunta Licenciada. Tu tienes que venir y punto. Además es una super oportunidad para tu carrera." me dijo con una cara sería y casi amenazadora.
"Pues no se Pablo, lo tengo que pensar. Lo tengo que platicar con Phillip y con mi familia" conteste.
"¿Y el peluquero que tiene que ver? además ni anillo traes ya. ¿O que si te vas a casar?" me dijo en un tono burlón.
"Pues no se Pablo. Es lo que tengo que pensar bien. Ahorita mis prioridades han cambiado y mi situación también. Yo ahora tengo que pensar muy bien lo que decida hacer. Y yo bueno, lo que te quería decir es que..." decía casi cantinfleando.
"¿Se les ofrece algo más, algún postre?" interrumpió el mesero.
En lo que Pablo se pedía un café yo aproveché para respirar y organizar mis ideas.
Y decidí presionarlo.
"Yo Pablo te quería decir que decidí renunciar. Es lo mejor para tí, para mí y para todos." lo dije y por dentro me estaba aguantando las ganas de llorar. Muerta del miedo de separarme de el. De ya no verlo nunca más. Pero quería medir su reacción.
"¿Queee? Por su puesto que no, y no lo acepto. Tu eres una persona muy valiosa en mi equipo y no voy a permitir que te vayas. Y menos con el proyecto de Panama por delante." me dijo y lo noté por primera vez con una cara de sorpresa.
"Además Licenciada yo te necesito. No me puedes dejar" siguió mientras me tomaba de las manos.
Y obvio mi corazón de pollo enamorado se encogió de escucharlo decir que me necesitaba. Y yo también lo necesitaba. No me imaginaba mi vida sin verlo. La semana pasada que no fue a la oficina mis días eran grises. Y hoy al verlo, aunque todo esta fatal; me volvió la ilusión. Así que agradecí que no aceptara mi renuncia.
"Piensa lo de Panama. Imaginate estar allá tu y yo juntos todo el tiempo. Y así podemos ver que pasa ¿no?" me decía viéndome con una cara de niño ilusionado ante la cuál yo solo pude contestar "Ok lo platico, y te aviso el Viernes".
"Pero no se porque siento que hay algo más Licenciada. Te noto rara ¿Está todo bien? pregunto insistente.
"¿Tu quieres dejar a Isabel? pregunte de pronto. Sin creer que estaba yo haciendo la pregunta que jamás me imaginé hacerle.
"¿Te piensas divorciar de ella? digo porque en la convención los ví muy bien." continué.
"Mira Fernanda por esa razón es que quiero que nos vayamos tu y yo a Panama. A mi me va a servir mucho la distancia con Isabel. Y pues dependiendo como nos vaya tomare decisiones." dijo mientras pedía la cuenta.
"¿Y tus hijos? ¿No te importan tus hijos? pregunte. Y ahora más que nunca quería saber como era Pablo en el tema familiar. Que tan paternal era. Para imaginarme que tan Paternal sería con mi bebé.
"Mis hijos están bien. Yo estaré viniendo a verlos cada mes y saben que nunca les faltará nada." dijo serio.
"¿Pero no los vas a extrañar? ¿No sientes horrible de dejarlos?" decía yo un poco asombrada ante su respuesta fría.
"Mis hijos saben que pueden contar conmigo. Yo estoy ahí para ellos y su mamá también. Ellos son felices en su escuela y con sus amigos y de momento no quiero enfocarme en la idea de dejarlos. Si no en la idea de darles todo lo que necesiten y estar con ellos cuando me necesiten" contesto.
Y yo me quede sería y pensativa.
"¿Pero a que va tanta pregunta de mis hijos Fer?" dijo Pablo.
"Pues a que yo algún día quisiera formar una familia también Pablo" dije para ver y medir su reacción.
Pablo soltó la carcajada y me dijo "Ya habrá tiempo para eso bonita. Ahorita disfruta de que eres joven y tienes toda la vida por delante. Pero si me salen tan bonitos como tu, yo le entro."
Y siguió riéndose un poco ante mi elocuente idea de ser mamá.
Mientras agarraba las cosas para irnos.
No puedo creer que me diga eso. ¿Toda la vida por delante? si supiera que ya no es así.
Y justo mientras esperábamos el coche en el valet le dije
"Pablo y si te dijera que yo estoy..."
CAPITULO 21
CAPITULO 20
Toda la mañana se me fue muy lenta. Entre mis nauseas, el cansancio y mis nervios no sabía ni como controlarme. Pensaba y fantaseaba con la idea de lo que podría decirme Pablo. Que dejaría a su familia para estar conmigo. Que había hablado con Isabel y que se iban a divorciar. Que quería que me fugará con el. Y una serie de fantasías que cruzaban por mi mente.
Esperé a que dieran las 19:00 hrs. Y de pronto me asomé y vi que a lo lejos seguía prendida la luz de la oficina de Pablo. En ese momento mi corazón empezó a acelerarse. Había llegado el momento de verlo y escuchar lo que me tendría que decir.
Lo voy a dejar hablar. Y luego voy a decidir si le digo lo del bebé. Pensaba mientras caminaba hacia su oficina. No estoy segura de como iría a reaccionar si le digo que estoy embarazada. Y menos si le dijera que no estoy segura de que sea de el.
MariTere ya no estaba. Como era Lunes ya la mayoría se había ido. Todavía se veían en la oficina un par de personas más. Pero prácticamente la oficina se había quedado vacía.
Toque la puerta y mi corazón lo sentía casi en la boca. Me dio un ligero mareo y de pronto ahí estaba Pablo. Me abrió la puerta y me jaló de inmediato hacia adentro. Cerrando la puerta con seguro detrás de mi.
"Mi niña preciosa, te extrañe" me dijo mientras me jalaba de la cintura y me daba besos por el cuello.
"¡Pablo NO!" le dije mientras lo empujaba. "Te dije claramente que no quiero seguir con esto. Me estas lastimando a mi y a Isabel" le dije viéndolo firmemente a sus brillantes ojos azules.
"Es que no te logro sacar de mi cabeza. Me traes hecho un loco Fernanda. Y quiero decirte algo que estoy seguro te va a encantar escuchar. Pero que te parece si te lo cuento mientras cenamos". Me dijo mientras cerraba su computadora y agarraba su saco.
"Pero antes". Y me jaló hacía el y me dio uno de esos besos con los que me quitaba el aire. De esos besos con los que te tiembla el cuerpo. De esos besos en los que quisieras detener el tiempo y quedarte ahí pegada a el. Y esta vez no me quite.
Otra vez caí. Caí rendida ante su olor, su cuerpo, su boca y sus ojos. Caí ante los besos apasionados que me da. Y de pronto se elevaron los ánimos y me llevó hacía su mesa de juntas.
Me acosto sobre la mesa y me desabrocho los pantalones. Seguíamos en el beso. Seguíamos entregados ante el deseo enorme de comernos uno al otro. Y de pronto otra vez Pablo estaba dentro de mí. Mi mente estaba en blanco. Cuando estoy cerca de él es como si todo lo que pensará y quisiera se quedará pasmado. Y ahí y en ese momento lo único que quería era estar así con el. Su respiración agitada y la mía que se detenía ante un gemido silencioso. "¡Pablo estamos en la oficina!" le dije fuerte al oído, mientras un ataque de risa nos gano a los dos. Una risa de nervio y complicidad. Una risa casi diabólica ante sabernos cometiendo una de las peores travesuras que podríamos cometer. Que pasaría si llegará Sergio. Qué pasaría si alguien llegará en ese momento.
Y poco a poco nos incorporamos y nos vestimos de nuevo. Hacerlo en su oficina fue lo más erótico y excitante que había experimentado en mi vida. Pero esta vez había caído de nuevo. Habíamos ido muy lejos. Y estaba decepcionada por no poder controlar mi hormona ante el y sus ojos hipnotizantes.
Salimos de su oficina y como dos perros con la cola entre las patas volteamos a todos lados y corrimos al elevador. Nos fuimos directo a su coche. Arrancó el coche y sin hablar nos fuimos del corporativo. Ibamos como a unas 15 cuadras cuando me volvió un mareo y me dieron muchas nauseas. "¡Pablo por favor para el coche que necesito vomitar!" dije mientras abría la puerta y sacaba la cabeza.
"¿Que pasa bonita, te sientes bien?" me dijo mientras me sobaba la espalda.
"No Pablo no me siento bien. Y necesito decirte algo". le dije mientras me sentaba recostada en el asiento.
"Bueno ya casi llegamos. Ahorita platicamos." y arrancamos nuevamente hacía el restaurante.
Llegamos a un restaurante de comida japonesa muy conocido sobre Reforma casi periférico. Como era Lunes habían poca gente y nosotros fuimos directo a la barra.
A mi la verdad es que no se me antojaba nada. Todo me daban nauseas. Así que comí un poco de lo que Pablo pidió.
"Bueno y que es lo que me tienes que contar" empezó Pablo. "No, no. Aquí el que me tenía que contar algo eras tú. Así que por favor dime." insistí.
"¡Pues que nos vamos a Pánama!" dijo emocionado mientras se pedía un sake frío.
"¿Cómo?" pregunte mientras mis demonios mentales se daban vuelo. ¿Se va con su familia?¿Está feliz porque se va y ya no se verán más? "¿Nos vamos quiénes?" insistí nerviosa.
"¡Pues tu y yo Licenciada! Sergio quiere abrir unas oficinas allá y me pidió que me lleve a un equipo de aquí para empezar a montar las oficinas. Y a arrancar operaciones". me decía emocionado.
"Eeeehhh pero ¿y tu familia, Isabel?" pregunté de inmediato sin entender lo que me estaba diciendo.
"Ellos se quedan." me dijo sonriendo mientras le daba una mordida a su sashimi. "El plan es irnos 6 meses. Y de ahí dependiendo como va todo tomaremos decisiones. Lo platique con Isabel y ella no se quiere ir para allá. Así que bueno obviamente pensé en mi licenciada favorita". agregó.
Me quede sería. La idea de irnos solos 6 meses se escuchaba increíble. Pero el no sabía de mi bebé y me daba terror decírselo en ese momento.
"Pero ahora ya cuéntame lo que tu me quería decir" me dijo mientras me tomaba de la barba y se me acercaba hacía la boca para darme un besito rápido.
"¿Y quienes nos iríamos? pregunté evadiendo la pregunta y haciéndome para atrás.
"Pues por lo pronto tu y yo, gente de ventas, alguien de finanzas yo creo que nos iríamos de aquí unas 6 o 10 personas máximo." contestó sin poder esconder su felicidad ante la noticia.
"Y quién te dijo que yo acepto ir" le dije un tanto retando a su seguridad de que yo haría lo que el me dijera.
"Es que no es pregunta Licenciada. Tu tienes que venir y punto. Además es una super oportunidad para tu carrera." me dijo con una cara sería y casi amenazadora.
"Pues no se Pablo, lo tengo que pensar. Lo tengo que platicar con Phillip y con mi familia" conteste.
"¿Y el peluquero que tiene que ver? además ni anillo traes ya. ¿O que si te vas a casar?" me dijo en un tono burlón.
"Pues no se Pablo. Es lo que tengo que pensar bien. Ahorita mis prioridades han cambiado y mi situación también. Yo ahora tengo que pensar muy bien lo que decida hacer. Y yo bueno, lo que te quería decir es que..." decía casi cantinfleando.
"¿Se les ofrece algo más, algún postre?" interrumpió el mesero.
