sábado, 17 de marzo de 2018

Los 3 cerditos



Había una vez tres cerditos muy simpáticos a los que les gustaba mucho jugar en los prados y estar con otros cerditos. 

Un día decidieron construirse cada uno su propia casa para así protegerse de la lluvia, el frío y todos los peligros que allí acechaban sobre todo, de un malvado lobo que decían todos, quería comerse todos los cerditos.

El primer cerdito, al que llamaremos Tocinete, era el más pequeño de los tres. 

Tocinete hizo una casa de paja para terminar deprisa y así irse a jugar con el resto de cerditos que era lo que más deseaba en el mundo dado que era muy juguetón.

El segundo cerdito, al que llamaremos Jamoncín, era el mediano de los tres cerditos, decidió hacer una casa de madera. 

Jamoncín, sabía que si la hacía como su hermano más pequeño, Tocinete, el viento o la lluvia podría derribar la casa. Aún así, hizo la casa muy deprisa para poder reunirse con el resto de cerditos y divertirse.

A diferencia de sus dos hermanos, el tercer cerdito al que llamaremos Cochinín, era el mayor de los tres, quería que su casa resistiera todo lo que se pusiera en su camino de esa forma, no tendría por qué preocuparse cuando estuviera fuera de ella ni tampoco cuando se quedara a dormir en la casa así que, decidió hacer una casa de ladrillo que era el material más resistente que conocía.

El tiempo pasó y cada cerdito con su casa se quedó... pero...

Un buen día el lobo malvado encontró a los tres cerditos. 

Los cerditos al verlo, salieron huyendo de él y para protegerse corrieron y corrieron hasta que en la casa de paja se metieron....sí en la casa de Tocinete.

Pero el Lobo sopló....sopló y sopló.....y la casa de Tocinete derribó. 

Entonces, decidieron seguir corriendo y protegerse en la casa de Jamoncin....

Pero el Lobo golpeó...golpeó y golpeó....hasta que la casa de madera derribó.

Los 3 cerditos, ya con mucho temor, no dudaron más y para salvarse del lobo se metieron en la casa de Cochinin...

El lobo ya muy molesto los persiguió y sopló y sopló....pero nada pasó.....luego golpeó y golpeó y no se derrumbó....lo siguió intentando, pero el lobo malvado no pudo alcanzarlos, ya que la casa nunca pudo derribar...

Los 3 cerditos, tranquilos y contentos se abrazaron y cantaron sin cesar: vamos lobo vete ya, nunca nos podrás atrapar, mi casa de ladrillo fuerte es y entre los 3 nunca nos podrás vencer....


Así los 3 cerditos aprendieron una gran lección: la unión hace la fuerza y cuando las cosas se hacen con paciencia y tiempo, duran más.

Y colorín colorado....este cuento se ha terminado....

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