En lo que Pablo se pedía un café yo aproveché para respirar y organizar mis ideas.
Y decidí presionarlo.
"Yo Pablo te quería decir que decidí renunciar. Es lo mejor para tí, para mí y para todos." lo dije y por dentro me estaba aguantando las ganas de llorar. Muerta del miedo de separarme de el. De ya no verlo nunca más. Pero quería medir su reacción.
"¿Queee? Por su puesto que no, y no lo acepto. Tu eres una persona muy valiosa en mi equipo y no voy a permitir que te vayas. Y menos con el proyecto de Panama por delante." me dijo y lo noté por primera vez con una cara de sorpresa.
"Además Licenciada yo te necesito. No me puedes dejar" siguió mientras me tomaba de las manos.
Y obvio mi corazón de pollo enamorado se encogió de escucharlo decir que me necesitaba. Y yo también lo necesitaba. No me imaginaba mi vida sin verlo. La semana pasada que no fue a la oficina mis días eran grises. Y hoy al verlo, aunque todo esta fatal; me volvió la ilusión. Así que agradecí que no aceptara mi renuncia.
"Piensa lo de Panama. Imaginate estar allá tu y yo juntos todo el tiempo. Y así podemos ver que pasa ¿no?" me decía viéndome con una cara de niño ilusionado ante la cuál yo solo pude contestar "Ok lo platico, y te aviso el Viernes".
"Pero no se porque siento que hay algo más Licenciada. Te noto rara ¿Está todo bien? pregunto insistente.
"¿Tu quieres dejar a Isabel? pregunte de pronto. Sin creer que estaba yo haciendo la pregunta que jamás me imaginé hacerle.
"¿Te piensas divorciar de ella? digo porque en la convención los ví muy bien." continué.
"Mira Fernanda por esa razón es que quiero que nos vayamos tu y yo a Panama. A mi me va a servir mucho la distancia con Isabel. Y pues dependiendo como nos vaya tomare decisiones." dijo mientras pedía la cuenta.
"¿Y tus hijos? ¿No te importan tus hijos? pregunte. Y ahora más que nunca quería saber como era Pablo en el tema familiar. Que tan paternal era. Para imaginarme que tan Paternal sería con mi bebé.
"Mis hijos están bien. Yo estaré viniendo a verlos cada mes y saben que nunca les faltará nada." dijo serio.
"¿Pero no los vas a extrañar? ¿No sientes horrible de dejarlos?" decía yo un poco asombrada ante su respuesta fría.
"Mis hijos saben que pueden contar conmigo. Yo estoy ahí para ellos y su mamá también. Ellos son felices en su escuela y con sus amigos y de momento no quiero enfocarme en la idea de dejarlos. Si no en la idea de darles todo lo que necesiten y estar con ellos cuando me necesiten" contesto.
Y yo me quede sería y pensativa.
"¿Pero a que va tanta pregunta de mis hijos Fer?" dijo Pablo.
"Pues a que yo algún día quisiera formar una familia también Pablo" dije para ver y medir su reacción.
Pablo soltó la carcajada y me dijo "Ya habrá tiempo para eso bonita. Ahorita disfruta de que eres joven y tienes toda la vida por delante. Pero si me salen tan bonitos como tu, yo le entro."
Y siguió riéndose un poco ante mi elocuente idea de ser mamá.
Mientras agarraba las cosas para irnos.
No puedo creer que me diga eso. ¿Toda la vida por delante? si supiera que ya no es así.
Y justo mientras esperábamos el coche en el valet le dije
"Pablo y si te dijera que yo estoy..."
CAPITULO 21
"¡Estoy Embarazada!" grité. Como en un grito de auxilio. Como si decirlo me quitara una piedra enorme de encima. Y en ese momento sentí que se hubiera detenido el mundo. Segundos para esperar una respuesta. Una respuesta que cambiaría todo en mi vida.
El silencio se hizo eterno. La cara de Pablo era seria, incrédula; asombrado por la noticia que acababa de recibir.
No dijo nada. Llego el coche y seguía en silencio.
Yo asustada, nerviosa y preocupada todo a la vez.
Seguía callado.
"No vas a decirme nada" le dije mientras veía en su cara un enojo o frustración inexplicable. Ya ni siquiera me volteaba a ver. Manejaba rápido y su silencio me mataba de angustia.
Llegamos al corporativo y mientras se estacionaba me dijo "¿Estás segura?"
¿Qué si estaba segura? Quién en su sano juicio bromearía con eso. Aunque a decir verdad yo no estaba segura de que fuera de el. Y creo que eso estaba peor.
"Si Pablo estoy segura" mientras tomaba mis cosas para bajarme.
Nuevamente se quedo callado. Viendo al horizonte.
"No te preocupes Pablo. Yo tampoco quería tener a un bebé, y menos de un hombre casado"
Le dije enojada mientras me bajaba.
Le aventé la puerta de su coche tan fuerte que probablemente no volverá a abrir. Y me fui corriendo a mi coche. Me metí y empece a llorar.
Obviamente no me esperaba esa reacción de Pablo. Aunque a decir verdad, tampoco esperaba mucho más.
Sabía que este error lo iba a pagar yo y nada más yo. Sabía que desde este momento me enfrentaría a la vida sola.
La noche para mí fue un infierno. Llorando pegada a la almohada para que no escucharán mis papás.
Apenas era Martes y yo ya quería que terminara la semana. De Pablo no había recibido nada. Parecía que se lo hubiera tragado la tierra. No estaba en la oficina. No enviaba correos. Y no sabía que esperar de él.
Los mareos y las nauseas seguían. Pero lo que más tenía era cansancio y tristeza. Mucha tristeza de saberme sola y creando una nueva vida dentro de mi.
Blanca y George ya me habían comentado que me veían rara. ¿Que si tenía algún problema?
Claro que lo tenía. Estaba embarazada de un bebé que probablemente nunca tendría padre. Estaba enamorada de un hombre casado. Estaba escondiéndome de mi familia y amigos para no afrontar lo que en realidad me pasaba. Pero ¿por cuánto tiempo más podría yo hacerlo? ¿Cuánto tiempo más iba a poder esconder mi embarazo?
Así que me hundía en mi trabajo. Trabajar era mi principal distractor. Y a ser sincera lo hacía muy bien.
De pronto el Viernes recibimos un comunicado de RH (recursos humanos). Sergio convocaba a una junta general en el auditorio del corporativo.
En el escenario estaba Sergio, Pablo, y otros directores de Finanzas, Ventas etc.
Sergio inició una presentación acerca de la expansión de la compañía hacia Centro y Sudamérica. Hablaba de las oportunidades y de la importancia de abrir una oficina en Panamá.
Mencionó que enviará a Pablo como Director General de ese territorio. Y le dejó el micrófono para que Pablo diera más información.
Estaba presentando todo acerca de las oficinas y del equipo de México que se llevaría para iniciar operaciones allá.
Mi corazón latía acelerado. Yo aún no había comentado nada con mis papás, ni le había dado una respuesta. Y no lo había hecho; porque no lo había visto. Ni habíamos platicado ya nada al respecto.
De pronto vino lo peor que he tenido que escuchar. Pablo hablaba de su equipo. Presentando uno a uno a los que ya habían aceptado irse. Y de Marketing se llevaba a ¡Julia!
En ese momento sentí una puñalada en el corazón. ¡Hijo de tu pinche madre! Pensé y no pude evitar pararme y correr al baño.
Me encerré y empece a llorar. Sentía furia, coraje y una enorme decepción.
El mensaje era claro. Fui su puta. Pablo no iba a asumir ninguna responsabilidad ante mi y mucho menos ante su posible hijo.
Me tarde en recuperar mis fuerzas. Salí del baño, me limpie la cara y decidí salir con la frente en alto.
Esperando que no se notara que había llorado.
Pablo ya no estaba hablando. Y estoy segura que me vio entrar de regreso a mi lugar. Porque fui la única parada atravesándome lugares hasta llegar al mío.
Y lo vi ahí sentado. Serio y a la vez tranquilo como si no hubiera hecho nada.
Y me paré y grite ante todos. ¡Estoy embarazada y el hijo es de Pablo! Lástima que sólo lo hice con el pensamiento. Porque en realidad me quedé ahí sentada. Viéndolo. Esperando que me volteara a ver. Esperando cruzar miradas. Pero no volteo.
Termino la junta y entre abrazos a quienes se irían, vi a Julia. Su cara de logró me daba asco. Me vio y sonrío como diciendo te gané. Y quizás si me ganó. Me ganó a meterse con Pablo. Me ganó a irse con el a Panama. Pero en ese momento aunque sentía coraje, también sentía lastima. Que pensaría si le dijera que antes de ella, Pablo había pensado en llevarme a mi.
Pero finalmente me ganaba el coraje y aunque coraje me daba admitirlo también un poco de celos. Se irían a Panama. Revivirían seguramente su amor pasado. Se acostarían todos los días y Julia por fin lo tendría para ella sola. Pinche vieja.
Estaba saliendo del auditorio cuando de pronto vi a Moises. Lo salude y le pregunté cómo estaba. El pobre tenía cicatrices por toda la cara. Y cojeaba un poco. Pero estaba vivo y eso era lo importante.
"¿Pero entonces ya estás de vuelta?" Pregunté.
"Si, de hecho Pablo dijo que yo ocuparía el lugar de Julia ahora que se va a Panama. ¿No escuchaste?" Comentó.
Seguramente fue cuando salí al baño.
"No justo salí, pero ¡me da mucho gusto!" Le dije dándole un abrazo.
El se puso tieso. Y solo me contestó. "Ahórrate tu alegría. Estoy enterado de lo que hiciste para quedarte con mi puesto." Me dijo y se volteó a saludar a más gente.
Me quede helada. Entonces el de los mensajes ¿era Moises?. No lo creía. Cómo podría haber sido si estaba hospitalizado y en su casa. Pero ahora lo tenía más claro que nunca. Quien fuera que supiera, había tenido los huevos para írselo a contar a Moi. Y yo lo iba a investigar.
Regresé a mi lugar y enseguida vino Blanca. "¡Porfin que emoción! Se nos va Julita" me decía emocionada.
Y yo con la cara retorcida. Quería salir corriendo a buscar a Pablo. Decirle cuanto lo odiaba. Y es que en ese momento quería hasta cachetearlo.
"Que cara Fer! ¿Que te pasa? Te juro ya no te entiendo. Estos días has andado rarísima." Me dijo Blanca.
"No te puedo decir nada ahorita. Pero ya te enterarás." Y me paré.
No tenía ganas de hablar de nada. Ni con nadie.
Así que esperé un poco más y como era Viernes me fui temprano a mi casa.
Se lo que van a pensar cuando les diga lo que hice después. Pero inevitablemente me sentí despechada. Así que le marqué a Phillip. Sabiendo que seguramente no me iba a contestar.
Sonó varias veces y me entró el buzón. Sabía que no me iba a contestar.
Pero insistí. Una y otra y hasta 4 veces.
Hasta que por fin me contesto. "¿Qué pasa Fernanda? ¿Ahora que se te ofrece?" Y a lo lejos escuchaba música y la voz de otra mujer.
Era de esperarse. No podía pensar que se fuera a quedar llorando por mi toda la vida. Digo habían pasado dos semanas. Pero igual me ardí de escuchar a otra.
"Nada solo te quería saludar y ver cómo estabas." Mientras se me hacía un nudo en la garganta.
"Pues bien Fernanda. Estoy bien. Y nuevamente te voy a repetir lo que te dije. Ya no me vuelvas a buscar. Ya no hay nada más que decir." Y colgó.
Lloré muchísimo. Pero sé que me lo merecía. Merecía el desprecio del único hombre que de verdad me quiso.
Y después de llorar hasta quedarme dormida. Desperté decidida.
Iba a hacer lo que debí haber hecho desde que me enteré de mi embarazo...
CAPITULO 22
Me paré de mi cama. Vi el reloj, era de noche aunque apenas eran las 21:00 hrs. Fui directo al cuarto de mis papás. Sentía pánico. Sabía que al contarles los defraudaría. Mis papás me habían dado todo en sus posibilidades. Algunos lujos, viajes y siempre buena educación. Fui a un colegio de monjas. De "niñas bien" como dicen por ahí. De niñas que no se meterían con un hombre casado. Ni tendrían relaciones con dos hombres sin protección. Ni de niñas que saldrían embarazadas sin saber con certeza quien es el padre. Claramente después de Pablo deje de pertenecer a tan aclamado adjetivo de "niña bien".
Como ya les había contado mi mamá era reservada. Poco se había abierto conmigo ante el tema sexual. Me explicó acerca de "la regla" una vez que ya me había sucedido. Y explicar es mucho decir, se limitó a decirme: "Pues ahora ya eres toda una mujer y tendrás que cuidarte". Asumí cuidarme con no mancharme. ¿O que iba yo a entender de "cuidarme" a los 12?
Ella y mi papá eran súper religiosos, mi mamá un poco más. Mi papá a veces se inventaba enfermedades para no ir a misa los Domingos. Pero mi mamá si podía iba hasta entre semana. Siempre le dejó la información sexual a la escuela. Y la información que recibí en la escuela fue hasta quinto de primaria. El único "pene" que había visto en mi vida, era el de mi hermano menor. Y después de que dejó de ser bebé ya ni ese. Nos dijeron que estar con un hombre fuera del matrimonio era pecado, y arderíamos en la llamas del infierno. Nos dijeron que los hombres nos llevarían al pecado, si nosotras lo permitíamos. Y a mi y a mis amigas nos daba curiosidad el tema. Pero hablarlo estaba prohibido.
Recuerdo bien mi primer beso. Fué con el primo de una amiga en tercero de secundaria. El se me lanzó al beso y yo casi me muero. No sabía ni que hacer, ni que sentir. Mucho menos si abrir o cerrar la boca. Y ni decir cuando otro novio en prepa me metió la lengua. Recuerdo que yo me ponía muy nerviosa. Y me daba pánico que me agarraran las pompas o las chichis. Así que evitaba estar a solas lo más posible. Creo que por eso mis noviazgos duraban 6 meses. Por eso le tocó enseñarme todo a Phillip.
Mis amigas de la escuela eran igual de inexpertas que yo. Pero cuando llegue a la universidad mis nuevas amigas, me abrieron los ojos ante todo lo que me estaba perdiendo.
Ahora todo era diferente. Yo ya había experimentado con Phillip y después con Pablo. Y lo había hecho a una edad en la que meter la pata, tampoco era el fin del mundo; o eso quería yo creer ahora que estaba metida en este problema.
Después de todo yo ya trabajaba y tenía 26 años.
Respiré hondo y toque la puerta de su cuarto.
"¿Puedo pasar?"... por la hora sabía que ya estarían metidos en la cama. Al menos mi mamá si se desmaya; ya estaría acostada pensé.
"¿Que pasa nena, te sientes mal?" Me dijo mi mamá mientras se sentaba derecha en la cama.
Pasé y me senté frente a ambos. "Necesito decirles algo" y me temblaba la voz.
"Quiero empezar por pedirles perdón. No estoy orgullosa de lo que les voy a contar pero ya no puedo seguir sin decírlo. Como saben Phillip y yo, ya no estamos juntos. Y la razón es porque yo me enamoré de otra persona. Lo hice sin querer lastimar a nadie" yo todo el tiempo estaba agachada. No podía verlos. Mi papá había apagado la tele y me veía fijamente al igual que mi mamá.
"Phillip es una gran persona y pues ya llevábamos muchos años de novios y pues yo..." se me empezó a cortar la voz. me empezó a temblar el cuerpo y sentí como el color se me subía a la cara.
Mi papá se estiró para darme la mano. Como
en señal de apoyo. Y yo aguantándome las lágrimas les dije.
"Estoy embarazada" y los miré para ver sus reacciones.
Mi mamá se agarró la cara cubriéndose la boca en asombro. Y mi papá me apretó la mano fuerte pero se quedo serio.
"¿Phillip sabe? Dijo mi mamá asumiendo que él, era el padre.
"No mamá, no le he dicho porque no estoy segura si él es el papá"... zas y así como cubetada helada se los dije. Rápido y en voz baja. Pero esta vez me quede agachada. No sabía que esperar. No sabía cómo reaccionarían. Es lo más difícil que les he tenido que decir en mi vida.
Mi mamá exclamaba "Ay no, ay Fernanda como es posible. Pero ¿cómo que no estás segura de que el sea el papá? Si no, ¿De quién es? dijo molesta ante mi incertidumbre.
Yo en ese momento ya no pude contener las lágrimas. Y tuve miedo de decirles de Pablo. Mi papá era un hombre tranquilo pero sabía que por mi sacaría las garras. Así que les dije que Pablo era un compañero de la oficina. No tuve cara ni valentía, para decirles quien es Pablo en realidad.
Mi papá se mantuvo serio... no dejó de darme la mano. Y aunque tardó en articular palabras me dijo "Efectivamente no estoy orgulloso de esto hija. Pensé que tendrías la inteligencia para cuidarte. Creí que cuando por fin fuera abuelo las cosas serían diferentes. Pero este bebé" y se acercó a abrazarme y me tocó la panza. "Este bebé no tiene la culpa". Y lo abracé y me solté llorando.
Mi mamá reaccionó diferente. Se quedó en su posición. Alejada. Fría. Sería. Viéndonos sin acercarse.
Y se paró directo al baño. La escuchaba llorar. Sabía que le había roto el corazón. Ella adoraba a Phillip. Y se que si le hubiera dicho con seguridad que era de Phillip, otra había sido su reacción.
Me quedé un rato abrazada de mi papá. Mi mamá no salía del baño.
Mi papá me dijo que hablaría con mi mamá. Que esto los tomaba por sorpresa y que para mí mamá no era fácil. Al igual que para él tampoco lo era. Me dijo que me fuera a descansar y que hablaríamos al día siguiente cuando ambos lo hubieran procesado mejor.
Salí de su cuarto y justo iba saliendo mi hermano. Iba camino a salir con sus amigos, como lo hacía cada Viernes.
Me vió llorando así que le conté también a él.
"No mam... hermanita ahora si te la volaste. ¿Y que te dijeron mis papás? Lo decía con su gracia inmadura. Para él que siempre fue el hermano problemático. Verme por primera vez decepcionar a mis papás le daba cierto gusto.
Pero decidió cancelar sus planes y quedarse conmigo. Me sorprendió que me apoyara. Siempre lo había visto más chico, más inmaduro y no platicábamos de nuestras intimidades. Pero verlo ahí preocupado y cancelando todo para estar conmigo, me conmovió y desde entonces nos acercó muchísimo. Y a él si le conté todo como era. Era la única persona en el mundo en quién podía confiar.
Me dijo entre toda la historia que el tenía un amigo que sabía rastrear correos. Así que me ofreció su apoyo para rastrear a quien fuera que supiera de lo mío con Pablo.
Estaba sumamente enojado por la reacción de Pablo. Pero me confesó que Phillip nunca le había encantado para mí. Estuvimos horas platicando hasta que nos quedamos dormidos. Ahí juntos como cuando éramos chiquitos. Pero en la madrugada me regresé a mi cuarto.
Me despertó un mensaje de mi celular. "Te lo dije, las putas se quedan solas. Triste porque no vas a Panamá???" aventé el celular del coraje. Me salía SIN NÚMERO y no podía descifrar quién estaba obsesionada/o... por torturarme. Pero esta vez estaba segura de que era alguien de la oficina.
Mis papás habían salido. Para mí los fines de semana se habían vuelto grises. No tenía ánimos de salir. Ni tenía con quién hacerlo. Todos mis amigos ya eran más amigos de Phillip.
Cuando regresaron mis papás, hablaron los dos conmigo y me dieron su apoyo. Mi mamá sumamente forzada y con la cara desencajada pero aparentemente toda la mañana en la iglesia la habían hecho reflexionar.
Me pidieron acompañarme el Lunes al ginecólogo y pidiera permiso en el trabajo. Y así lo hice.
Su principal consejo fué renunciar al trabajo. Pero yo no estaba segura. Yo quería ver hasta dónde estaba dispuesto a llegar Pablo. Una parte mía se negaba a aceptar, que yo hubiera sido tan solo una más. Y tenía que ser más inteligente que él. Porque en caso de ser suyo, era tan culpable como yo.
La cita en el ginecólogo fue traumática. Mis papás esperaron afuera y el Doctor se dedicó a hacerme todo tipo de preguntas, las cuáles llegue a sentir hasta invasivas. Pero me dijo que podría calcular quién era el padre si le daba detalles de fechas, veces y casi casi que hasta posiciones.
Recordé que la primera vez que lo hice con Pablo el término afuera. Sin embargo el doctor me dijo que es muy fácil que un esperma salga aún cuando se termine fuera. Así que no era garantía de nada.
Los días estaban pegaditos y eso lo complicaba más. Recuerdo la cara del doctor y aún me da pena. Un día uno y al otro día el otro. Y encima soltera.
Casi siempre te dan un margen de días por los cuales podrías saber con exactitud. Y por los días los dos eran posibilidad.
Así que no quedaba de otra, más que hacer un exámen de ADN para estar seguros. O bien esperar a que naciera para verle la cara y ver a cuál de los dos se parecía más. Había dicho el doctor tratando de hacer gracia ante el drama que vivíamos mis papás y yo.
Mi mamá estaba súper fría y seca. Y gracias a Dios estuvo fuera durante el interrogatorio. Solo los mandaron llamar cuando hizo el ultra sonido. Y escuchamos por primera vez el corazón. La sensación era dulce amarga. No podía creer cómo se escuchaba. Pero tampoco podía creer que esto me estaba pasando en realidad. Mi papá se había emocionado hasta las lágrimas, mientras que mi mamá se había quedado nuevamente impactada.
Salimos del doctor y me fui directo al corporativo. Diez semanas era lo que tenía mi bebé, y por alguna extraña razón yo me sentía más fuerte que nunca.
Llegue a mi lugar y ahí estaba Moi. Recogiendo sus cosas las cuales habíamos metido en cajas. La sensación súper incómoda. Pues literal le había yo quitado su lugar. "Si quieres siéntate aquí y yo me muevo" le dije a Moises. "No, no te preocupes, ya veo que estás muy instalada" y me dolió la forma sarcástica en la que lo dijo. Pero entonces me senté. Apenas habían regresado de la junta de los Lunes. Y decidí que iba a ir a hablar con Pablo. No era justo lo que me estaba haciendo. Si la oportunidad de Panamá era tan buena para mi carrera. Ahora más que nunca quería ír. O quería que me explicara porque me había sacado del proyecto. La razón era obvia, pero quería que tuviera el par de pelotas para decírmelo a la cara.
Así que marqué a la extensión de MariTere para confirmar si estaba en su oficina. Y si estaba. Sin dar más explicaciones colgué y camine directo. Sin dudar abrí la puerta y me metí.
Lo sorprendí. Entré sin avisar. Quería que ahí y así de frente me negara a mí y a mí hijo.
"¿Que te pasa Fernanda? ¿Porque entras así? Estoy ocupado y te recuerdo que para entrar tienes que hacer cita". Lo dijo mientras Maritere a quien tomé distraída entró corriendo para ver porque me había metido sin avisar.
"Necesito hablar contigo y tiene que ser ahorita" le dije frente a MariTere a quien le dieron instrucciones de cerrar la puerta y dejarnos solos.
"Tú dirás" me dijo señalándome que tomara asiento a una de las sillas de su mesa de juntas. El se había sentado junto a mi siempre. Y esta vez se estaba quedando del otro extremo.
"¿Porqué me sacaste del proyecto de Panamá? Le pregunté directo al grano y sin rodeos.
"Bueno pues es obvio que no querías ir. Y a decir verdad el reto es muy grande y necesito llevarme a alguien con más seniority (experiencia)." Contestó de inmediato como si ya lo tuviera ensayado.
"¿Aah con que ahora si te parezco sin experiencia?" Le dije mientras el coraje me invadía todo el cuerpo. Y por primera vez no le vi los ojos tan brillantes ni la sonrisa perfecta. Lo vi como el cabrón que es. Lo vi con el colmillo grande y yo su presa fácil. Pero me sentía fuerte y decidida. Aunque por dentro me temblara todo.
"Ay por favor Fernanda, ¿quien te entiende? El otro día me dijiste que no estabas segura, y me dijiste de tu disque embarazo. El cuál y de una vez te dejo claro ES IMPOSIBLE que sea mío. Así que ve y díselo al peluquero ese que tienes por novio. Y a mi no me vengas aquí a quitar el tiempo con tus dramas de niñita"... y en ese momento me rompió el corazón. En ese momento lo deje de admirar. Y aunque no era fácil en ese momento me dispuse a dejarlo de amar. Pero sobre todo me las iba a pagar. Me habría tomado por niña tonta. Y quizás lo había sido.
Pero en ese momento despertó en mí "el deseo de venganza" y vaya que si la iba a tener...
CAPITULO 23
Una disculpa por la tardanza, pero abrir el recuerdo a una de las etapas más duras que he vivido no es fácil. Y aún vendría lo peor.
Me dí la vuelta y salí furiosa de la oficina de Pablo. Tragándome las lágrimas para que nadie en la oficina notara que por dentro estaba muriendo. La tristeza y el odio invadieron mi cuerpo. Fui una tonta al creer que las intenciones de Pablo eran sinceras. Fui una estúpida por abrirle mi corazón. Yo sí me enamoré perdidamente de él. Y aunque los dos hicimos mal. Yo lo hice tota y absolutamente enamorada. Mientras que él siempre supo que no quería nada serio.
Y la idea de vengarme se apoderaba de mí. Lo quería lastimar, humillar, verlo arrepentido por el daño que me hizo. Y aunque probablemente era imposible, lo iba a intentar. Pero debía ser inteligentemente. Premeditado y donde más le iba a doler.
Llegué a mi lugar recogí mis cosas incluyendo mi laptop, y me fui a mi casa. Mi hermano había citado a su amigo "el hacker" y hoy por fin sabría quién había estado extorsionándome todo este tiempo.
Manejaba rápidamente para llegar y por fin quitarme la duda que me estaba carcomiendo desde hace meses.
Llegué a mi casa en tiempo record. El amigo de mi hermano ya estaba ahí. No era fácil decodificar mis correos pero al paso de 45 minutos teníamos el nombre.
Era un correo externo ligado a la computadora personal de Julia Mendoza Carbajal. No podía yo creer que era ¡¡Julia!!
Sigo sin entender cómo funciona todo esto del rastreo. Pero era ella y no había duda.
¿Qué ganó todo este tiempo? ¿Porqué si tenía pruebas se había limitado a escribirme solo a mi? Ahora tenía claro que ella le había dicho todo a Moisés. Y que había disfrutado torturarme. ¿Pero con que objetivo?
Las dudas y nervios rondaron por mi cabeza toda la noche. El odio y coraje se apoderaba de mí. ¿Y si todo esto había sido un juego perverso planeado por Pablo y Julia? ¿Y si ellos en realidad eran amantes? ¿Sabrá de mi embarazo? todo tipo de ideas amanecieron conmigo.
Y salí temprano rumbo a la oficina decidida a encarar a Julia. Mi bebé me daba fuerzas pero debo admitir que sentía miedo. Debía mantenerme tranquila. Enfrentar a Julia no sería fácil. Y en realidad la necesitaba.
Necesitaba entender lo que había pasado entre ella y Pablo. Entender que buscaba ella en todo esto. Y una idea loca me estremeció. ¿Y si Julia y yo fuéramos aliadas? Quizás ella buscaba lo mismo que yo. Quizás ella también buscaba vengarse.
Así que llegué a la oficina y le deje una nota. La escribí en Word y la imprimí para que no supiera que se trataba de mi. Julia, necesitó hablar contigo. Se trata de Pablo. Te espero en la cafetería que está cruzando la calle fuera del corporativo a las 18:30 hrs. La deje sobre su computadora y me regresé a mi lugar.
Pensaba en cómo iba a reaccionar cuando viera que la de la carta era Yo. Tampoco sabía se llegaría...
Y el día paso más lento de lo que hubiera querido. Pero seguía hundida en mi trabajo. Lo único que me mantenía tranquila y ocupada.
Finalmente eran las 18:00. Yo empecé a guardar mis cosas y decidí que llegaría antes del tiempo para evitar que me viera.
Me senté en una mesa de la esquina. Viendo de frente para cuando la viera llegar.
Dieron las 18:40 y no llegaba. ¿Será que no iba a llegar?
Y en eso 4 minutos después la veo cruzar la calle. Venía volteando como para ver a quién veía. Y en eso entró y me vio. Era la única persona conocida en la cafetería. Así que con una actitud arrogante camino hasta donde estaba.
¿Qué haces aquí Fernanda? preguntó como queriendo despistarme.
"Yo fui la que te cité" contesté.
"Necesitamos hablar, hay muchas cosas que necesito preguntarte" continué de inmediato tratando de mantener su interés.
Ella lo pensó dos veces. Y aunque con mala actitud se sentó.
"¿Que quieres Fernanda? Tengo mucho trabajo y no tengo tiempo para cafecitos con Becarias" dijo haciendo el favor de escucharme.
"Se que fuiste tu Julia. Se que tu me viste con Pablo. Y que me has estado siguiendo para enterarte todo de mi vida." lo decía mientras las manos me temblaban y el color se me subía.
"Ay por favor Fernanda, pero de ¡que me hablas! Yo no te he seguido y no se de donde sacas eso" contestó nerviosa ante mi acusación.
"Tengo pruebas, rastrearon uno de tus correos. Así que no te molestes en negarlo. Lo único que necesito es entender ¿porqué?" le dije en un tono tranquilo. Sin enojarme y buscando su apertura conmigo.
Ella se quedó callada. Y su cara se puso roja.
"Porqué quería alejarte de Pablo." contestó después de un largo silencio.
"Que pasó contigo y con Pablo? por favor dime. Hoy más que nunca necesito saberlo." supliqué.
"Pablo y yo fuimos novios hace muchos años. El y yo nos conocimos de chiquitos y nos re encontramos aquí. Los dos éramos becarios. Amigos en un inicio y después la química era tan fuerte que empezamos a andar. El era súper lindo conmigo, El novio perfecto. Yo me cambié de área para no desgastar la convivencia. El siempre era detallista. Nos adorábamos. Fuimos creciendo laboralmente juntos. Y un día me propuso casarnos. Quería que lo hiciéramos a escondidas sin avisarle a nadie. Yo le dije que Si pero que si quería decirle a mis papás. El lo tomó como que yo no lo quería lo suficiente y finalmente acepté." sus ojos se llenaron de lágrimas.
"Decidimos hacerlo la semana que seguía. Yo estaba super emocionada de casarme con el amor de mi vida. Pero unos días después conoció a Isabel, la hija de Sergio. Ella venía llegando de estudiar fuera y su papá la contrato para trabajar aquí. Pablo la conoció y según él fue amor a primera vista. Pero yo lo conozco y se que lo que Pablo víó fue un trampolín para crecer. Siendo hija de Sergio el podría conquistarla y llegar tan lejos como quisiera.
Y un día antes de que supuestamente nos casaríamos. Me cortó. Según el porque no estaba seguro de lo que sentía por mí. Y porqué quería que yo viviera más cosas incluso me empujaba a irme a hacer una maestría.
Pero lo que él realmente quería era quitarme del camino. Y yo totalmente enamorada decidí quedarme. Lo quería cerca. Estaba segura de que tarde o temprano volvería conmigo. Haría realidad todas las promesas que me hizo." y una lágrima rodó por su cachete."
Por primera vez yo veía a una Julia vulnerable. Una Julia lástimada como yo lo estaba hoy.
Yo por fín había encontrado a mi cómplice de venganza.
Aunque lo que me contaría después estaba todavía más fuerte...
CAPITULO 24
Se que es difícil de creer que después de todo lo sucedido, ahí estuviéramos Julia y yo. Abriéndonos una a una el corazón, y ella su pasado. La tomé por sorpresa y claramente versé ahí frente a mí la puso vulnerable.
Lo que más me impacto de la historia es que ella pese a todo lo que le hizo aún estaba obsesionada con él. Aún quería que él la volviera a amar como un día lo hizo. Y lo decía entre locura y coraje. Al seguir platicando entendí que lo suyo era meramente orgullo y venganza.
Me contó que al poco tiempo de salir con Isabel, le pidió que fueran novios. Y que a ella le había roto el corazón. Me contó que al inicio él se había vuelto super frió con ella. Que incluso intentó que le corrieran al exhibirla siempre ante todos, señalando errores o lo que hiciera que no le pareciera. Que al poco tiempo de estar ahí de lambiscón con Sergio, ya se había vuelto su tercer hijo. Porque Isabel tenía dos hermanos aparte de ella. Uno el que conocí en el antro de la convención. Y otro que también trabajaba en la empresa pero él como Director de Ventas. Y me contaba que siempre había mucho pique entre Pablo y él. Así que ahí decidí que el también sería nuestro cómplice para hundir a Pablo.
Pero definitivamente lo peor de lo que me contó fue que un buen día Isabel salió embarazada. Julia insistía en que Pablo lo había provocado. Isabel era tan guapa como lo estaba hoy, y supuestamente en algún momento se rumoraba que quería cortar con Pablo porqué tenía a un ex novio rondando. Según Julia, Pablo siempre le hablaba en sus borracheras y le decía que la amaba y la extrañaba. Y que Isabel era una niña super pesada, que lo hartaba, que lo aburría. Pero que estaba obsesionada con él.
Ella en su momento lo dudaba pues el radio pasillo de la oficina rumoraba otra cosa. Decían que justo cuando Isabel estaba por mandarlo a volar. De pronto salió embarazada. Se dijeron muchas cosas de como había sucedido. Pero finalmente se casaron.
Julia me contó que unos días antes de la boda Pablo había estado ahí con ella llorándole. Bajándole nuevamente todo el sistema solar. Diciéndole lo mucho que la amaba y mil cuentos más. Diciéndole lo que un día me dijo a mí. Que lo habían obligado a casarse. Qué el no quería. Pero Julia y sus amigos cercanos decían lo contrario. Que el había provocado todo por interés. Que en alguna borrachera les dijo que el un día acabaría siendo dueño de la Empresa. Que sólo bastaba con cogerse a la hija de dueño. Y mil bromitas más al respecto.
Julia dice que con el dolor de su corazón había ido a la boda. Que ella en el fondo había tenido la esperanza de que no se casaran. Y dice que aunque Sergio hecho la casa por la ventana, y la boda fue de más de 1000 personas en un muy reconocido lugar del Centro. Se respiraba tensión entre los novios.
¿Còmo soportaste estar ahi? le pregunté sabiendo que yo no podría. "Pues fue horrible. Lo peor fue verlos bailando. Pablo fingiendo una felicidad absoluta aunque a ella le costaba más trabajo. Terminando el baile me fui." me contó antes de que nos corrieran del lugar.
Ya eran las 22:00 hrs. Llevábamos más de 3 horas compartiendo nuestras historias con Pablo. Desahogando penas y hablando pestes de él.
Continuamos en el estacionamiento del corporativo. Donde nos topamos a Ramoncito quién al vernos juntas puso cara de sorprendido. Me contó que él tal Ramoncito era la tapadera de Pablo. Le conocía a todas sus viejas y todo lo que hacía.
"¿Cómo que a todas sus viejas?" la paré sorprendida ante lo que me decía. "Ay Fernanda, no vas a creer que eres la primera verdad? jajaja" respondió con una risa sarcástica.
Y yo me quedé callada. Me quedé aún más dolida. Este imbécil me la había hecho a mí y a muchas más. Me dio asco, me dio sobre todo miedo. ¿Y si tuviera yo una enfermedad? ¿Si me contagió de algo? nuevamente mis demonios me atormentaron por unos segundos. Interrumpidos por.
"Pero no pongas esa cara, Yo te lo advertí. Y cuando no me hacías caso, intenté asustarte por medio de los mensajes. Pero tristemente no me hiciste caso. No seas tonta regresa con tu novio. Explícale lo que pasó y seguro te perdona". me dijo tratando de calmarme al ver la cara que tenía.
"No Julia, no es tan fácil. Yo creo que había muchas formas de advertirme. Para empezar contándome todo esto. Y lo de rayar mi coche fue necesario no crees?" le dije en tono molesto.
"Perame ¿lo del coche?¿Qué del coche?" preguntó y por su cara, le creí que no sabía nada.
Le conté lo del coche y se sorprendió mucho. Me dijo que ella no había rayado mi coche. Que ella soló me mandó los mensajes por mail y a mi celular. Pero si me dijo que la foto se la había mandado alguien más. Que a ella se la mandaron impresa en un sobre a su lugar.
Osea que aparte de Julia ¡había otra persona que sabía! "No puede ser Julia, quién más podría querer hacerme esto. Seguro es Isabel no?" le dije segura de que no podría ser alguien más.
"Pues mira es una opción. Pero dicen que su matrimonio es pésimo. Según sé, ella ha querido divorciarse mil veces, pero Pablo la chantajea con el tema de los hijos y como verás ahí siguen. Poniendo la pura fachada en la cara de felicidad. Porqué muy en el fondo segura está viviendo un infierno". me dijo ante de empezar a despedirse de mi para irse a su casa.
No le había yo contado lo de mi embarazo. No quise. Una cosa es que Julia se hubiera a sincerado conmigo. Y otra muy diferente que hubiera querido ser mi amiga. No era mi amiga y no estaba segura de poder confiar en ella. Teníamos toda vía mucho que platicar.
Ya casi erán las 11 y cuando por fin vi mi celular tenía 20 llamadas de mi papá. Obvio estaba preocupado por no avisarle que iba a llegar tarde. Así que les mandé mensaje que ya iba en camino.
Antes de acostarme recibí un mensaje. "Por favor no cuentes nada de lo que hablamos" era del número donde me molestaban así que sabía que era de Julia.
Dormí pésimo toda la noche. Pero una parte mía se emocionó muchísimo cuando derrepente sentí como unas burbujas en la panza. Ya había yo leído que era cuando se movía el bebé. Por primera vez en muchas semanas sentí emoción de mi bebé. No era lo que yo quería para mí. Pero ahora me sentía mucho más fuerte, mucho más valiente. Tenia un sentimiento de querer protegerlo inexplicable. Nadie se metería con mi bebé. Tenerlo por primera vez me daba mucha ilusión. Y aunque poquito veía yo que se me empezaba a notar. Así que empecé a usar cosas aguadas encima. Todavía no era momento para que nadie lo supiera.
Al día siguiente pasada la mañana me dijo MariTere que Pablo me estaba buscando.
¿Para qué?¿Que querría? Yo soló tenía ganas literal de escupirle que sabía todo de él. Qué era un patán y que mi bebé no era de él. Aunque fuera no quería que fuera de él. Era mío y de nadie más.
Así que con valor por fuera y temor por dentro, caminé hasta el lugar de Pablo. MariTere me abrió la puerta y pasé.
"¿Que quieres Pablo? le dije en un tono altanero. Había caído de toda mi gracia y debo de admitir que aunque es muy guapo. Lo ví por primera vez hasta feo. Le noté todos los defectos que antes no le notaba. Como por ejemplo que tenía la boca un poco reseca y pellejuda. Como que se le empezaban a hacer entradas en el pelo creciendo más la frente. Y por alguna extraña razón desde mi embarazo su perfume o su olor ya tampoco me gustaban.
"Ya le avisaste a Recursos Humanos de tu situación? me dijo volteando a verme de manera retadora.
"¿Que situación Pablo? ¿Que un Director se metió con su becaria? ¿Que me bajaste la luna y las estrellas y que yo pendejamente caí? ¿O que salí embarazada en toda está situación?" le contesté en un enojo que me salía desde el estómago.
"Mira, de una vez por todas te lo digo. Ese bebé no es mío, ni puede ser mío. Ok. Estoy operado" me contestó agresivamente. "Y si se te ocurre hablar de más, con Recursos Humanos, o con alguien como Julia. Te juro que te vas a arrepentir. Así que ve con tu cuento de embarazo con otro. Porque de aquí no vas a sacar nada." añadió.
"Por supuesto que mi bebé no es tuyo. Ni se me ofrece nada que venga de tí. Y si me haces algo créeme que tu tampoco sabes con quién te estás metiendo. Tu tendrás mucho poder aquí en tu empresa. Pero afuera no eres nada." le dije casi gritándole.
El teléfono sonaba. Y de pronto la puerta se abrió.
"Lo busca Sergio" entró MariTere y por lo ojos que le hecho Pablo volvió a salirse de inmediato.
"Te sugiero le avises a Recursos Humanos de tu embarazo. Necesitamos estar informados. Me dijo mientras se paraba para salir.
Yo si necesitaba algo, necesitaba ayuda. Me empecé a sentir fatal. Me dolía la panza. La sentía dura. Pero me aguanté hasta salir dignamente de su oficina.
Me detuve frente a MariTere. Le dije si podía llamar al Médico de la oficina y me senté junto a ella. Poco a poco se empezaba a bajar e dolor.
"Mira nena mi jefe no vale la pena. Mejor consigue un chamaquito de tu edad, que si te valore." me dijo guiñando un ojo en lo que llegaba el médico y me empezaba a revisar la presión. El médico también sabía de mi embarazo. Y me tomo la presión la cuál noto que estaba un poco alta. Me mandó directo a mi casa y me pidió fuera a una revisión con mi Ginecólogo.
Me quedaba claro que MariTere también sabía. Cuantas historias más no sabría.
Mis papás fueron a alcanzarme a la oficina y me llevaron al Ginecólogo.
Tristemente al revisarme efectivamente encontró que mi presión arterial estaba alta. Y en el estudio de orina había proteína. Esto significaba que estaba en riesgo de preclamsia. Y que debía mantenerme en reposo y tomando unos medicamentos los siguientes días.
Todos en la oficina se iban a tener que enterar. Pero yo les diría que el bebé era de Phillip. Pues al menos y después de lo que me dijo Pablo estaba casi segura que así era.
Así que ya estando en mi casa y pensándolo por mucho tiempo decidí que Phillip tenia que enterarse de mi embarazo. No le pediría nada a cambio. Solo se me hacía justo que lo supiera.
Marque el celular. Sonó muchas veces hasta que me contestó alguien que no era Phillip...
Era Ana Paula. "Hijole Fer que pena pero Phillip dejó ahorita aquí su cel y se paró tantito al baño. Te urge algo. Tipo ya te dijo que no le hablarás y así no?"
No sé porqué pero me dio muchísimo coraje. Yo no esperaba que se sentara a esperar. Pero con mi mejor amiga.
Así que le dejé un recado que sabía que seguramente le pasaría
"Dile que dejó ayer unos bóxers en mi casa que si los necesita vuelva a venir hoy" y colgue.
Sabía que seguramente ella le iba a montar una escénica y aunque el le dijera y se lo negara. El seguramente me hablaría para reclamar.
Y pasaron 15 minutos cuando recibí la llamada.
Era Phillip. ¿Qué te pasa Fernanda? te juro estás mal, estás loca. no entiendo que quieres. A lo que le contesté de forma clara y fuerte "Estoy embarazada y es tuyo"...
CAPITULO 25
"¿Bueno? ¿Bueno?" dije varias veces, porque del otro lado solo había silencio.
"Voy para allá" me contestó después de varios minutos en silencio y colgó. Phillip vendría a mi casa y no tenía idea de lo que iba a decirme. Pero yo quería decirle como habían pasado las cosas. Nunca fue mi intención lastimarlo y quería dejárselo muy claro. Pero si la plática se daba ¿Le diría que también estuve con Pablo? no estaba segura si decirlo. Después de todo según Pablo estaba operado. Y no había manera de que el bebé pudiera ser suyo. Para mi el bebé era de Phillip.
Pasaron 45 minutos. Y se escuchó el timbre. Había llegado Phillip. Escuche que mi mamá lo saludo efusivamente. "Esta en su cuarto, pasa" le dijo y escuchaba los pasos hacía mí.
Lo vi y mi corazón se apachurró. Tenía ganas de abrazarlo. Después de todo lo que le había dicho. Ahí estaba. Mi amigo, mi confidente, mi apoyo. El hombre que siempre me había querido y respetado. El hombre que estaba dispuesto a pasar toda su vida junto a mí. El papá de mi bebé.
Su cara desencajada. Pálido, serio, con la mirada perdida.
"Hola Fernanda" dijo a secas.
Yo le estiré los brazos y el no dio ni medio paso. Normal, estaba enojado conmigo. Pero de alguna forma yo siempre lo había sentido seguro. A mis pies. Phillip dejaba todo por mí, y el estar ahí me hacía creer que si yo quería podía recuperarlo. Creo que de cierta forma lo subestimé.
"¿Cómo puedo estar seguro que ese bebé es mío? preguntó mientras se sentaba en un sillón de mi cuarto. Lo más lejos de mí posible.
"Porque me dejé de tomar las pastillas Phill. Y si no te acuerdas, te lo recuerdo. Fué el día que vino tu familia a festejar lo del anillo. Cuando se fueron todos y tu y yo nos quedamos en el estudio. Las fechas coinciden." le dije viéndolo seriamente a los ojos. El se quedó serio y después de unos minutos me contestó.
"Mira Fer, tu sabes que yo hubiera dado todo por formar una familia contigo. Soñaba con la idea de pasar el resto de mi vida contigo. Pero la verdad es que me has decepcionado mucho. Y ya no eres la Fernanda de la que yo me enamoré. Y si ese bebé es en realidad mío. Que no te quepa la menor duda que yo estaré siempre ahí para él. Pero si lo que quieres es que nos casemos, de una vez te lo digo, olvídalo." me dijo de forma seria y tajante.
Sus palabras me dolieron. Me dolió el ego, pues honestamente yo estaba acostumbrada a que Phillip hiciera lo que yo quisiera. Y verlo así, serió y determinado era sorpresa para mí. Y mi ego lastimado quería tenerlo otra vez comiendo de mi mano. Honestamente no entiendo porqué somos así. Pero me gustaba la idea de tener a Phillip así detrás de mí. Y verlo firme a no estarlo me causaba cierta inseguridad. Pero mi parte lógica y empática, me hacía ver que en realidad yo tampoco quería casarme con él.
"Phill, yo tampoco quiero casarme contigo. Pero creí importante decirte lo del bebé. Porque eres su papá y esté bebé no tiene la culpa de las decisiones que tu y yo tomamos." le contesté fría como me había vuelto. Y en esé momento desperté a la bestia. En la vida lo había visto tan enojado.
"¿Entonces que carajos quieres eh?, ¡Para que me hablas a decirme que estás embarazada, si lo último que quieres es tenerme en tu vida!. Porqué no te largas con tu Director y me dejas en paz. No te conozco Fernanda. ¡Que cabrona me saliste! ¿Como puedes decirme que vas a tener a mi hijo, mientras estas de puta con otro? Cuánto tiempo me viste la cara!" y así vuelto loco y aventando unos peluches se puso a reclamarme todo.
Y me quedaba viéndolo asustada. Entendiendo perfectamente de donde venía su actitud dolida. Pero tampoco iba a permitir que me grítara en mi propia casa.
"Mira Phillip cálmate, y no te permito que me vengas a insultar. Cometí el error de enamorárme de la persona equivocada. Pero eso no te da el derecho de venir aquí a hablarme así. Yo no te estoy pidiendo que me perdones. Ni te estoy pidiendo casarme. Te dije desde antes que me dieras el anillo, que no estaba segura. Y por eso cortamos. Pero no sabía que pasaría lo del bebé. Y quiero dejarte muy claro que lo último que yo quería era lastimarte. Siempre vas a ocupar un lugar muy importante en mi vida. Y ahora que nazca nuestro bebé compartiremos algo para siempre. Y no puedo pensar en un mejor papá para mi hijo que tú" le dije y se me rodaban las lágrimas.
Él se había calmado con lo que le había dicho. Se había vuelto a sentar y porfín pudimos hablar tranquilamente las cosas.
Le expliqué que Pablo empezó a tirarme la onda, le conté que yo sentía una atracción muy fuerte hacía él y que me había dejado llevar por la admiración que sentía, y por cómo me trataba. El apretaba la cara cada que le mencionaba lo de Pablo. Pero se aguantó y me dejo hablar. Le dije que yo no le había dicho nada porqué estaba confundida y porqué Pablo estaba casado y quería esperarme a ver como pasaban las cosas. Le mentí...le dije que fuera del beso de la foto no había pasado nada. Porque no podía soportar lastimarlo más. Y porqué no vería a mi bebé de la misma manera. Y ahora mi bebé sería lo más importante.
Le conté como me enteré del bebé, le dije que tenía riesgo de preclamsía y que estaba en reposo hasta la próxima revisión.
El me dijo que quería acompañarme y entender bien si el bebé tenía también algún tipo de riesgo. Aunque él se mantenía serio y seco por un momento pudimos platicar como antes. Me contó que estaba saliendo con "alguien" (lo cuál no creí al menos que fuera Ana Paula) pero que no era nada serio. La verdad es que no sentí celos. Me contó que el ahorita estaba enfocado cien por ciento en su trabajo y en una carrera de Iron Man que iba a hacer meses después. Aunque cuando vio mi fecha posible de parto parecía que coincidía con las fechas de su carrera.
No me quedaba claro que esperar de él, ni a él le quedaba claro que esperar de está situación, Me dijo que seguía muy enojado por lo que yo había hecho y que no le era fácil verme. Así que quedamos en que me acompañaría al doctor en la próxima cita, que era dentro de una semana. Y que después veríamos que seguía.
Se despidió con un semi abrazo, como que quiso abrazarme pero después se arrepintió. Se paro y se fué.
El haber podido explicarle como sucedieron las cosas.De alguna forma me dio paz. Aunque como les dije le mentí. Me había vuelto en una mentirosa experta. Pero juro que esta vez lo hice para proteger a mi bebé. Phillip sería lo que fuera, pero lo que si tenía seguro es que sería un gran papá. No como Pablo y la simple idea de pensar en Pablo me causó otra vez coraje.
Al día siguiente recibí una llamada de Recursos Humanos. Yo les había avisado que estaría de incapacidad pero no haba dado mayor explicación. Paula quién me había contratado me marcó pues me dijo que Pablo ya le había comentado de mi situación y necesitaban saber que decisión tomar. ¿Cómo que que decisión tomar? ¿Cómo que Pablo les dijo? ¿Qué estaba intentando hacer? Paula fue muy directa conmigo, me dijo que Pablo le dijo tal cuál que yo estaba embarazada y que no creía que yo iba a regresar. Que hablara conmigo para negociar mi liquidación. ¿Liquidación? ósea este cuate además de todo ahora se quería deshacer de mí. Me estaba haciendo lo mismo que le hizo a Julia. Pero yo no me iba a dejar. Ahora menos que nunca me iba a ir. Estaba en mi derecho de quedarme. A Paula le dije que estaba sorprendida que si quiera me lo ofreciera. Que estaba impresionada de que lejos de apoyarme la compañía me estuviera tratando de liquidar. Como si estar embarazada ahora fuera un problema. Estoy embarazada y tengo riesgo de preclamsia. Pero estoy en todo mi derecho de estarlo y no creo que sea ético que la compañía me quiera liquidar. Finalmente la plática quedó en que debería ir al seguro para tramitar la incapacidad y que me regresaría con unas propuestas para ver como podíamos manejar mi incapacidad.
Decidí marcar al celular de Julia. No me contestó y pasó una hora y me marco. "¿Que pasó Fernanda? Tampoco es que ahora vamos a ser mejores amigas ¿no? ¿ahora que se te ofrece?"No cabe duda que julia sería Julia siempre. No perdía su arrogancia. Pero decidí confiar y le dije. "Es que estoy de incapacidad y ayer no te conté algo. Estoy embarazada" y ya me empezaba a acostumbrara que cada que lo decía se hacia un enorme silencio. De pronto me dijo "¿Y es de Pablo?" a lo que le contesté que el me había dicho que no porque era imposible ya que estaba operado. "Eso te dijo" y de pronto su risa burlona. "Ay Fernanda, parece que no lo conoces. Obvio no está operado. Al menos no que yo sepa. Y créeme lo tengo bien investigadito." y yo en ese momento volví a sentir una cubetada de agua fría. Es un cabrón. ¡Me había mentido de su operación! y nuevamente tenia el riesgo de que mi bebé fuera suyo. Y que Phillip me cachará. Después de todo mi bebé iba a crecer y se iba a parecer a alguno de los dos. La pura idea me volvió a atormentar.
A Julia le pedí discreción y le pedí que por favor me ayudara. Ya que Pablo estaba intentando que aceptara yo una liquidación o renunciara.
Ella me dijo que me traería la computadora a mi casa y que platicaríamos acerca de lo que íbamos a hacer para hundir a Pablo.
En la noche llegó Julia, la pasé al estudio y de momento su visita fue rara e incomoda. No podía creer que estuviera ahí en mi casa después de que por más de un año nos odiamos a muerte.
Nos sentamos y ella comenzó la plática así.
"Mira Fernanda, como sabes yo en dos meses me voy con Pablo a abrir oficinas a Panamá. Sergio y Pablo hablaron conmigo y le están apostando mucho a este proyecto. Yo quisiera evidenciar a Pablo y si ese bebé fuera de él se le cae el teatrito con Sergio y en la compañía. Pero no sería lo más conveniente para nadie ahorita. Tu seguramente saldrías automáticamente de la compañía y creo que no es lo que debes hacer en estos momentos que estás por tener a tu bebé. Si no te importa quisiera que lo de Panamá suceda, y estando allá vemos que sucede. Yo te voy a apoyar con Recursos Humanos y manejaremos tu capacidad a discreción. Pero por favor no hagas nada ni planes nada, hasta que no estemos en Panamá."
Hablamos poco más de trivialidades y se fue. Yo accedí a su propuesta.
El seguro me sacó mi incapacidad, fue una tortura la consulta pero finalmente llegaron a la misma conclusión, tenía riesgo de preclamsia. La semana pasó rápido y volví a mi consulta con mi ginecólogo. Yo seguía sintiéndome un poco mal y para entonces mi bebé ya tenía 18 semanas. Phillip llegó puntual y mis papás también me acompañaron. En el ultrasonido el Doctor nos dijo que creía que era niño. Wow! un niño, mi niño. Todos estábamos muy emocionados.
El doctor me explico los riesgos de la preclamsía y estuvimos horas en lo que Phillip aclaró todas las dudas que tenía y claramente era un papá ilusionado. Tanto que por un momento se olvidó de lo mucho que me odiaba, porque de la emoción me agarró la mano.
En cuanto regresé a mi casa me dijeron que me había llegado un paquete de DHL. Era una caja envuelta y estaba en mi cuarto. En el momento que la abrí había un corazón de pollo. Wacalá brinque del asco y lo aventé de inmediato a la basura. La carta que venía estaba escrita a máquina y decía "Para las zorras sin corazón. Déjalo en paz."
Y en ese momento entendí que estás amenazas no venían por Pablo. Eran de alguien más. Eran por Phillip. Y pensé automáticamente en Ana Paula. Así que de inmediato le marque.
Me contestó a la tercera vez y en cuanto escuché el bueno le dije "Tus amenazas no te van a servir para ganarte a Phillip, si es que eso es lo que estás intentando" le dije y me temblaban las manos.
"Ay osea cero eh, no se ni de que me hablas" me dijo y en ese momento lo tuve claro. Ella llevaba enamorada de Phillip. Sin dar más explicaciones le pedí que fuera a mi casa. A lo cuál me puso muchos pretextos. Pero después de mucho insistir me dijo que vendría mañana.
El día se me hizo eterno. Estuve trabajando desde mi casa y me impresionaba de lo productiva que era fuera de la oficina. Cuando por fin llegó me dijo que tenía poco tiempo y que no entendía porque tanta insistencia de verla. Así que decidí ir directo al grano.
"Mira Ana Paula, se que te mueres por Phillip y ni te esfuerces en negarlo. Sólo quiero entender que querías rayando mi coche. Y ni lo niegues porque en la oficina tienes pruebas de que fuiste tú. (Obvio se lo dije bluffeando). Ella se puso roja, morada y azul. No sabía ni que cara poner, ni que contestar. Pero finalmente salió la verdad.
"A ver aquí la que debería tener pena es otra. Yo sólo quise ayudar a Phillip, porque neta no se lo merecía. Una noche me habló super agobiado porque no le contestabas. Y coincidió que yo estaba por tu oficina. Y cómo no le contestabas me pidió de favor si podía checar si tu coche seguía ahí. Así que entré al estacionamiento y le pregunté a unos de seguridad que donde te estacionabas y me dijeron. Yo para hacerle el paro a Phillip me esperé tantito a que llegarás. Pero para mi sorpresa lo que ví me dejó impactada. Me dio mucho coraje. Y neta un güey como Phillip no se lo merecía.
Y bueno la verdad sólo se me ocurrió sacar la foto, pero me rompía el corazón decirle a Phillip. Y esperé a ver si se lo decías tu. Y la neta Fernanda, no sabes cuantas veces me hablaba super agobiado porque te sentía rara. Y yo si sabía porqué. Así que decidí rayar tu coche para ver si de esa forma le parabas o por lo menos se daba cuenta de con quién andaba. Y si, si creo que es un gran hombre y yo ¡jamás le haría lo que tu!"
Yo me quede helada con lo que me contó. No podía creer que la que alguna vez se dijo mi mejor amiga me hiciera algo así.
"¿Y porqué no hablaste conmigo primero? le cuestioné enojada. "yo pensé que éramos amigas". le dije super dolida por lo que me estaba enterando.
"¿Amigas? ahora si ¿Amigas? ¿Qué ya se te olvidó la vez que me quitaste al amigo de mi primo que me gustaba? ¿O cuando empezamos a ser amigas de Phillip? Yo te dije que a mi me latía cañon y tu ¿qué hiciste? Quitármelo. Quitármelo porque en tu mundo primero vas tú, después tú y luego tú. Y todo ¿para qué? para terminar poniéndole el cuerno con un tipo casado. La neta Fernanda No!, yo no puedo tener amigas como tu, porque yo no haría jamás algo como lo que tu has hecho. Y ahorita lo del embarazo. Si vieras como te ha llorado Phillip, pena te debería de dar enjarétarselo." y agarró sus cosas y se paró para irse. Yo me quedé callada. Me dolía lo que me decía pero en el fondo tenía razón. Yo no pensé que lo de los galanes tuviera importancia. A decir verdad ni cuenta me había dado. Quizás si podía ser egoísta algunas veces. Y me sentía fatal. Sus palabras se cincelaron en mi cabeza.
Y justo cuando se despedía le pregunté, "Y como fue que la foto termino en manos de una de las de mi oficina, y cómo sabías todo lo que pasaba?" en verdad quería entender cómo pudo obtener tanta información sin trabajar donde yo trabajaba.
"Pues no te creas que puedes confiar en las personas. Dando dinero la gente suelta mucha sopa. El tal Ramoncito de seguridad me contó muchas historias y me conseguía todo lo que necesitaba saber, pero nunca imaginé hasta donde serías capaz de llegar, y lo del bebé neta que si no es de Phillip, ahora si que me vas a conocer." y se despidió de lejos y salió de mi casa. Y de mi vida. Pues después de años seguimos sin hablarnos.
Yo me quedé deshecha. Ana Paula tenía razón en todo lo que me dijo. Y yo me sentía le peor de todas las personas.
Pasarón las semanas y los meses. Pablo y Julia se habían ido a Panamá y de vez en cuando tenía noticias de Julia por correos que enviaba. Yo estaba ya un poco desesperada pues trabajaba diario desde mi casa y cada día me crecía más la panza.
Phillip sólo me acompañaba a las citas con el doctor. Pasaba por mi, íbamos y me regresaba. Una relación de amigos nada más. Yo seguía trabajando mucho desde mi casa. Bendita tecnología mi trabajo se seguía notando. Logré hacer hasta el plan de marketing y todo desde mi casa. Algunas veces George me había venido a visitar y aprovechábamos para ponernos al día de la oficina y los chismes. Blanca le habían hecho una oferta de otra compañía y parecía que se iba a ir. Fuera de eso poco había cambiado.
De Pablo sólo recibía correos grupales y su puesto de dirección seguía vacante hasta saber como iba con el proyecto de Panamá.
Y de pronto llegó el día. Unas contracciones fuertísimas y como era la madrugada mis papás corrieron al hospital en donde nos alcanzó Phillip y su familia. Estábamos listos para conocer a nuestro hijo el cuál seguía sin nombre. Phillip quería que se llamará Phillip. Y yo quería que se llamará diferente porque no quería que tuviera la letra "P" en su nombre. No podía creer tanta emoción. ¡Qué momento! ¡Que increíble sensación. Estaban por pasarme a mi bebé a los brazos y cuando por fin lo ví no podía creerlo estaba idéntico a.....
CAPITULO FINAL ( 26)
¡Era idéntico al bebé que yo soñé! Cachetón, arrugado y con la boquita perfecta. Tenía una carita preciosa. Pero al verlo me recordó a Pablo. ¡No puede ser, lo veía idéntico a Pablo!
Y ahora ¿que pensaría Phillip? Pero él no lo notó, el estaba lleno de felicidad al igual que yo. Me dio un beso en la frente y me dijo "Gracias".
Mis papás y mis ex suegros (los papás de Phillip) le decían que estaba igualito a él. Y yo sentía un alivio enorme. Aunque para ser honesta a mi no me lo parecía. Yo lo veía idéntico a Pablo, y me quería morir. ¿Y si en realidad era su hijo? Prefería no pensar. Pero mis demonios mentales me seguían atacando.
Quizás sea porque es recién nacido pensé. Seguro es mi obsesión la que está jugando con mi mente, y me tranquilizaba. Pero tenía miedo. Este bebé iba a crecer y se iba a parecer a alguien; a mi, o a su papá. A su verdadero papá. Y yo rezaba que cuando ese momento
llegará se pareciera a Phillip.
Phillip estaba tan contento y lo cargaba con tanto amor, que yo no podría romperle así su corazón. Sería un papá perfecto. Y eso es lo único que me importaba. Un buen papá para mi hijo. Y a pesar de no ser pareja oficial, los dos queríamos lo mejor para ese niño y juntos lo íbamos a proteger.
Pasé meses complicados sin dormir, dándole de comer y cuidando día y noche a Sebastian. Finalmente habíamos elegido un nombre.
No podía creer que existiera tanto amor en mi para una persona tan chiquita. Mi bebé era mi vida entera. Estaba precioso. Dicen que todos los bebés salen con ojos claros. Y Phillip tenía ojos verdes y mis ojos también eran medio claros. Pero Sebastián tenía unos ojos azules divinos. Y no podía evitar recordarme a Pablo. ¿Y si en realidad no estaba operado? los meses pasaron y yo me callaba pero no podía evitar verlo sin pensar en Pablo.
Llegó el momento de regresar a trabajar. Sentía un hueco inmenso de dejar a mi bebé. Pero lo dejaba en las mejores manos; con mis papás. Quienes hasta se veían rejuvenecidos desde la llegada de su primer nieto. No fué como a mi mamá le habría gustado que fueran las cosas, pero estaba fascinada con su nieto. La idea era vivir ahí con ellos mientras ahorraba para encontrar un lugar donde vivir. Phillip me había ofrecido pagar un departamento en renta para los dos. Pero hasta no tener claras mis ideas preferí rechazar su oferta.
En la oficina todo se sentía diferente. Pablo ya no estaba, Julia tampoco y a Moises lo habían movido a ventas. Los radio pasillos decían que su rendimiento ya no era el mismo, y prefirieron mandarlo a otra área donde estuviera más tranquilo. Pobre Moi. Ahora que sé lo que es tener hijos, no imagino que hubiera pasado si ya no estuviera con ellos. El equipo de Merca había cambiado. Había nuevas becarias y Blanca se había ido a trabajar a otra empresa. Así que antiguos amigos sólo éramos George y yo. Y otras amigas que ya teníamos. Pero en el único en el que confiaba como un buen amigo era en George.
Para mi sorpresa también Javier el hermano chico de Isabel, (él que deje bailando sólo el
día de la convención) había empezado a trabajar ahí. Me lo topé camino a una junta. "Hola! ¿pensé que ya no trabajabas aquí? No te había visto." Me dijo entusiasmado. "Es que estuve de incapacidad" contesté muy segura pero sin dar mayores explicaciones. "Luego nos vemos, corro a una junta" le dije y me subí corriendo al elevador. La verdad es que era un tipo muy guapo. Tenía más o menos mi edad, pero sobre todo era hermano de Isabel, hijo de Sergio, cuñado de Pablo. Y mi presa fácil para iniciar mi venganza.
Investigué con MariTere que puesto tenía y lo habían metido como Gerente Senior de Finanzas. Así que seguro George me tendría más información.
Cuando hablé con George, me contó que Javier se le hacía un idiota y que no se le hacía justo que por ser hijo de Sergio tuviera mejor puesto que él.
Ese día y los días siguientes trabajaba muy concentrada y chambeaba durísimo porque cuando daban las 5 me salía corriendo para irme directo a mi Sebastián, el verdadero amor de mi vida.
Pero un día me topé a Javier en mi lugar. Me estaba esperando para invitarme a cenar. Era un cuate súper guapo, decidido y decía las cosas sin rodeos. Se notaba que yo le gustaba. Y era bastante directo para hacérmelo saber a cada rato. El no estaba nada mal. Pero en ese momento lo que menos quería era algo serio con él. Quería utilizarlo como parte de mi plan para vengarme de Pablo así que acepté, pero se la cambié a comida. Lo último que iba a hacer era dejar a mi bebé por él o quien fuera.
Salimos a comer cerca de la oficina y para mi sorpresa y mis pocas expectativas. Tuvimos una muy buena "primera cita". Y así y después de ese día se nos empezó a hacer costumbre comer todos los días (aunque ahora en el comedor) juntos.
Yo le conté muchas cosas, pero evitaba contarle de mi bebé por miedo. Tenía miedo de que por decirle se alejará de mí y mi plan de acercarme a Pablo y su familia se echara a perder. Cada que yo podía le hacía preguntas para ver cómo iba Pablo con Isabel. Y para que me contará lo que pudiera de su cuñado.
Me decía que Pablo venía cada mes. Y que a veces se veían para comidas cuando venía. Me contó que a su hermano, el mayor de los tres. Nunca le había caído bien, porque sospechaba que Pablo se había casado con Isabel por interés. Y me contó que siempre se traían pique en la oficina. "¿Y a ti cómo te cae?" Le pregunté en una de mis tantas preguntas. "Pues a mi me importa mi hermana, y la neta es que nunca los he visto felices juntos. Yo convivo muy poco con él, por los años que me lleva. Pero la verdad es que para mí lo más importante son mis sobrinos, y nunca les ha hecho caso." Me dijo y cambió de tema. Insistentemente me preguntaba la razón de mi incapacidad y yo encontraba cualquier pretexto para no contestar.
Yo le escribía seguido a Julia, para ver cómo iban las cosas con Pablo. Me contaba que sospechaba que estaba nuevamente saliendo con alguien, porque lo veía muy arregladito y muy contento. Pero sobretodo recientemente había pospuesto su viaje a México. Ya ni por sus hijos quería venir. Julia allá no tenía recursos para investigarlo, como los tenía aquí. Pero quedo de hacer todo lo posible para seguirlo un día y descubrir si ya traía una nueva amante.
A mi me crecía el odio por él. Y me urgía verle le cara cuando me viera saliendo con su cuñado. Y mejor aún cuando me viera en su puesto. Porque esa era mi meta. Quitarle a Pablo su puesto. Los meses pasaban y yo ya tenía casi dos años en la compañía. Pero sobre todo tenía el apoyo de Javier, de George y del hermano de Javier que era el Director de Ventas. Yo me estaba moviendo mucho con la gente. Trabajaba duro y aprovechaba foro para lucirme. Y la verdad estaba dando muy buen resultado. Tanto así que Javier un día me contó que ya hasta Sergio había escuchado cosas buenas mías. "¿Habrás sido tu, verdad?" Cuando me lo contó. Y el sólo sonreía.
Los meses seguían pasando. Y Javier y yo teníamos muy buena química. La verdad es que conforme pasaba más tiempo con el. Empecé a desarrollar sentimientos hacia él. Pero no era el momento. Yo esta vez ya no me iba a dejar enamorarme tan fácil. El ya me había insistido mucho en empezar una relación conmigo. Pero yo siempre le daba largas. Primero necesitaba decirle lo de Sebastián. Y ver si sabiéndolo aún querría seguir saliendo conmigo.
Así que un buen día me armé de valor y se lo dije. Le dije que había metido la pata con mi ex novio y que tenía un bebé. Le conté que Sebastián ya tenía 6 meses. Y que Phillip y yo habíamos logrado mantener una buena relación de amigos. Que iba todas las noches a mi casa a bañar y dormir a Sebastián. Pero que cuando por alguna razón no podía lo compensaba los fines de semana. Los cuales habíamos acordado dividirnos uno cada quince días. Y cuando a él le tocaba. Se lo llevaba a su casa desde el Viernes, y me lo regresaba los Domingos. Le dije que mi relación con él hasta ahora iba bien. Y que teníamos claro que ya no queríamos nada más allá de una buena amistad.
Javier tomó bastante bien lo de mi bebé. Al grado que me dijo que a él no le importaba. Y que si yo quería y lo permitía, quería conocerlo y pasar tiempo juntos los tres, cuando a mi me tocara.
Phillip no tomó nada bien cuando le conté que estaba saliendo con alguien. Y a mi me cayó pésimo cuando me dijo que Ana Paula se le pasaba con mi bebé la mayoría de los fines que a él le tocaban. No eran celos por Phillip. Pero qué tenía que hacer ella cargando a mi bebé. Así que le exigí que si quería seguirse llevando a Sebastián tenía que hacerlo sin la presencia de Ana Paula. Y el me pidió lo mismo. "A ver a mi me vale con quien salgas Fernanda. Pero no quiero confundir a Sebastián presentándole a otro guey. Y para dejar las cosas tan bien cómo iban, y a favor de Sebastián. Decidimos hacerlo así. Pero Ana Paula lo tomó mal. Y aprovechó para decirle a Phillip muchas cosas mías. Pero lo que no le perdonaré jamás, es que le dijera que si no había notado el gran parecido entre Sebastián y Pablo. Y en ese momento fué una alerta para Phillip. Y me llegó a exigir una prueba de ADN. A mi me temblaban las manos y le dije que si no se acordaba lo que le había dicho. "Nunca he estado con más hombres que tú". Le volví a mentir y lo haría hasta la tumba.
El se tranquilizó. Y seguimos tranquilos varios meses más.
A mi la verdad es que preferí tener a Javier alejado de mi vida. Que cara pondría si lo conociera y viera que cada día era más parecido a su cuñado.
Era un Martes cuando Julia me marcó. Para decirme "Fernanda ya lo descubrí!!! Te lo dije!! Este imbécil ya trae una nueva vieja. Esta vieja es una chava de Costa Rica y esta súper guapa. Se ve que se lo trae en la baba. Imagínate para de plano cancelar la ida a ver a tus hijos." Y en ese momento decidí que teníamos que hacerle saber las cosas a Isabel. Y se lo haría saber a Javier. Quién ese Sábado anterior me pidió ser su novia y acepté. Solo así podría meterme más en la vida de Pablo.
Un mes más adelante me enteré que venía Pablo y como era el cumpleaños de Isabel, la familia de Javier había decidido hacerle una comida. El corazón se me hizo un nudo. Por fin volvería a ver a Pablo. Y la idea de hacía temblar.
Por fin llegó el Sábado de la comida. Que nervio ver a Pablo. Me sudaban las manos y me temblaban las piernas. Era la primera vez que iba a casa de Sergio. Conocería a mis suegros y vería por primera vez de cerca la relación de Pablo y de Isabel.
Me arreglé muchísimo. Ese fin Phillip tenía a Sebastián. Era otoño pero no hacía tanto frío. Y me puse un vestido de manga larga, y me fui al salón de belleza. Me dejaron increíble el
Pelo y me maquille perfecto ni mucho ni poco. Me veía y me sentía guapísima. Pero me temblaban las rodillas. Javier me reafirmó que me veía guapísima.
Fuimos los primeros en llegar a su casa. Una casa preciosa en la zona poniente de la ciudad. Una casa de muy buen gusto que denotaba y derrochaba dinero. Ahora entiendo porqué Pablo se había deslumbrado con lo que tendría detrás de Isabel.
La mamá llegó a saludarme junto con Sergio quién en ese momento ya me ubicaba perfecto. Ya que los últimos 2 meses había estado trabajando y presentando el plan de marca con él. "Hola Fernanda, que gusto tenerte en casa. Mira Isabel (así se llamaba también la mamá de
Isabel la esposa de Pablo) está es la muchachita que está revolucionando la empresa. Y seguro dentro de poco veremos el impacto en las ventas. Tiene ideas magníficas" dijo mientras Javier todo orgulloso me abrazaba.
Me sentía contenta. Parecía haber hecho una buena impresión con mis nuevos suegros.
Poco después llegó el hermano mayor de Isabel. Llegó con su esposa y sus hijos. El también me saludo efusivo. Y la esposa me cayó increible también.
Ahora ya solo faltaba Pablo. Tardaron 1 horas 35 minutos desde la hora en que nos citaron.
Y de pronto aparecieron. Su cara al verme fue lo mejor. Quisiera repetir la imagen mil veces. No se le cayeron los pantalones porque llevaba puesto su cinturón. Pero se quedo helado. Parecía que había visto un fantasma se quería morir. Y yo igual pero de risa y nervio.
"¿Que haces aquí?" Me dijo mientras me dio un abrazo y me susurró al oído. "Ya ves" contesté y me fui a la otra esquina de donde el estaba.
Íbamos a media comida cuando Pablo frente a toda la familia dijo "Y cómo está tu bebé? Digo me quede en que estabas embarazada no? Y yo sentí como se me bajaba hasta la presión. Y contesté "Si ya Nacio, y la verdad está idéntico a su papá." Dije mientras ponía una sonrisa casi sarcástica"
Nuevamente su cara helada. Y yo lo disfrutaba. Estábamos en el postre cuando le dije "y tú qué tal Panama? ¿Ya encontraste tu reemplazo? Digo porque me contaste que sólo te ibas 6 meses ¿no? Y ya llevas casi un año. Acá sigue vacante tu posición" Y se me quedo viendo casi con ojos de pistola.
Obvio ya había encontrado una víctima más en Panamá. Y lo que menos querría sería regresar.
"Pues en una de esas te ponen a ti amor" dijo Javier intentando cortar la tensión que se sentía entre Pablo y yo.
"No sería mala idea, dijo Sergio" y después el comentario de Pablo "Yo creo que le faltan varios años para lograrlo. Hace poco era Becaria y me parece que aún le falta experiencia" en eso tenía razón. Pero yo haría hasta lo imposible por quedarme con su dirección. Julia le mandaría las pruebas a Isabel de la "nueva en turno" Isabel se divorciaría. Y habríamos logrado el objetivo. Sin chamba y sin Esposa. Un futuro truncado. Así como me lo truncó a mi.
Isabel no participaba mucho. No se hacían mucho caso entre ellos. Ella se veía guapa como es, pero perdida. No le hacían mucho caso a los hijos los cuales jugaban solo con la nana. Y su vista era triste.
Pablo se regresó a Panamá y dejó de venir tan seguido. Cada vez pasaba más tiempo entre sus visitas. Y Julia tenía las pruebas de la chavita con la que andaba. Ya se había encargado de mandárselas anónimamente a Isabel. Y en la familia se había desatado el caos. Tanto Javier como su hermano estaban furiosos y Sergio inmediatamente tomó cartas en el asunto. Lo corrieron. Y en su lugar dejaron a Julia. Quien además de tener el puesto de sus sueños, había conocido a un gringo divorciado y estaba feliz con él.
En cambio yo después de 1 año y medio logré ganarme la confianza de Sergio. Y fui nuevamente seleccionada para ocupar la posición de Pablo. Directora de Merca. Cabe mencionar que para quedarme con esta posición si tuve que hacer varios filtros de selección y un assessment. Así que esta vez sí fue por mérito propio.
Sin embargo ahí no termino la peor parte de mi historia. Y la peor parte fué que por coraje Pablo pidió pruebas de ADN de mi hijo. Y evidenció la relación que tuvimos. Logrando que tras casi dos Increibles años, Javier me mandará a volar y la empresa también me diera las gracias.
Pablo le dijo a Phillip que si tuvimos relaciones y que podría ser el Padre de Sebastián. Phillip al enterarse de que le había yo mentido me mando una demanda de patria potestad . Y tuve que pelear contra él para quedarme a Sebastián. Y aunque me duele en el alma. El bebé si resulto hijo de Pablo. Cuando Phillip
Se entero se puso como loco y sus papás también. Me dijeron cosas horribles y me amenazaron por el daño que ocasione a su hijo. Mis papás al ver todo lo que sucedía me mandaron fuera con todo y mi niño. Ahora mismo vivimos a 12 horas de diferencia.
Esto hasta ahora fué la parte más fuerte y dolorosa que me ha tocado vivir. Pero ya a veces no quiero ni decirlo, porque cuando digo que las cosas no podrían ser peor algo pasa.
Sebastian con mucho esfuerzo se quedó conmigo. Y aunque Pablo lo peleó y fué solo para sacarle Dinero a mí y a mi familia. No logró nada. Me gaste una fortuna en abogados. Pero finalmente mi niño y yo vivimos felices y lejos de quien pueda hacernos daño.
Quizás hice muy larga la historia pero quiero agradecerles su paciencia y el que me dejaran desahogarme. Fue muy terapéutico hacerlo. Me sentí muy apoyada. Es un gran gran grupo. Y espero sigan permitiendo a todas desahogarse por aquí sin juzgar. Me encantó que juzgarán más la falta de capítulos que lo que les estaba contando. Así que preferí su odio por falta de capítulos, a por ser la puta como siempre me he sentido. Yo hoy me arrepiento mucho por todo lo que hice. Por dejarme llevar lastimando a grandes personas. De Phillip se que se casó hace poco, y no con Ana Paula. Le deseo muchas bendiciones. Es y será un gran hombre. De Pablo no se mucho. Se rumora que es Director o VP de un corporativo en México DF. De Javier no supe más nada. Mis papás, mi hermano y yo. Estamos más unidos que nunca. Y yo tras perseguir una posición fuera de México por fin se me cumplió. Estoy lejos de todo escribiendo y feliz con mi hijo de 15 que es y será el gran amor de mi vida. Y lo único que no cambiaría de lo que hice. Y si algo aprendí de esto que viví es que las mentiras siempre salen a la luz. La verdad siempre se sabe. Y el que juega con fuego se quema. Gracias infinitas por leerme. Y por compartir conmigo esta historia. Alterada, exagerada, bien o mal escrita, real o ficticia. No importa. Lo que importa en esta vida es todo aquello que nos hace sentir. Que nos causa ilusión, intriga, amor y desamor. Porque sentir significa que estamos vivos. Gracias. 🙌🏻
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar